Todo cambió en la vida de Seo Moon Jo y Jong Woo…
Seo Moon Jo al momento de encontrar trabajo en esa oficina, dimitió para poder hacerse cargo de la pensión, ayudado de vez en cuando por el chico.
Jong woo fue ascendido a encargado del pequeño bar en el que trabajaba, pero a él le gustaba atender a los clientes por lo tanto siguió ejerciendo de camarero siendo encargado. Gracias a él, el local se llenó de gente y tuvieron que reformar el bar ampliándolo y modernizándolo convirtiéndolo en restaurante. Como era el encargado tenía más días libres e iba cuando podía y en esos momentos era cuando se encargaba de ayudar en la pensión.
Con el dinero de la pensión y el trabajo de Jong woo, pudieron comprarse una casa, más o menos decente, cerca de sus trabajos.
Pudieron mejorar un poco la fábrica abandonada, remodelando y ampliando las salas, sin tocar o hacer ninguna obra en las salas más próximas a la entrada, para no dar lugar a sospechas si alguien se atrevía a entrar, ya que las salas que manejaban estaban más profundas. Hicieron una sala, expresamente y especialmente solo para ellos dos, como su lugar de descanso.
Una mañana de un sábado, Jong woo se despertó molestándole los rayos del sol en la cara y protestando, se movió a un lado buscando a Seo Moon Jo, al no sentirlo, abrió los ojos y viendo que no estaba, se refregó los ojos, suspirando, incorporándose en la cama. Se levantó bostezando medio dormido aun dirigiéndose a la cocina.
Seo Moon Jo estaba preparando el desayuno, Jong woo se apoyó en el marco de la puerta, mirándole y mordiéndose el labio mientras sonreía.
Moon Jo se giró con el desayuno en una bandeja, viéndolo parado en el marco de la puerta, mirándole y le dijo: - Ya te despertaste, no te quedes ahí parado, amor venga vamos a desayunar… - Jong woo sonrió y justo cuando él se giró para coger algo más del desayuno, se acercó a él, agarrando su cintura por detrás y le susurró al oído: - ¿Qué tienes…? – Seo Moon Jo confundido, preguntó: - ¿Qué tengo cómo? No te entiendo – Jong woo le dio la vuelta, susurrándole cerca de su oído y rozándole su cuello, diciendo: - ¿Qué tienes, que me vuelves jodidamente loco? Me das pánico y a la vez te deseo… que seas peligroso me da mucho morbo, me excitas mucho… - Seo Moon Jo se excitó, provocándolo y sintiendo un escalofrío, empezó a besarlo agitadamente, pero se detuvo para decir: - Amooor, oyeee, no me provoques, se enfría el desayuno y me llevó tiempo preparártelo… por favor… - Jong woo lo empezó a besar, metiéndole mano y acariciando su miembro, susurrando: - Que le den al desayuno, tengo sed de ti, necesito de mi asesino… me pones demasiado nervioso y cachondo… deseo que me folles… - Seo Moon Jo al sentir la mano del chico en su miembro moviéndoselo y diciendo esas palabras, empezó a gemir sin poderse contener.
Separó el desayuno de la mesa y besándolo con furia, montó a Jong woo encima de la mesa, arrancándole la camiseta y los pantalones, subiéndose encima de él besándolo agitadamente y lamiendo su cuerpo, haciéndolo estremecer y gemir.
Le quitó de un tirón el bóxer al chico y se lo empezó a chupar, mientras Jong woo agarraba la cabeza de él, encorvando su espalda, con los ojos cerrados sin parar de gemir, luego le levantó las piernas y empezó a entrar en él, dándole cada vez más duro, diciendo: - ¿Me deseas, no? ¿Así te gusta? Mmm… me pones demasiado caliente, pequeño… - Jong woo gemía y asentía mientras miraba esos ojos que antes le producían pánico y ahora lo excitaba con sólo mirarlos, llegó a un punto de necesitar más juego, más excitación, más morbo y más placer para los dos, y sin parar de gemir dijo: - Seo Moon Jo… puto asesino psicópata, necesito más… ahórcame, ahórcame con esas manos… uf… hazlo… lo deseo… me excita mucho… - A Seo Moon Jo lo excitó aún más todavía, sonrió malvada y pícaramente, se mordió el labio, mojándoselo, levantó su mano, pegándole en la cara y luego dirigió su mano a su cuello, empezándolo a apretar, ahorcándolo, mientras aumentó la intensidad de sus embestidas, le estaba excitando muchísimo verlo así y más duro le daba, más intenso placer recibía Jong woo que no hacía más que retorcerse en la mesa, sin parar de gemir, intentando respirar, excitándolo al máximo, hasta que los dos consiguieron llegar al clímax, corriéndose los dos al mismo tiempo, separándose quedando tumbados encima de la mesa, recobrando el aliento.
Seo Moon Jo miró a un lado, viendo el desayuno y dijo, algo triste: - ¿Ves? Ya me liaste, el desayuno se enfrió… - Jong woo se empezó a reír, siendo ayudado por él, para bajarlo de la mesa.
Calentaron el desayuno y empezaron a comer en la mesa mientras hablaban sobre el día de hoy, la pensión, los inquilinos, etc.
El chico se empezó a reír por algo que él había contado y sin querer se le cayó una miga de pan, al ir a cogerla vio que al lado había una gota blanca como transparente, abrió los ojos y miró su taza, los dos estaban tomando café, miró a Seo Moon Jo que en ese momento estaba distraído mirando la taza y sus dibujitos, sonrió pícaramente, cogió la miga de pan y señalando la gota blanca, dijo: - Eh, Moon Jo… esto es tuyo, ¿no? – En el momento en que él miró, Jong woo mojó la miga de pan en esa gota, refregándolo bien, y se la metió en la boca, comiéndose la miga de pan, mirándolo y relamiéndose el labio. Seo Moon Jo se excitó, tragando saliva y mirándolo, suspiró, se mojó el labio y sin él quererlo, dijo: - Uf… joder… - Luego, le tiró una bola de papel, diciéndole: - Oye, ya basta amor, no me provoques más, me excitaste de nuevo haciendo eso con la gota de semen, ya te vale… - Jong woo se empezó a reír, acercándose con la silla para abrazarlo y besarlo, Seo Moon Jo se intentaba separar de él, impidiendo sus besos y sus abrazos, diciendo: - No, déjame, eres muy malo, suéltame, no es justo, yo soy el malo aquí… no me puedes hacer esto, amor… - Jong woo volvió a reírse, queriéndole besar, y le dijo: - Sí, amor tranquilo, tú siempre serás el puto asesino psicópata del Edén y de esta pensión… y yo te amo muchísimo – Moon Jo asintió, sonriendo y lo besó.
Terminaron de desayunar, y entre los dos recogieron la mesa, limpiando y desinfectando bien la mesa, limpiaron y recogieron la cocina.
Jong woo se fue a ducharse, para irse a la pensión con él.
Seo Moon Jo al terminar de recoger algunas cosas más de la cocina, se dirigió al dormitorio a vestirse y, se sentó en la cama, para ponerse los pantalones, pero se detuvo cuando escuchó la puerta del baño abrirse.
Cuando Jong woo salió del baño estaba solamente con una toalla en la cintura, mal colocada, y se dirigía a su armario a vestirse. Seo Moon Jo se quedó mirándolo de arriba abajo, mordiéndose el labio y susurró en voz baja: - De verdad… yo no sé que voy a hacer contigo… ¿por qué me haces esto…? – Jong woo se dio la vuelta, preguntando: - ¿Decías algo, amor? – Seo Moon Jo se levantó un poco de la cama, lo cogió de la mano, volviéndose a sentar, trayéndolo hacia él y, agarrándolo, abrazándolo de la cintura, muy pegado a su pecho, mirando su cuerpo y sus ojos, dijo: - No sé qué hacer contigo, te deseo, me excitas, quiero que este cuerpo esté las 24 horas en mi cama para darle el mayor placer sin descanso… me encantas pequeño… - Lo besó, metiéndole mano, Jong woo se sonrojó intentando separarse de él, diciendo: - Moon Jo… vamos a llegar tarde, tenemos que irnos ya a la pensión – Seo Moon Jo volvió a tirar del brazo del chico, besándole agitadamente y queriéndole quitar la toalla mientras decía: - No… por favor… ven aquí… una última vez y nos vamos… lo necesito… estoy a mil… por favor… - Jong woo miró la erección de Seo Moon Jo y sonrió cogiendo su barbilla, diciendo: - Mira vamos a hacer una cosa, seguro que te gustará más… nos vamos a la pensión y… yo te prometo una noche de sexo desenfrenado en la fábrica abandonada, cuando salgamos de la pensión, ¿te parece? ¿qué dices? – Seo Moon Jo sonrió, mojándose el labio imaginándose ya la escena, y dijo: - Mmm… uf… eso me gusta más… con sólo imaginarlo me pone nervioso… estaré muy impaciente porque ese momento llegue, está bien… vamos – Jong woo se empezó a reír, besándolo.
Terminaron los dos de vestirse y se fueron a la pensión.
Enseguida que entraron, presenciaron una pelea cerca del mostrador, dos inquilinos se estaban peleando, uno de ellos había entrado en el dormitorio de otro a robarle algún objeto.
