La Nueva Na'vi | Neteyam Sully

CAPITULO 74: "LUGAR DESCONOCIDO"

El movimiento del mar era algo brusco luego de esa gran batalla, las olas se movían de un lado a otro haciendo que los diferentes restos que quedaron después de la pelea se transportaron a distintos lados. Flechas, arpones, lanzas, armas y artefactos humanos llegaron a la orilla de una isla, lugar donde también se encontraba el cuerpo de Aleia. El roce del agua en su cara la hizo abrir los ojos de apoco preguntándose donde es que se encontraba pues el ultimo recuerdo que tenia era cuando estaba apunto de tomar la mano de su amigo antes de ver una flamante luz y escuchar un estremecedor ruido, luego de eso cayo desmayada al mar para despertar en un lugar desconocido.

Como pudo trato de ponerse de pie, fue ahí cuando se dio cuenta de los múltiples golpes y rasguños que tenia por todas partes del cuerpo. Dirigió su mirada al mar y vio como un Ilu jugaba cerca de la isla, se alegro al verlo e inmediatamente hizo los sonidos típicos para llamar al animal, este se acerco rápidamente. Cuando estaba apunto de montarlo y hacer el vinculo noto que entre el bosque de la isla salía humo lo que provoco en ella mucha curiosidad.

-Quédate cerca- ordeno ella al animal el cual continúo jugando en el agua sin alejarse de la zona. Ella se aproximó cautelosamente al lugar de donde provenía la gran nube grisácea, notaba durante su camino huellas de pisadas en el suelo, eran iguales a las suyas por lo que supuso que un clan existía en la isla. Se oculto entre los arbustos al escuchar ruidos, sin embargo, continúo avanzando entre ellos hasta que observo hogares construidos con los objetos del lugar. Dudo si en salir de su escondite o quedarse en el lugar, no fue hasta que vio un par de pequeños niños jugando cerca de ella. Al notarlos ella quedo helada, todos los pelos de su cuerpo se habían erizado, los pequeños tenían las mismas características que ella. Piel azul purpura con rayas mas oscuras, ojos verdes, cola esponjosa era mas que obvio que eran unos Mit'kantes.

-¿Por qué estas herida?- pregunto una inocente voz tras de ella haciendo que esta se asuste, cuando volteo a ver quien era noto sus grandes ojos curiosos, era una niña- Perdón no quería asustarte, ven conmigo te llevare con alguien que pueda curarte- dijo mientras extendía su mano, la joven lo pensó por unos segundos para luego aceptar. La pequeña la llego hasta la aldea, lugar donde todos la volteaban a ver.

-¿Quiénes ella?- escucho decir entre el grupo de Na'vis que se empezaba a formar- nunca la había visto antes

-¿Por qué esta herida?- pregunto un joven Mit'kante

-No lo sé, pero se ve muy ardiente- respondió otro de los jóvenes que se encontraba ahí, Aleia al escuchar eso no pudo evitar voltear a mirar a los jóvenes con una sonrisa graciosa, los chicos la miraban de pies a cabeza boquiabiertos causando que la joven comienza a reír levemente.

-Ya casi llegamos- hablo la pequeña para luego llegar a la entrada de uno de los hogares, la niña llamo a alguien desde afuera e inmediatamente una mujer y un hombre salieron, se quedaron mirándola asombrados.

-Tu no eres de aquí- fue lo primero que dijo el hombre- pero eres una de nosotros

-Pasa, te curare las heridas y de paso nos contaras todo- dijo la mujer, Aleia obedeció e ingreso a la carpa no sin antes agradecer a su pequeña amiga, no sabía por qué la niña la llevo hasta ellos pues no tenían los trajes de Olo'eyktan o de la Tsahìk.

-¿Dónde estuviste todo este tiempo?- pregunto el hombre curioso- ¿Sabes lo que le paso a nuestro clan?

-Claro que lo sé, viví el ataque de los humanos cuando era solo una niña, tenía cuatro años. Luego me crie en otro clan cercano que también fue atacado por los mismos demonios cuando tenia trece años. Después de eso estuve sola hasta hace casi tres meses donde el clan Metkayina me acogió.

-¿Por qué las heridas?- pregunto la mujer mientras las limpiaba y curaba

-Tuvimos una batalla con la gente del cielo, caí al mar desmayada y llegué a la isla. El clan debe estar preguntándose en donde me encuentro