Es el último día de agosto, el final del verano. Hace mucho calor y las calles están desiertas, aunque se puede sentir un rumor latente que anuncia que la gente está a punto de volver de vacaciones y el barrio volverá a tomar vida. Estoy esperando donde Diego me pidió, en un banco de un parque al que solemos ir a pasear y charlar. Es nuestro banco preferido, pues siempre llega una brisa fresca a ese rincón, aún en los días estivales más tórridos.
He llegado veinte minutos antes. No quiero hacerle esperar y estoy muy impaciente por verlo. Cada vez que se acerca alguien me parece reconocer su figura, hasta que se acerca suficiente y compruebo el error. Estoy intentando adivinar el rostro de una persona a lo lejos cuando me tocan la espalda.
—Hola Judith, ¡cuánto tiempo!
Ahí está Diego, de pie con su vaquero y polo azul clásico. Ha crecido estos meses, creo que casi llega al metro ochenta y cinco. Es el más alto de clase. Me quedo en suspense. Es uno de esos momentos que uno no sabe cómo describir, pero que se quedan grabados en la memoria para siempre. Estás esperando un encuentro con todas tus fuerzas y, de repente, lo consigues. Me late el corazón mucho más despacio de lo habitual, se enlentece el tiempo para poder degustar cada instante al máximo y apropiarme de ellos, siento que la sangre por las venas se desliza con suavidad y acaricia todo mi cuerpo. Mi corazón se acopla al de Diego, que mantiene una mirada cómplice conmigo, pero algo esquiva. Es un silencio tan elocuente que creo que nunca me he comunicado tanto. Me mira con un gesto entre timidez, alegría y orgullo.
Se me hace un nudo en la garganta muy fuerte, presiento todo el esfuerzo que Diego ha tenido que hacer para llegar a estar allí conmigo, cuántas barreras ha tenido que superar y cuántos miedos ha vencido. Simplemente, lo admiro un buen rato. Bueno, creo que no son más de cuatro segundos, pero me saben a eternidad. Mi admiración lo traspasa y me conecta incluso con algo mayor.
ESTÁS LEYENDO
Impopulares - ¡A la venta en Amazon Kindle!
Kısa HikayeEste libro va de los que nadie habla, de los que pasan desapercibidos en una clase, y por eso reciben caña, demasiada caña para ser callada. Somos los Impopulares, y compartimos nuestra historia, con sus luces y sombras, pero nuestra historia irrepe...