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El elenco de Juego de Tronos estaba de fiesta tras terminar una de las escenas que para muchos, fue considerada épica. Sin embargo, para otros, macabra y triste. Macabra, por como terminó uno de los personajes de la serie; con la cabeza reventada; triste, porque quien daba vida a Oberyn Martell había terminado su contrato con dicha franquicia.
La fiesta, era para él. Para Pedro Pascal.
—Vaya qué escena te has gastado. —Le dijo Emilia Clarke a Pedro. Quien sonrió humilde. —Fue un gusto que fueses parte de este mundo. Aunque no nos haya tocado trabajar juntos.
—El honor es mío, Khaleesi. —Emilia rio. —Por cierto, mis felicitaciones a _________, por el vestuario.
Sonreí con cierta incomodidad entre los actores quienes me observaban fijamente. Ser parte de la organización de vestuario y confección de los mismos, era bastante entretenido, más aun si se traba de aquel mundo medieval; vestido y armaduras. Confeccionar los vestidos era mi trabajo favorito. El vestuario de Pedro fue casi trabajo de él pues, él ya tenía una idea de cómo lo quería y de qué color sería. Estuvimos un buen tiempo trabajando juntos en los bocetos, medidas y pruebas de vestuario. Había sido un trabajo en conjunto, el cual me permitió conocer al actor un poco más.
—No fue nada. —Dije y toqué el hombro del actor. —También fue obra de Pedrou. —Aun me costaba un poco pronunciar su nombre. Tras ser de nacionalidad latina, su nombre no podía ser Peter, como creí que podría ser. Sino, Pedro. Cuando me comentó aquello, no dudó en contarme sus raíces y lo feliz que se encontraba de poder representar a su país desde Juego de Tronos.
—¡Bah! __________, deberías darte crédito. Quien hizo el boceto, midió y probó fuiste tú. Yo sólo te di la idea. No fue mucho mi aporte. —Dijo el actor.
—Bueno, le doy crédito a tu compañía. ¿Feliz? —Pedro carcajeó.
—Nunca puedes perder.
—Claro que no. —Dije, y le golpeé suave el hombro. Ese día, el actor lucía un outfit bastante sencillo. Un pantalon de mezclilla, una polera blanca y un chaleco negro. —Por cierto, aun no veo la escena en donde...
—¡No la veas! —Dijo rápidamente Emilia. —Es...brutal.
—Si quieres tener un buen recuerdo del rostro de este hombre, no la veas —Intervino la voz de Peter Dinklage. —__________, por tu bien. Sabemos que pasaste mucho tiempo con Pedro. Y ese rostro, fue literalmente destrozado. —Dijo, asqueado. —Por cierto, ¿Qué hacían tanto juntos en esa oficina? —Inquirió curioso. —Aparte de probarle el vestuario, claro.
Comencé a sentir un cierto rubor en mis mejillas que dejaba a la vista, mi nerviosismo. Pedro notó aquello por lo que decidió intervenir antes de que yo hablara y comenzara a tartamudear.
—Bocetos. —Dijo. —Yo le daba las ideas y ella lo ejecutaba.
—Claro. —Dijeron al unísono Emilia y Peter. Ambos se dieron una mirada cómplice y sonrieron para sí. No era extraño que la mayoría del electo pensara que Pedro y yo tuviésemos algún tipo de amistad con ventaja. Escuché a mis compañeros chismosear sobre aquello, por lo que debí desmentir tanto para el lugar en el que estaba inserta, como para mi familia, quienes ya sabían que con el actor compartíamos bastante tiempos juntos, sin embargo, ello no era una entrada para ser algo más que amigos. Tenía conocimiento de sus viajes, entrevistas y fans que había obtenido luego de su debut en la serie. Pedro, ya era tan popular como lo era Emilia o cualquiera del elenco.