Seo Moon Jo irrumpió en la pelea, preguntando: - ¿Qué sucede aquí? – Uno de ellos respondió: - Señor, tiene que poner cámaras de vigilancia en las habitaciones, el imbécil este ha entrado en mi habitación y me ha robado algo muy importante – El acusado se defendió y dijo: - ¡Por última vez le digo que yo no entré en su habitación, yo no he robado nada, lo habrá perdido usted! – Jong woo intentó calmar la situación, diciendo: - ¡Cálmense! Las cámaras de vigilancia no se pueden poner en las habitaciones, se tiene que respetar la intimidad y la privacidad de las personas, lo que sí podríamos poner son cámaras de vigilancia en los pasillos, ¿se podría, no, Moon Jo? – Varios de ellos se quejaron, Seo Moon Jo asintió respondiendo: - Sí, intentaremos solucionar todo esto poniendo cámaras en los pasillos, e incluso habrá cámaras en la sala, cocina, patio y en la entrada de la pensión… - Los inquilinos volvieron a quejarse y uno de ellos protestó: - ¡Venga ya, ni que estuviésemos en Gran Hermano! ¡Eso no se puede hacer! ¡Hay que joderse! ¡Ya ni tranquilos vamos a estar por la pensión! – El que empezó la pelea, respondió: - ¿Y de qué me sirve a mí, cámaras por la pensión, si no veo quién entra en mi habitación y lo que me está robando éste? ¡Exijo cámaras en las habitaciones! – El acusado volvió a gritar: - ¡Otra vez! ¡Déjame en paz! ¡No tengo necesidad de entrar a su habitación ni robarle nada! ¡Cállese ya! ¡Me tiene harto! – Todos los inquilinos empezaron a discutir, elevando el tono de voz. Moon Jo y Jong woo se miraron, Seo Moon Jo suspiró y se dirigió al mostrador, pegando un fuerte golpe en la mesa, gritando: - ¡Basta! – Todos se quedaron en silencio, al no esperarse el tremendo golpe, él empezó a decir: - Se pondrán cámaras donde he dicho para controlar más la pensión y así, evitar estas incidencias, y a quién no le guste o se moleste, se puede ir de la pensión, ahí tienen la puerta, haced lo que queráis – Jong woo salió en defensa de su novio, diciendo: - Por favor evitemos tener estos problemas, debemos llevarnos bien entre todos o al menos hacer lo posible… a partir de ahora se controlará más la pensión – Los inquilinos asintieron, y se fueron yendo a sus respectivas habitaciones, con alguno que otro quejándose por la situación.
Seo Moon Jo se frotó los ojos y la frente, mientras se sentaba en la silla y suspirando dijo: - Esto es demasiado para mí… ¿crees que podré sobrellevarlo? ¿crees que hice bien en encargarme de la pensión? – Jong woo se acercó a él, abrazándolo del cuello y le respondió: - Amor… es muy raro de decir esto pero eres un asesino, si puedes con eso y puedes gobernar mi mente e incluso mi corazón, esto es muy fácil para ti, esto no es nada, yo sé que tú puedes, yo estoy contigo, venga no te agobies… - Seo Moon Jo lo miró asintiendo y sonrió besándolo.
La mañana pasó algo tranquila, hasta la hora de almorzar. Pensaron en encargar algo de comida por teléfono a algún restaurante para almorzar allí en la pensión. Al rato, les llamaron para avisarles que el pedido ya estaba listo, Seo Moon Jo fue a recoger la comida, dejando a Jong woo a cargo de la pensión.
En esos momentos, en el que el chico se encontraba solo, detrás del mostrador, entró por la puerta un muchacho, aproximadamente de su edad, pidiendo información de la pensión y de sus habitaciones.
Mientras hablaba con él, Jong woo pudo deducir por la forma de hablar y sus gestos que el muchacho era homosexual, y además, no le quitaba la mirada de encima ni para mirar unos papeles que Jong woo le estaba enseñando, y estando de acuerdo en todo lo que le decía el chico sin contradecirle a nada, sin dejar de sonreírle.
Al terminar de hablarlo todo con él, el muchacho sonrió y preguntó: - Bueno… y, espero que no le importe, pero es que usted es muy guapo y muy simpático… me llamo Byron ¿cuál es su nombre? ¿le apetecería salir conmigo a tomar una copa? – Jong woo se quedó sin palabras, boquiabierto y dijo: - ¿Qué? – Pero antes de que pudiese responder, Seo Moon Jo carraspeó, detrás del muchacho, habiéndolo visto y escuchado todo, diciendo: - Ejem… ¿interrumpo algo? ¿Estás intentándote ligar a mi novio? – Byron se dio la vuelta, sin esperárselo detrás y dijo: - Ah… ¿es… su novio? Perdón, no sabía que… - Seo Moon Jo entró al mostrador, dejando las bolsas de comida en la mesa, besó a Jong woo, diciendo: - No te puedo dejar solo ni un momento, amor… enseguida te buscan y, eso no me gusta… - Al decir esto último se quedó mirando fulminantemente a Byron, Jong woo lo cogió del brazo, y le dijo: - Amor tranquilo, no pasa nada… - El muchacho fue dando pequeños pasos hacia la puerta diciendo: - No… no se preocupen… mejor me busco otra pensión… lo siento… - Jong woo salió del mostrador, dirigiéndose al muchacho diciendo: - Espere, Byron, lo siento… le aseguro que otra habitación más barata que ésta no la va a encontrar, se lo aseguro, no se preocupe por lo sucedido, ven por aquí se la voy a enseñar – Los dos se fueron por el pasillo, mientras Seo Moon Jo los miraba, frunciendo el ceño, apoyado en el mostrador.
Byron se quedó con la habitación, le pagó el dinero, agradeciéndoselo, y quedándose dentro de la habitación.
Jong woo regresó al mostrador, guardando el dinero, Seo Moon Jo lo siguió con la mirada y dijo: - Hay que cargárselo, no me gusta que esté aquí y menos que esté detrás de ti… tengo que pensar un plan y rápido… - Jong woo lo miró y suspiró diciendo: - Eres muy celoso, no me va a pasar nada, tranquilo, amor – Moon Jo se negó respondiendo: - Si no llego a tiempo te encuentro besándote con ese y montándotelo encima del mostrador… - Jong woo frunció el ceño diciendo: - ¡No exageres, anda! Además, yo lo hubiese impedido, estoy contigo, ¿no? Eso es lo que tienes que tener en cuenta, yo te quiero a ti y… por así decirlo tú me controlas, soy tuyo y tú… eres mío… no te voy a dejar escapar, mi amor – Seo Moon Jo sonrió, mordiéndose el labio y cogiéndolo de la cintura, lo atrajo a él y señalando todo su cuerpo dijo: - Exacto, tú eres mío, todo este cuerpo es mío… sólo mío para disfrutarlo al máximo como yo quiera y cuando yo quiera… - Iba señalando cada parte de su cuerpo, mordiéndose el labio, mirándolo hasta llegar a su boca y besarlo para luego sin que él se lo esperase, hacerle cosquillas haciéndole reír sin parar, hasta volverlo a besar apasionadamente durante un largo tiempo.
En ese momento, Byron volvió a aparecer en el mostrador interrumpiendo el beso, preguntando: - Perdón… lo siento, perdón por interrumpir… ¿el baño? – Los dos se separaron, Jong woo iba a salir del mostrador para indicárselo, pero Seo Moon Jo le tiró del brazo para que se sentase, levantándose él, mirando al muchacho y diciendo: - No, déjalo, amor, yo le indico… ven por aquí… - Jong woo se quedó viéndolo y dijo: - Moon Jo… - Él hizo caso omiso y siguió para adelante con Byron.
Por el pasillo, Seo Moon Jo agarró fuertemente del brazo al muchacho haciéndole daño y le susurró: - Como vuelvas a intentar ligarte a mi novio te arranco la piel a tiras y te descuartizo… ¡advertido quedas! – Byron empezó a temblar, Seo Moon Jo soltó bruscamente el brazo del chico viendo que había inquilinos en las duchas y cambió el tono de voz diciendo: - Este es el baño, espero que disfrute de su estancia, que tenga buen día – Byron se quedó mirándolo, tragó saliva y entró al servicio, algo temeroso.
Seo Moon Jo regresó al mostrador, Jong woo lo miró y le preguntó: - ¿Qué le dijiste ya? – Seo Moon Jo se encogió de hombros, sentándose en la silla y respondió: - Nada, sólo le advertí nada más… - Jong woo suspiró y dijo: - Amor… no puedes ir por ahí asustando a la gente así como así, yo estoy contigo y te amo, eso es lo importante, no tienes de qué preocuparte – Seo Moon Jo lo miró y luego miró para abajo, moviendo los dedos, algo triste diciendo: - Los celos me pueden, lo siento, soy un asesino psicópata muy celoso y posesivo, sólo defiendo lo que es mío… - Jong woo se empezó a reír, besándolo y dijo: - ¡Te amo… Moon Jo, te amo! –
Pasó la tarde.
Seo Moon Jo se estaba aburriendo, casi quedándose dormido, se levantó diciendo: - Amor, voy a dar una vuelta, estoy aburrido y así vigilo que esté la pensión en orden – Jong woo asintió.
Al cabo de un rato, el chico vio que Seo Moon Jo no regresaba, estaba tardando mucho y empezó a preocuparse que hubiese alguna otra pelea por ahí cerca, salió del mostrador a buscarlo.
