CAUSA PERDIDA.

CAPITULO 3

Una semana había pasado desde lo de esa noche y aun no sabía si había sido un sueño o no, se había sentido tan real, en estos días que tuve despejada de todo ya que había cancelado los encuentros con las chicas había solicitado un puesto en las empresas horan's y valla me habían llamado más rápido de lo pensado, me dirigía hacia allí con mi falda no muy corta pero que dejaba ver mis piernas era bastante formal, una blusa blanca elegante y unos tacones negros divinos que me regalo Nicky para una fiesta, llevaba el cabello suelto en ondas y mi bolso de trabajo, pedí un taxi y no demoro más de media hora en llegar a las empresas HORAN'S, llegue y había una señora tras un escritorio...llame su atención y enseguida me pidió los papeles los miro detenidamente, me miro y hablo

-Señorita Maya mi nombre es josefina y es un placer

-Mucho gusto josefina encantada.

-señorita Maya le importaría quedarse de una vez, necesitamos mucha ayuda en estos momentos.

-No, no me importaría -josefina se levantó y se dirijo a la puerta.

- sígame señorita Maya su oficina queda en el piso más alto, uno de los grandes la ha elegido

-Solo Maya por favor y mm allí no es donde está la oficina del gerente de la empresa?-impresionada era decir poco e como me sentía

-Maya como bien sabe su trayectoria es bastante extensa, tiene experiencia laboral y definitivamente los promedios más altos que hallan tocado esta empresa luego de los de los jefes claro, tengo ordenes de encontrar a la mejor asistente que se pueda conocer y estoy segura de que usted es la indicada así que por favor sígame- yo tenía una sonrisa plasmada en el rostro cuando comencé a caminar tras aquella adorable viejecilla subimos al último piso como había anticipado y en donde solo habían dos oficinas , una al fondo del pasillo y una cerca del ascensor de donde acabábamos de subir, fuimos hasta la del fondo y tras tocar un par de veces una voz amable pero varonil nos dio acceso, al entrar me sorprendí demasiado era una oficina bastante grande y sin duda sumamente hermosa todo era de color negro, y las paredes perfectamente blancas hacían una combinación preciosa, además tenía un ventanal enorme de lado a lado de pared a pared me encontré viendo como las personas parecían pequeñas hormigas desde el piso en el que estábamos, luego de volver a la realidad pasee mi vista por la gigantesca oficina, sillas hermosas de cuero negro perfectamente liso, un enorme televisor, un mini bar Dios esta oficina tenia de todo, de pronto mi vista se posó en algo o más bien en alguien que se hallaba, era un hombre canoso, delgado, con notables arrugas, pero de buen aspecto, seguramente no pasaba de los cincuenta años, del otro lado de la oficina enfrente de el gran ventanal se encontraba dándonos l espalda un joven no muy alto pero tampoco bajo, de cabello rubio espalda ancha y lo que parecía buen trasero

-¿josefina a que se debe la interrupción? ¿Quién es la señorita? –hablo el señor mayor aun sin apartar la mirada mi

-ella es la señorita Maya worren, y será su nueva secretaria, usted me pidió que en cuanto encontrara a la que yo creyera correcta se la trajera de inmediato y así lo hice señor Horan-se notaba mucho cariño en la forma de josefina dirigirse al que ahora sabia era el sueño de la empresa, aquella viejecilla amorosa le entrego la carpeta de mi expediente estudiantil y laboral al señor Horan que después de recibirlo se apresuró a leerlo lo más rápido posible, diez minutos después alzo la vista de nuevo hacia mí.

-en ese caso es un placer señorita Maya que alguien con su extensa experiencia trabaje para nosotros, mucho gusto- educadamente extendí mi mano para una especie de saludo la cual el estrecho con mucho gusto

-El placer es mío señor Horan

-Bill, por favor solo Bill no se me dan muy bien las formalidades