JunMyeon se sintió extraño al vestirse: antes de salir de luna de miel, SeHun le había comprado todo un vestuario. Durante las tres semanas que llevaban de luna de miel JunMyeon apenas había estrenado casi nada de las ropas más elegantes que tenía, de hecho, durante esas tres semanas, apenas había llevado algo de ropa puesta y salído de la cama. Y pensando en eso, sonrió.
Estaban en una antigua villa de ShuHan rodeado de olivos. Era un lugar como fuera del tiempo y, en todos los sentidos, un escondite donde el resto del mundo parecía tan lejano como las estrellas. Desde su llegada, JunMyeon se había acostumbrado a la felicidad. Según pasaban los días, arrastrándose con lentitud, SeHun y JunMyeon se habían convertido por fin en una pareja.
Ahora JunMyeon se daba cuenta de lo mucho que había echado de menos la amistad y el afecto mientras estaban enfrentados. Aunque tenían personalidades muy diferentes, sus opiniones eran muy parecidas en muchas cosas. Sin embargo, de cuando en cuando, a JunMyeon le gustaba contradecir a SeHun sólo por el placer de discutir con él.
La pasión era un extra muy estimulante para su relación con SeHun. Ahora JunMyeon se sentía tan cercano a SeHun que parecía como su sombra. Todos los días, por la mañana, se levantaba con la sensación de haber descubierto algo nuevo. La luz del alba se filtraba por las persianas proyectando alargadas flechas de sombra sobre el torso bronceado de SeHun y, entonces, SeHun se desperezaba como un tigre indolente. Mirando a JunMyeon con ojos soñolientos, SeHun le regalaba su sonrisa más sincera antes de tomarlo entre sus brazos para hacerle de nuevo el amor.
Hacía tan sólo unas semanas, a JunMyeon le había dado miedo confiar en SeHun. Sin embargo, desde entonces había llegado a la conclusión de que su matrimonio tenía un gran futuro. Aunque pasaban casi todo el tiempo juntos, la pasión seguía en pie. Cuando salían a cenar por los pueblos pintorescos de la zona, SeHun lo agarraba de la mano para caminar juntos por las calles empedradas. Esa cercanía y esa ternura física significaban mucho para JunMyeon. Muchos días, SeHun tenía que excusarse durante un par de horas por asuntos de negocios. JunMyeon solía entonces salir a dar un paseo solo, leer un libro o ir a darse un baño y a SeHun le parecía asombroso la capacidad que JunMyeon tenía para entretenerse él solo.
—SeHun a lo mejor estás acostumbrado a chicos dependientes y 'un poco inútiles. —le decía JunMyeon.
—0 quizá es sólo que me gustaría que, de vez en cuando, te comportases como si me necesitaras conejito. —respondió SeHun al ataque.
—Lo siento, pero no es mi estilo. —replico JunMyeon—. No te necesito para ser feliz.
En los ojos de JunMyeon aparecía una chispa de descaro. Por la noche, cuando SeHun estaba profundamente dormido, JunMyeon se abrazaba al cuerpo de SeHun como si fuera una enredadera. Pero reservaba todas las demostraciones de cariño para esos momentos íntimos en la oscuridad. Después de todo, a SeHun le gustaba que lo desafiaran. Si JunMyeon mostraba su debilidad, dejándole ver lo mucho que lo amaba, la balanza de poder podía inclinarse hacia el lado equivocado para siempre.
Regresando de su estado de ensimismamiento, JunMyeon alcanzo una chaqueta color turquesa y unos pantalones de vestir del mismo color y se los puso. Era el último día de luna de miel. JunMyeon sentía un dolor en el fondo de su corazón. La cercanía que habían vivido durante las últimas tres semanas no duraría para siempre. El banquero DongHae era un amigo de SeHun, y cuando se enteró que estaban en ShuHan, los invito a comer en su casa de verano.
JunMyeon contempló su reflejo en el espejo. La camisa le apretaba el pecho más que de costumbre e hizo una mueca de disgusto. El pantalón también le quedaba más ajustado que unas semanas atrás. ¿Serían las píldoras anticonceptivas que estaba tomando? Últimamente, además, tenía los pezones hinchados y más sensibles. ¿Estaría sufriendo retención de fluidos? ¿0 se negaba simplemente a aceptar la conclusión más obvia? Que estaba engordando por haber comido demasiado durante la luna de miel. SeHun había hecho que trajeran mucha comida. Atiborrarse de pasteles empapados con miel y nueces no ayudaba precisamente a adelgazar.
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ENTRE DINASTIAS -SEHO
Roman d'amourEl chaebol (en hangul, 재벌; en hanja, 財閥) es un modelo empresarial basado en grandes conglomerados con presencia en distintos sectores económicos, que se ha desarrollado en Corea del Sur. Las compañías que presentan esta peculiaridad se caracterizan...