Por el pasillo, vio de reojo que una habitación estaba abierta y fue a mirar, dándose cuenta que era la habitación dónde anteriormente ellos dos se alojaban y se encontró a Seo Moon Jo tumbado en la cama, con los ojos cerrados, lo miró encendiendo la luz, preguntando: - ¿Qué haces aquí? – Seo Moon Jo abrió los ojos y respondió, mirando al techo: - Recordando… - Se incorporó mirándolo y le dijo: - Ven aquí conmigo, pequeño – Jong woo no se movió del sitio, sonrió diciendo: - No debemos estar aquí, esto ya no es nuestro, venga salgamos de aquí, anda - Seo Moon Jo volvió a insistir: - Ven… por favor… sólo un momento, ven – Jong woo hizo una mueca, suspiró y se acercó a él.
Seo Moon Jo lo cogió y lo sentó en sus piernas, empezando a recordarle cosas de los momentos vividos en el Edén, en esa habitación, en la nueva pensión, todo lo que pasaron, etc luego dijo: - Parece mentira que ahora tú, mi inocente Jong woo, ya no seas el mismo, y que ahora estés conmigo, todo me parece un sueño, un sueño del que no quiero despertar… tú me odiabas y mucho e incluso me tratabas muy mal, llegando a pelearnos, y ahora… ahora te tengo aquí conmigo, sentado en mis piernas, te puedo tocar, te puedo besar, te puedo hacer el amor… y me sigues volviendo muy loco, pequeño… - Jong woo se sonrojó, mirando para abajo, sonriendo, Seo Moon Jo se mordió el labio, le levantó la barbilla y suavemente lo empezó a besar, mientras lo echaba para atrás, tumbándolo en la cama.
Entre beso y beso, Seo Moon Jo empezó a excitarse y fue besándolo más agitadamente, recorriendo su cuello con sus besos y su lengua, metiendo sus manos debajo de la camiseta de Jong woo, acariciándole el pecho y concentrándose en sus pezones, haciendo gemir y estremecer a Jong woo, que estaba con los ojos cerrados, sintiendo en sus partes la erección de Seo Moon Jo junto con su erección y más lo excitaba. Seo Moon Jo recorría su cuerpo con sus besos, debajo de la camiseta, hasta llegar al broche del pantalón, se lo iba a desabrochar para quitárselo cuando Jong woo abrió los ojos, dándose cuenta que uno de los inquilinos estaba parado en la puerta, mirándolos boquiabierto, Jong woo intentándose separar de él, empezó a susurrar: - Moon Jo para, para… nos están viendo… - Seo Moon Jo abrió los ojos y miró rápidamente, enseguida el inquilino se retiró de la puerta, yéndose hacia el mostrador. Seo Moon Jo miró para abajo, todavía encima de Jong woo y dijo: - Joder… - Los dos se colocaron la ropa y salieron de la habitación.
Seo Moon Jo tragó saliva y se acercó al inquilino, preguntándole: - Eem… ¿desea usted algo? – El inquilino respondió: - Que… entiendo que no pueda poner cámaras en las habitaciones, pero necesito una cámara al menos en mi habitación, no quiero que nadie vuelva a entrar y menos que me roben – Seo Moon Jo asintió diciendo: - Está bien, haré lo que pueda… y, le pido disculpas por lo que acaba de presenciar… lo siento mucho… - El inquilino asintió, sin decir nada más y se fue a su habitación.
Seo Moon Jo miró a Jong woo y suspiró preguntando: - Uf… ¿cuánto falta para cerrar? No puedo más, no me aguanto… te recuerdo que me prometiste algo… - Jong woo miró la hora riéndose y dijo: - Queda una hora, no te preocupes no se me ha olvidado… aguanta un poco más, ya queda poco amor – Seo Moon Jo resopló, echándose sobre el mostrador, y apoyó su cabeza en sus brazos, cerrando los ojos, diciendo: - Siento que no voy a aguantar… necesito salir de aquí ya… - Jong woo se quedó pensando y sonrió, mordiéndose el labio, respondió: - Bueno, si no aguantas… puedo darte un aperitivo… - Seo Moon Jo se negó, sin cambiar su postura sin ni siquiera abrir los ojos, diciendo: - No, aquí no se puede, es imposible, no se puede hacer nada… - Jong woo no respondió.
Seo Moon Jo abrió los ojos cuando de un momento a otro, sintió la cremallera de su pantalón bajarse, Jong woo estaba debajo de él, escondido detrás del mostrador, sacó su miembro y se lo empezó a chupar, Seo Moon Jo se incorporó, agarrándose a los bordes del mostrador, diciendo: - Joder… uf… sí… me gusta… me gusta… ay pequeño sigue… uf… - La entrada a la pensión estaba al lado del mostrador, por lo que perfectamente se podía ver la calle, esto le excitó aún más, dándole mucho morbo sin dejar de gemir.
De repente, se dio cuenta que una pareja joven estaban por entrar en la pensión, Seo Moon Jo miró abajo y susurró: - Pequeño… detente, viene alguien… para por favor… - Jong woo lo miró y sonrió, cerró los ojos, metiéndose el miembro hasta el fondo y succionando fuertemente el glande, lo que estremeció a Seo Moon Jo, volteando los ojos de placer, casi cerrándolos y dando un fuerte gemido, diciendo: - Dios… sí… ay señor… cariño… para… - Jong woo respondió: - Shhh… calla, disimula y disfruta mi amor… - La pareja entró en la pensión, acercándose al mostrador, preguntando por una habitación.
Seo Moon Jo tragó saliva, conteniéndose las ganas de gemir, explicándole las cosas, diciendo: - El precio de la habitación son… 400 dólares, la cocina está abajo… uf… así… eeem… los baños son compartidos… aunque si, si vienen mañana… se los podré enseñar mejor, es que… ya mismo voy a correr… digo cerrar, cerrar la pensión, los inquilinos necesitan descansar… joder… uf… - Los dos jóvenes estaban algo extrañados por su comportamiento, el novio de la chica, frunció el ceño y le preguntó, mirándolo: - Oiga, señor ¿se encuentra bien? ¿le ocurre algo? – Seo Moon Jo asintió sin poder aguantar más, diciendo: - Sí, sí… no se preocupe… uf… es que… dios… ay madre… es que estoy algo indispuesto. Mañana… venid mañana, por favor… mañana le enseño la pensión – La pareja asintió, confusa y extrañada, yéndose de la pensión.
Minutos después de que la pareja saliese, Seo Moon Jo se estremeció y se agarró aún más fuerte al borde del mostrador, sintiendo cada vez más cerca ese cosquilleo, y sin dejar de mover la pelvis en la boca de Jong woo decía: - Así… así… mi amor… sigue… me voy… sigue… uf… - Seo Moon Jo llegó al clímax, teniendo un fuerte orgasmo, corriéndose en la boca de Jong woo.
Seo Moon Jo apoyó su frente en el mostrador, dejando caer sus brazos, intentando recuperar el aliento, las piernas le flaqueaban, Jong woo le colocó el pantalón, se levantó mirándolo y relamiéndose el labio, preguntó: - ¿Disfrutaste mucho, verdad? – Seo Moon Jo se rio, asintiendo y resoplando mientras se sentaba en la silla diciendo: - Demasiado morbo… demasiada excitación… no sé ni lo que le dije a esas personas, me parece que le dije que viniesen mañana – Jong woo se empezó a reír y dijo: - Mañana es tu día libre, amor, mañana cerramos la pensión… - Seo Moon Jo se tapó la cara con las manos riéndose y diciendo: - Ay no… me descontrolaste por completo – Los dos se miraron riéndose.
Llegó la hora de cerrar, los dos se prepararon, salieron de la pensión y cerraron las puertas. Cabe decir que cada inquilino tenía su propia llave de la pensión para poder salir y entrar cuando quisieran.
Jong woo se detuvo en mitad de la calle, mirándolo y le preguntó: - Bueno… ¿adónde vamos? Tú dirás… ¿vamos directamente a eso, o cenamos algo primero? – Seo Moon Jo sonrió pícaramente y preguntó: - ¿Y si cenamos y nos emborrachamos…? Así me gusta más a la hora de hacer algo… - Jong woo se quedó boquiabierto diciendo: - ¿Emborracharnos? ¿Aún no te acuerdas lo que pasó la última vez? No… yo paso, no me gusta así – Seo Moon Jo lo cogió de la cintura, pegándolo a él, riéndose y respondió: - Bueeno… eso lo hice queriendo, quería averiguar si era cierto lo que leí en tu diario, pequeño… pero ahora… - Jong woo le interrumpió, separándose bruscamente de él, sobresaltado, gritando: - ¡¿Leíste… qué? ¡¿Leíste mi diario?! – Seo Moon Jo se mordió el labio, arrepintiéndose de lo que había dicho, no se había acordado que él no sabía que había leído el diario, se le había escapado, miró para abajo, rascándose la cabeza y susurró: - Ups… se me escapó, no debería haber dicho nada del diario… - El chico enfadado le pegó en el brazo, diciéndole: - ¡¿Por qué lo leíste?! ¡Es privado! ¡Me dijiste que no lo habías leído! – Seo Moon Jo se defendió, señalándole y dijo: - ¡Oye, no es tu culpa que vayas dejando tus cosas por ahí tiradas en el suelo! – Jong woo gritó: - ¡Se me cayó de la maleta! Además… ¿cómo y por qué tuviste que leerlo? ¡No era tuyo! ¡Esas cosas son privadas! ¡Y encima me mentiste! – Seo Moon Jo tragó saliva, sin saber qué decir, Jong woo se tocó la cabeza y respondió: - Mira, déjalo, me duele la cabeza, se me quitaron las ganas de todo… me has arruinado la noche, Seo Moon Jo. Me voy a casa, ahí te quedas… ¡déjame en paz! – Jong woo empezó a andar, camino a la casa, mientras Seo Moon Jo, arrepintiéndose de haber leído el diario y delatarse a sí mismo, se puso triste y dijo: - Amor… lo siento, perdóname… ven… - El chico hizo caso omiso siguiendo su camino.
