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Chapter XIV. Nada de secretos con nadie.

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La tarde del señor Kim se ha basado en revisar documentos dentro de su oficina, ya que al recibir noticias respecto al caso se su hijo se le ha complicado estar concentrado y atento a ello; junto a su abogado y policía de confianza han llegado a un acuerdo lo cual no le gustaba para nada, pero era necesario para su captura teniendo las pruebas irrefutables. Suspira temiendo la reacción de su hijo ya que le ha dicho que no lo involucraría más, pero la situación lo requiere lamentablemente, pensativo se levantó del asiento dispuesto a ir por algo de té ya que el fresco que se estaba colando por las ventanas le daba escalofríos. Al salir a la sala y asomarse casualmente por sus ventanas apreciando lo cubierto que estaban las calles, miró acercándose a Min Yoon-Gi junto a Jung Hoseok caminado con tranquilidad pese a la leve lluvia que aún caía; ambos jóvenes eran cubiertos con un paraguas negro que mantenidos el uno al otro del lado que ninguno se mojaba. Suspiró sonriente acercándose a abrir la puerta con la delicadeza que lo caracterizaba.

Al hacerlo los jóvenes ya estaban a punto de llegar a la entrada que se sorprendieron al ver abrirse la puerta, los tres rieron levemente y rápido entraron al hogar —Buenas tardes señor Kim —saludaron realizando una reverencia en muestra de su respeto.

—Buenas tardes chicos —saludó amablemente— ¿Qué tal tu padre Hobi? —preguntó mientras cerraba la puerta pues la lluvia estaba amenazando con volver a caer con intensidad.

—Ahorita muy bien, solo que el trabajo lo está consumiendo —explicó y Ha Joon comprendió a la perfección. Era de esas épocas donde las empresas están envueltas en papeles y más papeles pese a las temporadas próximas; donde obtenían más clientes.

Los padres de ambos jóvenes no son amigos simplemente se conocen gracias a que sus hijos son mejores amigos, han tenido que coincidir en muchas ocasiones, pero es hasta ahí, aunque no sería imposible comenzar una relación de amistad; se queda en la posibilidad. —Ya puedo imaginarlo, también en la empresa que trabajo está completamente el caos con eso —los tres sonrieron comprendiendo. Sabían que el señor Kim era realmente trabajador y ha dado toda su vida por cuidar de su único hijo —Vengan, le hablaré a mi hijo —al darse la espalda Yoon-Gi miró hacía las escaleras pensativo al respecto ¿Arreglarían las cosas? ¿Todo ahora está con claridad? Negó dejando de pensar en ello observando a Hoseok muy sonriente sentándose en el comedor mientras el señor Kim les acercaba algunas galletas. —Iré por Taehyung, coman hijos —expresó amablemente yendo escaleras arriba.

—¿Te imaginas que ahora Jungkook y Taehyung se están devorando la boca? —Hoseok rio ante lo que acababa de decir, pero al ver a su amigo serio solo mirándolo se quedó callado ante la posibilidad. Y es que, desde hace semanas que los ve muy unidos y esa conexión que han tenido ha sido maravillosa. No era que él estuviera loco y sintiera un shipeo donde no lo hay; realmente había algo entre ellos dos.

Mientras tanto, Jungkook sujetaba del cuello a Taehyung tan cerquita de su rostro; ambos sonreían con el corazón latiendo con rapidez por estar a punto de tener su primer beso, pero disfrutando cada segundo del ambiente formado. Aquel que inconscientemente lo han esperado mucho, los ojos de Jungkook apreciaban los abultados y brillantes labios ajenos manteniendo sus ojos hermosamente color amatista por las emociones que el más bajito le provoca: terminaron de cerrar sus ojos y ambos labios se rozaron, era una sensación maravillosa. Con caricias en el cabello de Taehyung y los delicados agarres en la playera del más alto ahora serían...

—Hijo te... —la voz del señor Kim los hizo separarse lo más que pudieron. Jungkook por su lado se levantó de la cama mirando hacia el lado contrario de ambas personas y Taehyung mordía su labio avergonzado ante lo que acababa de presenciar su padre ¡Estaba a punto de besar al chico más guapo que jamás haya visto! ¿Por qué tenía que llegar su padre? Con la mirada agachada de ambos, pero a diferencia que la del más alto se encontraba con un amarillo ámbar, hermoso pero avergonzado, el señor Kim soltó una leve risa por la ternura que les han causado. —Lamento la interrupción hijos —sinceró y al ver que los jóvenes ni se volteaban a ver suspiró— realmente lo siento, creí que Jungkook aún... —se quedó callado mirando directamente a los ojos del mencionado; sus ojos ahora eran verde manzana por el nerviosismo de ser descubierto a punto de besar a su hijo.