Jong woo llegó a la casa, cerrando la puerta, dejando a Seo Moon Jo en la calle, caminando a pocos metros, detrás de él.
Seo Moon Jo se encontró con la puerta cerrada y, solo habían salido con una llave.
Llamó a la puerta, diciendo: - Amor, lo siento… ábreme… - Sin respuesta, pero él sabía que el chico estaba detrás de la puerta, suspiró y apoyando la cabeza en la puerta dijo: - Cariño… pero, ¿por qué te enfadas? Ya lo sé todo y además me lo dijiste tú, tuviste el valor de decírmelo a quedarte callado… por favor perdóname, pequeño, venga… - Seguía sin abrirle, Seo Moon Jo tragó saliva, suspiró, apunto de llorar, se dio la vuelta, apoyando su espalda en la puerta y casi con las lágrimas afuera, empezó a decir: - Jong woo sé que hice mal, lo siento, estamos teniendo nuestra primera crisis de pareja y, yo… me quiero morir y todo esto por un puto diario… me gustó todo lo que escribiste sobre mí, en serio, me pusiste nervioso, sentí mil cosas por dentro cuando leí todo eso. Me enamoré de ti el primer día en que tú y yo nos conocimos en la azotea del Edén, mientras me explicabas tus historias… y te sigo amando e incluso más todavía, estoy muy enamorado de ti, pequeño ¿me escuchas? ¡Este puto imbécil asesino psicópata está locamente, profundamente y jodidamente enamorado de ti! que si algo malo te llegase a pasar soy capaz de quitarme la vida porque mi vida sin ti es una puta mierda, te necesito conmigo, sólo me importas tú, te amo muchísimo, Jong woo, te amo más que a mi propia vida, lo siento… de veras… te amo… ahora, ya haz lo que tú quieras, yo no sé qué más decirte… - Seo Moon Jo empezó a llorar, sentándose en el escalón de la casa, con las manos tapándose la cara, no se imaginaba su vida sin Jong woo a su lado.
Jong woo abrió la puerta, mirándolo, sin decir nada.
Se acercó a él, abrazándolo, le secó las lágrimas y lo empezó a besar lentamente, diciéndole: - Perdón… amor… lo siento, vamos entra a casa… no llores, ven… - Seo Moon Jo se levantó y abrazó al chico, sintiendo el abrazo, dando un fuerte suspiro con los ojos cerrados y apoyando su cabeza en su cuello dijo: - Te amo mucho Jong woo te amo… te necesito a mi lado ahora y siempre, sin ti nada tiene sentido mi amor, mi pequeño Jong woo… te amo… -
Entraron en la casa, cenaron algo rápido y, se quedaron en la cama los dos abrazados acurrucados, mirándose, besándose, haciéndose caricias y hablando en susurros, hasta que se quedaron dormidos.
Pasaron 3 meses.
Seo Moon Jo, mejoró un poco más la vigilancia y la seguridad en la pensión, poniendo cámaras de vigilancia e incluso normas y condiciones a cumplir, para evitar ciertos problemas entre los inquilinos.
También seguía pensando en un plan para aniquilar a Byron, ya que, a pesar de sus advertencias y amenazas, parecía que todo le daba igual, estaba continuamente persiguiendo, acechando, mirándolo, y queriendo estar y hablar con Jong woo, ya se había convertido en un acosador y siempre estaba queriendo saber de él en cada momento. Jong woo intentaba no darle bola y pasaba de él e incluso varias veces se enfrentó y encaró con él para que lo dejase en paz, pero él seguía en las mismas, a pesar de amenazarle con echarlo de la pensión si continuaba en el mismo plan, parecía haberse obsesionado con Jong woo.
Al cabo de los días, por la tarde, estaban los dos en la pensión, cuando escucharon una pelea proveniente de la sala de la televisión, Seo Moon Jo fue a ver qué es lo que sucedía para intentar solucionarlo.
Jong woo estaba en el mostrador arreglando unos papeles y anotando cosas en la agenda de la pensión, cuando le dio por mirar un segundo a la puerta, quedándose sin habla y con la cara descompuesta al ver quién estaba apunto de entrar en la pensión. Se puso nervioso, pensando: - No puede ser, ese hombre es… es… no, no, es imposible, me dijo que lo había matado, ¿me ha mentido? No puede ser, esto no es real… - El hombre que estaba por entrar en la pensión, parecía el mismísimo Gi Hyeok, el antiguo novio de Seo Moon Jo, al que él había matado con sus propias manos. Los ojos de Jong woo no daban crédito a lo que estaba viendo.
El hombre entró, acercándose al mostrador, sonrió y dijo: - Hola buenas, verá tuve problemas en un sitio del que vengo y me gustaría saber cuánto costaría una habitación en esta pensión, ¿cómo está la cosa por aquí? – Jong woo tragó saliva, mirándolo sin responder, aún boquiabierto, pensando: - ¿Cómo es que no me reconoce? No lo entiendo, nos conocimos en el Edén, ¿se le borró la memoria o qué? – El hombre, al ver que no le respondía, frunció el ceño moviendo la mano, preguntando: - ¿Hola? ¿Se encuentra bien? Le estoy hablando, chico… - Jong woo empezó a balbucear y tartamudear, diciendo: - Eem… sí, sí, perdón… tenemos habitaciones libres, son 400 dólares, los baños y la cocina se comparten… - El hombre asentía escuchando, Jong woo no pudo aguantar más su curiosidad y preguntó: - Perdón, pero… ¿usted no se acuerda de mí? nos conocimos en el Edén… ¿qué hace por aquí? ¿cómo es que está vivo? – El hombre confuso, hizo una mueca y preguntó: - ¿Qué? Pero, ¿de qué hablas, chico? Me estás asustando, yo no te conozco de nada… ¿qué es el Edén? Eres muy extraño… - Los dos no sabían qué decir.
Seo Moon Jo iba de regreso por el pasillo, sacudiéndose las manos, mirando para abajo, cuando miró al frente, quedándose de piedra al ver de lejos a ese hombre cerca del mostrador, se detuvo pensando lo peor, pensando si acercarse o no, pero decidió dar la cara.
Llegó hasta el mostrador, Jong woo salió corriendo a los brazos de Seo Moon Jo diciendo: - Amor, ayúdame, no me reconoce, no sé qué hace aquí… ¿qué está pasando? ¿por qué me mentiste? – El hombre miró a Seo Moon Jo, quedándose boquiabierto, preguntando: - ¿Moon Jo? ¿Seo Moon Jo? – Jong woo seguía abrazado a él, Moon Jo intentó calmar al chico, diciendo: - Tranquilo amor, no es quién crees… - Seo Moon Jo se acercó al hombre, estrechándole la mano, fingiendo una sonrisa, saludando y dijo: - Hyeok Min… qué de tiempo sin verlo, no sabía que usted vivía por aquí… - Jong woo los miraba confuso sin entender nada, Seo Moon Jo miró al chico y lo abrazó sonriendo: - Pequeño, éste es Hyeok Min es el hermano gemelo de Gi Hyeok… se me olvidó comentarte ese pequeño detalle, perdón… - Jong woo sorprendido, dijo: - ¿Qué? ¿Hermano gemelo? ¿tu ex tenía un hermano gemelo? – Hyeok Min sonrió preguntando: - Ah ¿tú eres Jong woo? Con razón te confundiste… - Seo Moon Jo apretó al chico en su pecho, frunciendo el ceño mirando a Hyeok Min preguntando: - ¿De qué, por qué y cómo lo conoce y sabe su nombre? – Hyeok Min se empezó a reír y dijo: - Mi hermano me habló de un tal Jong woo que había entrado nuevo en su pensión y que, a raíz de él, tuvisteis problemas… entonces, ¿sois pareja? – Jong woo miró a Seo Moon Jo preguntando: - ¿De qué tipo de problemas habla? ¿qué dice? – Seo Moon Jo suspiró y lo miró, sonrojándose, diciendo: - Amooor… ya sabes… tú me gustabas… por eso tuve problemas con él… - Jong woo se mordió el labio, riéndose y respondió: - Oh… ah ya… perdón… - Hyeok Min sonrió al verlos y preguntó: - Dime la verdad… ¿dejaste a mi hermano por él, verdad? – Seo Moon Jo suspiró, refregándose los ojos harto de la situación y preguntó: - Hyeok Min… ¿a qué viniste? – Hyeok Min respondió: - Sólo buscaba una habitación, creo que me quedaré aquí cueste lo que cueste, al menos os conozco… por cierto… no sé nada de mi hermano desde hace años, sinceramente no me llevaba bien con él, hace poco me enteré que hubo un incendio en el Edén, pero no he vuelto a saber de mi hermano, ni se ha puesto en contacto conmigo, no logro localizarlo… ¿tú sabes algo? – Seo Moon Jo mirando las hojas de la agenda de las habitaciones, y tranquilamente, como si nada, sin mirarlo, respondió: - Gi Hyeok está muerto y enterrado bajo tierra, yo mismo me encargué de hacerlo desaparecer, no valía para nada, sólo hacía estropearme mis planes… no respetaba mis normas – Hyeok Min enmudeció, quedándose sin palabras y boquiabierto y dijo: - ¡¿Qué?! ¡Hijo de puta! ¡Yo te mato! ¡Era mi hermano! ¡¿por qué le hiciste eso?! ¡Yo te mato! ¡Juro que te mato! ¡Asesino cabrón, hijo de puta, mal nacido! ¡Eres el mismísimo demonio! ¡Te voy a matar! – Hyeok Min se dirigió a él para pegarle una bofetada, tenía ganas de matarlo por haber asesinado a su hermano, a su familia, pero antes de que pudiese pegarle o hacerle algo, Hyeok Min sintió una fuerte puñalada por la espalda, cayendo en seco al suelo, muriendo al instante, formando un charco de sangre. Jong woo se quedó inmóvil, mirando a Hyeok Min en el suelo, con la navaja en la mano, temblándole, goteando sangre.
Seo Moon Jo se quedó boquiabierto mirando el cuerpo inerte de Hyeok Min, diciendo: - ¡Jong woo, ¿qué hiciste?! ¡Joder, estamos en la pensión! – Jong woo empezó a tartamudear respondiendo: - Yo… yo no sé lo que hice… yo quise protegerte, me entró miedo… creí que te iba a matar y quise impedirlo… no quiero… no puedo estar sin ti… me puse nervioso y le clavé la navaja… por protegerte… - Los inquilinos escucharon jaleo y se asomaron al pasillo, Seo Moon Jo escondió el pie de Hyeok Min para que no se viese, los miró diciendo que no pasaba nada, que todo estaba en orden, todos regresaron adonde estaban.
Seo Moon Jo miró a Jong woo y le dijo: - Encárgate tú de limpiar la sangre, que yo me encargo de Hyeok Min, me lo llevaré a la fábrica abandonada, procurando que nadie me vea, venga… - Jong woo asintió, cogiendo la fregona.
Seo Moon Jo cogió de los brazos a Hyeok Min, miró afuera en la calle procurando no ser visto y se lo llevó poco a poco a la fábrica abandonada.
Entró en la sala, dejándole en una de las esquinas, y se fue a lavarse las manos y como si el otro le pudiese escuchar, empezó a decir: - ¿Sabes, Hyeok Min? En realidad me alegro que estés muerto, tarde o temprano te hubiese hecho desaparecer, porque no me conviene tenerte vivo… ah y otra cosa, tu hermanito no respetó mis normas y encima se fijó en el chico que me gustaba, sí, a él también le gustó Jong woo y eso, yo no lo podía permitir, empezó a estropearme todos mis planes con él, y por eso lo tuve que matar… - Miró a Hyeok Min y se acercó a él, se agachó y dijo: - No sabías dónde estaba tu hermanito, pues ya estás con él… ¡púdrete imbécil! – Salió de la sala, cerrando la puerta y regresó a la pensión.
Se encontró a Jong woo llorando desconsoladamente, mientras limpiaba la sangre con la fregona, Seo Moon Jo le quitó la fregona al chico, dejándola en una esquina y lo abrazó consolándolo, Jong woo suspiró entrecortado, aún llorando en el pecho de él mientras lo abrazaba con fuerza.
Jong woo empezó a decir, sollozando: - Lo siento, lo siento… empezasteis a discutir y yo… yo no sabía qué hacer… cuando ví que se abalanzó a ti diciéndote esas cosas me quise morir… tuve que hacerlo, tuve que hacerlo, quiero estar contigo… no quiero que me faltes nunca… yo me muero… - Seo Moon Jo le acarició el cabello diciendo: - Amor ya… tranquilo, hiciste lo correcto, no pasa nada, gracias por salvarme, te amo muchísimo mi amor, no llores pequeño… - Jong woo asintió, quedándose unos minutos más abrazado a él.
Seo Moon Jo decidió cerrar la pensión un poco antes, por el estado del chico. Jong woo necesitaba calmarse y estando allí, sólo se comía la cabeza una y otra vez. Se fueron a la casa.
Pasaba el tiempo, y Byron seguía igual, súper obsesionado con Jong woo y acosándolo todo el tiempo.
Un día, como cualquier otro, ya fue el colmo para Seo Moon Jo cuando Jong woo le comentó que Byron estuvo apunto de querer besarle en la boca, pero éste se lo impidió dándole un guantazo en la cara.
Una de las tardes, antes de cerrar la pensión, Seo Moon Jo miró a Jong woo y le dijo: - Encárgate de cerrar la pensión, cuando cierres reúnete conmigo en la fábrica, tenemos que hablar seriamente. Me voy antes para ir preparando unas cosas – Jong woo asintió, quedándose solo en el mostrador, mirando de vez en cuando, temiendo ver aparecer a Byron por los pasillos.
Cuando llegó la hora de cerrar, Jong woo empezó a recoger el mostrador, apagó la luz del mostrador, dejando encendida la luz del pasillo, y justo cuando iba a cerrar las puertas de la pensión, vio aparecer corriendo hacia él a Byron gritando: - ¡Jong woo espera! – Jong woo tragó saliva, y esperó, Byron salió de la pensión, mirándolo y sonriendo le preguntó: - ¿Ya te vas? ¿y tu novio? – Jong woo cerró las puertas y guardándose las llaves, preguntó: - Byron… ¿qué quieres? – Byron volvió a preguntar: - Ah… ¿tienes prisa? Voy a ir a tomar algo, ¿te vienes? – Jong woo se negó diciendo: - No… ni quiero… tengo cosas más importantes qué hacer – Jong woo empezó a caminar, deseando que el muchacho se fuese si no no podría entrar a la fábrica abandonada, Byron se empezó a reír y respondió: - Ah bueno, pues otro día será… ¿adónde vas? Te acompaño – Jong woo suspiró y lo miró preguntando: - ¿No ibas a tomar algo por ahí? – Byron miró la hora y respondió: - Bueno, es temprano, aún no tengo hambre… - Jong woo asintió y resopló mientras caminaba, con Byron al lado.
Seo Moon Jo miró la hora y vio que Jong woo estaba tardando más de lo normal y quiso asomarse afuera de la fábrica abandonada, llegó hasta la esquina y vio acercándose a Jong woo, que iba cabizbajo, al lado de Byron. Seo Moon Jo frunció el ceño diciendo: - Este chico es una pesadilla… no se cansa nunca… - Se acercó a ellos, y dijo: - Byron… ¿otra vez tú…? – Byron se detuvo paralizado al ver a Seo Moon Jo enfrente de él mirándolo con furia. Jong woo se acercó a Seo Moon Jo, sin decir nada y lo abrazó. Seo Moon Jo gritó: - ¡Fuera! ¡No sé ya cómo decirte que te alejes de Jong woo! – Byron respondió: - Sí bueno… mejor me voy… sí ya… adiós… - Cuando se alejó, Seo Moon Jo miró a Jong woo, él lo miró y dijo: - Lo siento por tardar… - Seo Moon Jo sonrió y lo abrazó diciéndole: - No te preocupes, ¿estás bien? – Jong woo asintió besándolo.
Entraron en la fábrica abandonada, dirigiéndose a la sala expresamente de ellos dos.
Jong woo se sentó en el sofá, resoplando, cerrando los ojos, estirándose, Seo Moon Jo se acercó a sus muebles y cogió un cuaderno lleno de anotaciones escritas por él mismo y, se sentó en el sofá, mientras le echaba un vistazo. Jong woo lo miró y bostezando, preguntó: - ¿Qué es lo qué pasa, amor? – Seo Moon Jo sin separar la vista de su cuaderno, empezó a decir: - Byron es muy extraño, ¿no te parece? Creo que esconde algo, tenemos que averiguar su secreto… necesito crear algo que lo haga hablar para saber qué esconde y cuál es el interés que tiene en ti… sinceramente no me da muy buena espina… oculta algo, lo sé – Jong woo frunció el ceño y respondió: - Creo que exageras… además, ¿por qué no se lo preguntamos directamente? En vez de estar comiéndote la cabeza en hacer esas cosas… creo que sería más fácil preguntárselo – Seo Moon Jo cerró el cuaderno, se lo metió debajo del brazo, y se levantó del sofá, negándose, diciendo: - Si Byron esconde algo, por mucho que le preguntemos no va a decir nada, vamos al laboratorio… - Se dirigieron a la otra sala.
Seo Moon Jo cerró la puerta, cuando Jong woo entró.
Se lavó las manos y se dirigió a su mesa de experimentos mientras el chico lo seguía, apoyándose en la mesa, observando lo que iba a hacer.
Empezó a mezclar líquidos, diluir pastillas, con una jeringa calculaba las cantidades, etc, miró a Jong woo y le dijo: - Pásame ese ungüento de ahí, por favor, ese bote amarillo… - Él asintió, mirando los botes y le pasó el que le había indicado. Jong woo le preguntó: - ¿Crees que funcionará todo lo que estás haciendo? – Seo Moon Jo se encogió de hombros y dijo: - Lo he calculado todo perfectamente, en teoría tendría que funcionar, y si no funciona y se muere, pues… uno menos, no pasa nada, él es un caso perdido – Al decir esto último empezó a reírse, Jong woo se tapó la cara, apoyado en la mesa, diciendo: - Me temo que esto no va a salir bien… - Siguió elaborando líquidos, y respondió: - Esto… lo hago por ti, por mí y por proteger nuestra relación, hay que saber contra quién nos estamos enfrentando, hay que estar preparados, por eso estoy haciendo esto – Jong woo asintió, dejándolo trabajar sin hacer más preguntas, sólo se dedicó a observarlo en silencio.
Pasó 1 hora.
Seo Moon Jo sonrió y dijo: - ¡Terminado! ¡Ya lo tengo! – Jong woo, que estaba con el cuerpo casi echado sobre la mesa, esperando, se incorporó sonriendo, y se quedó un poco confuso al ver dos botes completamente diferentes, frunció el ceño y preguntó: - ¿Por qué hay dos botes de líquidos? ¿Para qué sirven? En serio… ¿crees que funcionará? – Seo Moon Jo cogió un vaso pequeño y un botellín vacío, como de cerveza o refresco, y se los llevó a la mesa, diciéndole: - Tranquilo, de que funcione correctamente y se lo beba te vas a encargar tú, ven a la mesa, te explicaré todo esto… - Jong woo lo siguió hasta el sofá, negándose y moviendo la cabeza, gritando: - ¡¿Qué?! ¡No, ni de coña! ¿por qué tengo que ser yo…? – Los dos se sentaron en el sofá, Seo Moon Jo le respondió mirándolo: - Él está interesado en ti, creo que puedes jugar con él, incitándolo a que se lo beba, seguro que se te ocurre algo para que todo esto funcione, confío en ti, pequeño… te explico todo esto – Jong woo resopló fuertemente, mordiéndose el labio, algo serio y asintió.
Seo Moon Jo, señalando los recipientes y los botes de líquidos, le empezó a explicar: - Escúchame atentamente, mañana, en este vaso pequeño echaré un líquido mezclado con somníferos, se mareará y quedará dormido, tiempo que nos dará para llevárnoslo a la fábrica abandonada, sin que él pueda sospechar, peero antes de que se quede dormido tienes que hacer que se beba este otro líquido, que es lo que contiene lo que queremos, esto lo hará hablar sin acordarse luego qué es lo que pasó. Invéntate lo que sea, haz lo posible por hacer que se tome estos líquidos. Otra cosa, te pondré a ti también como si fuese una bebida entre amigos, pero… es imprescindible que por nada del mundo te lo tomes, por mucho que él te lo pida, tienes que hacer que Byron se lo beba sí o sí. ¿Alguna duda? – Jong woo nervioso, se levantó, moviéndose y negándose, diciendo: - No, no, no, esto no va a salir bien, no me gusta… es demasiado complicado… no va a funcionar… dios es muy difícil, no creo que pueda hacerlo… - Seo Moon Jo se levantó y abrazó al chico, intentando calmarlo, lo miró a los ojos y dijo: - Amor… mi amor, yo confío en ti, por eso te elegí, por eso gobierno tu mente… eres perfecto, cariño, sé que lo harás bien, todo va a salir bien, no te preocupes amor, te amo – Jong woo se abrazó a él, diciendo: - Tengo miedo… - Seo Moon Jo le dijo, acariciándolo: - No te va a pasar nada, tranquilo, todo va a salir bien, yo estoy de tu lado, me tienes a mí, pequeño… -
Al día siguiente, antes de abrir la pensión, Seo Moon Jo fue a la fábrica abandonada a por los experimentos y regresó a la pensión para abrir la puerta, con Jong woo, que lo esperaba en la puerta, medio dormido, aún.
Entraron los dos, vigilando los pasillos y las salas, para cerciorarse que todo estuviese en orden, sin ningún problema entre los inquilinos, ya no se fiaban a pesar de tener la pensión más controlada.
La mañana estaba pasando tranquila, Jong woo estaba nervioso pensando en la manera de hacer que se bebiese todo el mejunje y, en las palabras que debería usar.
Desde que entraron a la pensión, Byron no apareció por ningún lado ni siquiera salió a saludarlos como siempre hacía, con tal de ver a Jong woo, eso se le hizo raro a los dos, tal vez no se encontraba en la pensión.
Llegó la hora de almorzar, cuando Byron entró como un rayo por la puerta de la pensión, buscando con la mirada a Jong woo, al verlo lo saludó alegremente, sonriendo, ignorando a Seo Moon Jo, que no dejaba de mirarlo.
Como si fuesen amigos de toda la vida, Byron muy feliz mirándolo, le dijo a Jong woo: - ¡Amigo, encontré trabajo! – Jong woo hizo una mueca y respondió, sin importarle lo más mínimo: - Felicidades… me alegro… - Byron sonrió y le dio un codazo a Jong woo diciendo: - Oyeee, no sabía que eras el encargado del restaurante, voy a empezar a trabajar ahí, ahora seremos amigos y compañeros, ¿no es alucinante? Los dos trabajando en el mismo bar, ¡qué guay! ¡Nos lo vamos a pasar muy bien juntos! – Seo Moon Jo movió la cabeza, mordiéndose la lengua y conteniéndose las ganas de reventarlo y matarlo ahí mismo. Jong woo boquiabierto, enmudeció, no podía dar crédito a lo que estaba escuchando, no sólo tenía que soportarlo aquí en la pensión, si no también en el trabajo. Byron se empezó a reír mirándolo y dijo: - Sí… ya sé te quedaste sin palabras, será divertido estar los dos juntos, ¿no es genial? ¡Ay estoy tan feliz! – Jong woo tragó saliva y asintió, todavía intentando procesar la situación. Byron se fue a su habitación dando saltos de alegría.
Jong woo, sin saber qué decir, miró a Seo Moon Jo y, éste se empezó a reír a carcajadas, diciendo: - ¡Qué guay tu compi, ¿no?! Ahora vais a ser muy amigos, inseparables, diría yo… - Jong woo agarró su móvil, negándose y dijo: - Me gusta mi trabajo, de hecho, me encanta, pero ni de coña voy a estar trabajando con ese idiota. Voy a llamar a mi jefa, ahora mismo. Ya te avisaré para que vayas preparando ese jarabe o lo que sea eso… - Llamó por teléfono a su jefa, inventándose cualquier excusa para poder dejar el trabajo, tuvo problemas ya que no podía dejar el trabajo, así como así y por teléfono, tenía que presentarse en el despacho de la jefa, que estaba oculto en el restaurante. Jong woo hizo todo lo posible por convencerla y no tener que ir hasta el restaurante, ya que, si iba, no iba a querer dejar el trabajo. Al cabo de 10 minutos, lo pudo solucionar.
Ya no trabajaría más en ese restaurante por mucho que le doliese, pero al menos tendría más tiempo libre para él, podría ayudar a Seo Moon Jo con la pensión y, lo más importante, tendría más tiempo para dedicárselo a Seo Moon Jo para poder estar con él todo lo que quiera.
Llegó las 19.30 horas de la tarde, Jong woo dijo: - Prepárame eso por favor… - Seo Moon Jo asintió, y miró por los pasillos, percatándose que nadie apareciese en esos momentos para poder prepararlo todo, en el mostrador sin equivocarse. Cogió los botes y los empezó a echar en su frasco correspondiente, preguntando: - ¿Tienes ya tu plan? ¿Tienes pensado lo que vas a decirle, para que se lo tome? – Jong woo se negó y dijo: - No, improvisaré, pero éste se lo toma sí o sí… no me va a andar jodiendo más – Seo Moon Jo asintió y dijo: - Imprescindible, por favor, te lo pido y te lo ruego, por mucho que él te lo pida que bebas con él, no te lo tomes, ni lo pruebes siquiera, esto es solamente para él, no te lo bebas. Vamos, voy a llevar esto a la cocina, lo tomaréis allí… - Jong woo asintió, y esperó en la puerta de Byron, a que Moon Jo regresara de la cocina, para llamar a la puerta.
Seo Moon Jo entró en la cocina, en ese momento no había nadie por lo que pudo dejar las bebidas encima de una de las mesas, sin problemas. Salió de la cocina y al pasar por el lado del chico, le hizo una seña indicándole que podía llamar a la puerta de Byron.
Seo Moon Jo regresó al mostrador.
Jong woo cerró los ojos, respiró profundamente y se armó de valor, dando dos golpecitos en la puerta.
Byron abrió la puerta y sonrió al ver a Jong woo, preguntándole: - ¿Qué tal, compi? ¿qué sucede? Me alegra tu visita en mi habitación – Jong woo tragó saliva y fingiendo estar triste, respondió: - ¿Podemos hablar? Necesito un amigo… no estoy muy bien… - Byron abrió los ojos, preocupándose y dijo: - ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien? Ay no me digas eso… me preocupas… ¿qué te pasa? – Jong woo siguió improvisando: - Hablemos en la cocina… es… sobre mi novio y aquí, nos puede escuchar… tengo problemas con él… - Byron movió la cabeza, suspirando, asintió, cerrando la puerta y se fue con él a la cocina, abrazándolo mientras Seo Moon Jo miraba de lejos, no gustándole ese abrazo.
Al llegar a la cocina, Byron vio las bebidas en la mesa, y acercándose a ellas, sonrió y preguntó: - Anda, ¿y esto? – Jong woo sentándose en la silla, dijo: - Lo preparé yo, para nosotros dos… ¿puedo hablar ya contigo? De verdad, es que no sé con quién hablar, por eso he recurrido a ti… - Byron asintió, sentándose con él, y escuchándolo.
Jong woo volvió a improvisar: - Byron… como ya sabrás, soy homosexual y mi novio es Seo Moon Jo, y ya que te tengo a ti, necesito hablar contigo, esto es serio… tengo problemas con mi novio… últimamente siento que ya no es lo mismo, por parte de los dos, él ya no me quiere como antes, está muy distante conmigo, a veces siento que me ignora o me desprecia, e incluso parece que me odia, y yo… intento arreglar las cosas pero cada vez es más difícil y tengo muchas discusiones con él a raíz de eso… él me dice que todo sigue igual, que él no ha cambiado pero yo lo veo con mis propios ojos que ya no es lo mismo… y es que, también lo mío con él está fallando porque… me está gustando mucho una persona hasta el punto de obsesionarme, de pensar en él cuando estoy con mi novio, de pensar que sus besos son los suyos y eso me está rayando mucho… creo que debería dejarlo, pero a la vista de cómo está la situación no sé cómo va a reaccionar… tengo miedo, Byron… ¿qué crees que debería hacer? – Jong woo empezó a temblar, arrepintiéndose profundamente por todas las mentiras tan crueles que había improvisado, que tan sólo deseaba que Seo Moon Jo no estuviese escuchando nada. Esto no le estaba gustando, le estaba doliendo mucho tener que improvisar con esas cosas.
Byron suspiró y empezó a decir: - Mira, te voy a ser muy sincero… tu novio me cae mal, fatal, es muy extraño… con esa mirada tan terrorífica que tiene, es un creído, muy egoísta, celoso, posesivo, arrogante… creyéndose superior a los demás… lo odio muchísimo de verdad, por eso lo ignoro, para mi tu novio no existe, yo si fuera tú lo dejaría de inmediato, tíos así no valen la pena, además que podría ser tu padre… ¿cuántos años tiene ese hombre? ¿50 años? Dios si tiene hasta canas… mira, en serio… si todo esto que me has dicho es verdad, déjalo no te conviene, tú te mereces a alguien mejor y aparte, también porque si te gusta otra persona no puedes estar engañándote a ti mismo… por tu bien y por tu salud, deja a Seo Moon Jo – Jong woo entró en pánico, estaba apunto de llorar, de reventarle la boca, de partirle la cara, de cargárselo allí mismo, pero tenía que seguir aguantando, miró para abajo y dijo: - Vaya… no sabía que lo odiabas tanto… lo siento… - Byron puso la mano encima de la suya y le dijo: - Perdón por todo lo que te he dicho, pero es lo que yo pienso sobre él… hazme caso y deja esa relación… - Jong woo asintió y suspiró mirándolo y, haciéndose el tímido le dijo: - Bueno y… el caso es que quién me gusta… eres tú, Byron… - Jong woo no aguantaba más, sentía que en cualquier momento iba a reventar por dentro, sentía ganas de llorar, de huir, de que se le tragase la tierra, no le gustaba nada todo lo que estaba haciendo, y tan solo rezaba y rogaba a dios que por favor Seo Moon Jo no estuviese escuchando nada ya que su relación podría peligrar.
Byron tragó saliva, sin saber qué decir, sonrojándose, sonrió tímidamente mirando para abajo, Jong woo siguió diciendo: - Yo te gusto a ti… tú me gustas a mí… ¿por qué no empezamos a tener algo tú y yo y, así me aclaras las dudas si eres el hombre perfecto para mí? Piénsalo… cumplirías tu sueño de estar conmigo, de ser mi novio, Byron… - El muchacho sonrió, y asintió, acercándose a él respondiendo: - Me parece perfecto, te voy a hacer ver que estar conmigo es lo mejor que te va a pasar en la vida… - Lo quiso besar, pero Jong woo se lo impidió, fingiendo timidez, diciendo: - Aun no Byron… dame tiempo, es muy pronto… - Byron sonrió, mordiéndose el labio. Jong woo cogió su vasito pequeño y dijo, mirándolo: - ¿Brindamos por la nueva relación entre tú y yo? Por cierto la bebida es algo fuerte, quiero pasarla bien contigo… después de esto, tienes que beberte esto… te aseguro que verás las estrellas… ¿jugamos, lindo? – Byron sonrió, cogiendo su vaso, diciendo: - ¿Empezamos fuerte, eh? Me gusta, me gusta… - Byron brindó con él, se lo acercó a su boca y se lo bebió del tirón, empezándose a marear, Jong woo le acercó el botellín diciendo: - Rápido amor, bebe esto… vas a alucinar… - Byron se negó y respondió: - Esto ya es demasiado fuerte, tengo mareo… parece que tengo fatiga… uf… - Jong woo se mordió la lengua e intentando mantener tranquilos sus nervios, dijo: - Esto te lo quita y además te gustará más, rápido bébetelo, venga, quiero jugar… - Byron lo miró, asintiendo y cogió el botellín, preguntando: - ¿Tú no bebes? – Jong woo asintió cogiendo el botellín en la mano, haciendo el amago de llevárselo a la boca, mientras lo miraba, Byron cerró los ojos sonriendo y se tomó el botellín entero de un sorbo, cayendo repentinamente al suelo, rompiendo el botellín. Jong woo dejó el botellín lleno en la mesa y lo separó de él con asco, cerró los ojos, echándose bruscamente en la silla, resoplando, tapándose la cara y empezando a llorar por todo lo que había tenido que pasar. Lo había conseguido, aunque le había costado la propia vida.
De repente, Seo Moon Jo apareció en la cocina, con actitud seria, diciendo: - Vamos, corre, tenemos el tiempo justo… rápido – Jong woo se sobresaltó, haciéndosele un nudo en la garganta, no se esperaba que estuviera cerca de él, y sollozando, preguntó: - ¿Has… escuchado algo…? – Seo Moon Jo cogió a Byron, sin mirar a Jong woo y dijo: - Todo… lo he escuchado todo… ya hablaremos ¡ahora ayúdame! – Jong woo empezó a llorar más todavía, pidiéndole perdón una y mil veces, diciéndole que nada de lo que había dicho de él era cierto, Seo Moon Jo lo miró y respondió: - Sí, venga, muy bien, vale, dije que ya hablaremos de esto… ¡Venga! – Jong woo asintió, faltándole el aire, secándose las lágrimas, pero no dejaba de llorar mientras ayudaba a Seo Moon Jo, a coger a Byron, llevándolo hasta la fábrica abandonada.
Cuando llegaron, lo amarraron en una silla, dejándolo ahí hasta que se despertase y, se fueron a la sala de al lado para hablar.
Seo Moon Jo no le dirigía la palabra y Jong woo se estaba empezando a sentir muy mal, estaba entrando en pánico, se estaba empezando a marear, tenía el corazón a mil por hora, le faltaba el aire, se quería morir, por lo que no pudo aguantar más y se echó en el sofá a llorar desconsoladamente, diciendo: - No te debería de haber hecho caso, te odio, todo lo que le dije era mentira, me quiero morir, me odio a mi mismo, mi vida es una puta mierda… - Jong woo no dejaba de decir cosas mientras lloraba y lloraba, y Seo Moon Jo lo miraba serio sin decir ni una palabra.
Sin que Seo Moon Jo se lo esperase, Jong woo con un ataque de rabia, ira, ansiedad, y tristeza, se levantó del sofá, llorando, mientras caminaba a trompicones, se fue hasta un cajón del mueble, y empezó a rebuscar algo, Seo Moon Jo lo siguió con la mirada, Jong woo cogió una navaja y se la puso en la muñeca gritando: - ¡No quiero vivir! ¡Yo me quiero morir! ¡Esto no me puede estar pasando a mi! – Con la mano temblorosa, puso el filo de la navaja en la muñeca, Seo Moon Jo se levantó bruscamente, corriendo hacia él, gritando: - ¡Eh! ¡¿qué haces?! ¡Suelta eso! – Seo Moon Jo lo sujetó por detrás, agarrándole el brazo, intentándole quitar la navaja de las manos, pero Jong woo lo tenía agarrado demasiado fuerte, queriéndose cortar la muñeca, gritando: - ¡Déjame! ¡Suéltame! ¡Quiero morir! ¡Déjame! ¡Te odio, te odio, te odio! – Seo Moon Jo seguía forcejeando con él, intentándole quitar la navaja de las manos, gritando: - ¡Jong woo, para, basta! ¡No hagas tonterías! – Seo Moon Jo empezó a llorar, abrazado a él diciendo: - Amor, basta, por favor… soy yo quién debería de pedirte perdón por todo esto… perdón, lo siento, por favor no hagas estupideces, te amo, te amo, por favor sigue conmigo… te necesito… lo siento, cariño, lo siento, perdóname… suelta eso, quiero que estés conmigo… perdóname… - Con el forcejeo, los dos cayeron al suelo, haciendo caer bruscamente la navaja. Jong woo se quedó abrazado en el pecho de Seo Moon Jo sin dejar de llorar, abrazándolo muy fuerte y repitiendo una y otra vez: - Lo siento… te amo… tuve que improvisar… - Seo Moon Jo lo abrazó aún más fuerte, llorando y acariciándolo, dándole besos, respondió: - Perdóname tú a mi por hacer que hicieras todo esto… perdóname tú a mi por dudar de ti… lo siento, por favor perdóname, pequeño… - La palabra “pequeño” le volvía loco a Jong woo, cuando le decía así, se derretía por dentro, le encantaba, y sollozando sonrió diciendo: - Amo cuando me dices pequeño… - Seo Moon Jo entre lágrimas, empezó a reírse, y a él también le entró la risa, Jong woo levantó la cabeza, mirándolo y dijo: - Moon Jo… te amo, no me faltes nunca, por favor… - Seo Moon Jo sonrió y respondió: - Siempre estaré contigo, pequeño… - Lo cogió de la barbilla y lo besó, sintiendo aun su cara mojada de sus anteriores lágrimas.
Pasaron 20 minutos y Byron seguía sin despertar, Jong woo le preguntó: - ¿No se habrá muerto, no? Sabes que cada persona reacciona diferente a esas cosas… podría estar muerto… - Seo Moon Jo se encogió de hombros y levantándose del sofá, respondió: - Voy a ir a verle el pulso, no creo que esté muerto, lo calculé bien todo… ahora vuelvo -.
Seo Moon Jo entró en la otra sala, se acercó al muchacho que yacía inconsciente en la silla y le tomó el pulso con sus dedos, enseguida le notó el pulso y aún respiraba, sólo estaba profundamente dormido, no se enteraba de nada.
Seo Moon Jo le levantó la cabeza, con furia, pegándola a la silla y mirando su cara, preguntó: - ¿Qué mierda escondes? ¿Quién eres? – Jong woo se asomó y al verlo, preguntó: - Amor… ¿qué haces? Si tiene pulso déjalo, ya despertará… venía a decirte que deberíamos cerrar la pensión, te recuerdo que está abierta y además es hora de cerrar – Seo Moon Jo soltó a Byron bruscamente, y miró la hora asintiendo, luego dijo: - Está bien, iré yo, quédate aquí vigilándolo – Jong woo se fue rápido detrás de él, negándose y diciendo: - No, no, yo voy contigo, a mi no me dejas solo con él, no me fío ni un punto… - Seo Moon Jo sonrió asintiendo, esperándolo.
Los dos salieron de la sala, cerrando la puerta con llave y, se dirigieron a la pensión.
Entraron en la pensión, Jong woo fue recogiéndolo todo y apagando luces, mientras Seo Moon Jo se daba una vuelta por los pasillos y sus alrededores asegurándose que todo estuviese en calma y en silencio.
Una vez ya todo comprobado, recogido y apagadas las luces, salieron los dos de la pensión, cerrando las puertas.
Volvieron a la fábrica abandonada pero antes de entrar a la sala donde estaba el muchacho, escucharon ruidos y murmullos, Byron se había despertado.
Byron al verlos entrar, se asustó sobresaltándose y preguntó: - ¿Quiénes sois? ¿Dónde estoy? ¿Qué queréis? – Jong woo frunció el ceño y susurró: - ¿No nos recuerda? – Seo Moon Jo lo miró y en voz baja respondió: - Ahora mismo no sabe quiénes somos… - Se acercó a Byron y mirándolo, le dijo: - Aquí las preguntas las hago yo… ¿Cuál es tu nombre? – Byron no se opuso a nada y respondió: - Mi nombre es Byron Tumbler – Seo Moon Jo asintió y preguntó: - ¿Qué edad tienes? – De nuevo el muchacho respondió: - 27 años – Jong woo abrió la boca y dijo: - Será embustero… a mi me dijo que tenía la misma edad que yo… - Seo Moon Jo le pidió silencio y volvió a preguntarle: - ¿Qué buscas en Seo Moon Jo y Jong woo? – Byron respondió: - Venganza – Los dos se asustaron, sobre todo Jong woo que retrocedió sus pasos, alejándose y sin esperar respuesta, gritó con rabia: - ¡¿Quién cojones eres?! – A lo que Byron respondió: - Soy Byron Tumbler, hijo de Charles Tumbler – Seo Moon Jo miró a Jong woo, extrañado y le preguntó a Jong woo: - ¿Charles Tumbler? ¿Conocemos a ese? – Jong woo hizo una mueca igual de extrañado y confuso, pensando y negándose, diciendo: - Al menos yo… no sé quién es… no tengo ni idea… - Seo Moon Jo volvió a mirar al muchacho, volviendo a preguntar: - ¿Quién es Charles Tumbler? – Byron respondió: - Charles Tumbler es mi padre y es sobrino de Kim, ella fue la casera de una pensión – Los dos se quedaron sin palabras al escucharlo.
Seo Moon Jo se acercó a la puerta y abriéndola, dijo: - Jong woo ven, vamos a la otra sala… - Salieron de allí, yéndose a la suya propia.
Jong woo empezó a gritar: - ¿Cómo es que esos dos siguen vivos? ¡No pueden estar vivos, el local explotó… se derrumbó entero, no quedó nada! ¿Cómo cojones lograron escapar y salir de allí? – Seo Moon Jo se tapó la cara, refregándose los ojos, y sentándose en el sofá diciendo: - Sabía que escondía algo… es que es imposible que estén vivos, no puede ser… - Jong woo lo miró, tragó saliva y dijo: - Moon Jo… ¿qué hacemos? ¡Si siguen vivos, van a ir a por nosotros! ¡Estamos muertos! ¿qué hacemos? – Seo Moon Jo intentó calmar a Jong woo, cogiéndolo de los hombros y mirándolo, diciendo: - Pequeño, calma, tranquilo, escúchame, si están vivos ya hubiesen aparecido, ya hubiesen venido a por nosotros, no te preocupes, no pueden estar vivos – Jong woo resopló, intentando tranquilizarse y echándose el pelo hacia atrás, dijo: - Venga… sigamos con esto… a ver qué pasa… - Los dos regresaron a la sala.
Seo Moon Jo se acercó de nuevo a Byron y mirándole, le preguntó: - ¿Charles Tumbler y Kim están vivos? – Byron respondió: - No, ellos murieron en una explosión – Jong woo se dejó caer en el sofá, respirando de alivio. Seo Moon Jo asintió y siguió preguntando: - ¿Qué tienes que ver tú en todo esto? – Y Byron volvió a responder: - Si algo malo les sucedía a ellos dos, me hicieron prometer vengarme de Seo Moon Jo y Jong woo, tras haberme ganado la confianza de Jong woo – Los dos se quedaron boquiabiertos, Seo Moon Jo tragó saliva y siguió preguntando: - ¿Vas a asesinar a Seo Moon Jo y Jong woo? – Byron nuevamente respondió: - Sí – Jong woo empezó a temblar y agarrándose a a Seo Moon Jo, dijo: - Amor… vámonos… déjalo… ¡vámonos ya! Por favor… venga… vámonos, tengo miedo… - Seo Moon Jo estaba igual de asustado, pero intentó mantener la calma, sólo faltaba una pregunta más. Seo Moon Jo miró fijamente a Byron y le hizo la última pregunta: - Byron Tumbler… ¿Juras haber dicho la verdad en todo esto? ¿Has sido sincero? – A lo que Byron volvió a responder: - Sí – Acto seguido, Seo Moon Jo cogió el líquido que contenía los somníferos y agarrándole la cara, abriéndole la boca, le dijo: - Muy bien, ahora a dormir. Mañana no recordarás nada, serás el mismo de siempre – En cuestión de segundos, Byron se quedó profundamente dormido.
Seo Moon Jo suspiró y mirando a Jong woo, le dijo: - Hay que deshacerse de él… - Jong woo asustado y señalando a Byron con las dos manos, gritó: - ¡Lo tienes ahí! ¡Mátalo ya, joder! ¿a qué esperas? ¡Puto asesino psicópata mátalo ya! ¡Lo tienes ahí! – Seo Moon Jo se mordió el labio, pensando, tocándose la barbilla, diciendo: - No… sería demasiado sospechoso para la pensión… no sé… en fin, ya pensaré, mientras vete a casa que yo dejaré a Byron en la pensión, ahora nos vemos – Jong woo resopló no muy conforme y asintió, saliendo de la sala, Seo Moon Jo lo miró, sonriendo y dijo: - Pequeño, ¿no te olvidas de algo? ¿y mi beso? – Jong woo se sonrojó y acercándose dijo: - Estoy enfadado contigo, estoy asustado, tengo miedo… ¿por qué no lo matas ya? – Seo Moon Jo lo abrazó diciendo: - Tranquilo mi amor, todo saldrá bien, no te preocupes, siempre fui tu protector, eres mío, cariño… anda vete a casa, que hoy tengo ganas de juerga… - Se mordió el labio, mirándolo pícaramente, y empezó a besarlo agitadamente, con los ojos cerrados, y luego dijo: - Anda ve… corre… -Jong woo se empezó a reír, mojándose el labio, lo volvió a besar y salió de la sala, yéndose hasta la casa.
Seo Moon Jo desató a Byron, arrastrándolo hacia afuera de la sala, cerró todas las puertas que se quedaron abiertas, cogió en brazos al muchacho, saliendo de la fábrica abandonada, hasta la pensión.
Cuando llegó, abrió las puertas sin encender ninguna luz y se dirigió a la habitación de Byron, dejándolo en la cama, y salió de la habitación, cerrando la puerta.
Regresó al mostrador para ir hacia la puerta, para salir cuando un inquilino salió de su habitación y lo vio, quedándose extrañado y le preguntó: - Señor… ¿qué hace por aquí? Le creía ya en su casa, descansando… - Seo Moon Jo cerró los ojos, mordiéndose el labio por haberlo pillado y se dio media vuelta, sonriendo y dijo: - Oh… bueno… se me olvidaron las llaves de casa encima del mostrador… ya me regreso a mi casa, espero que descanse – El inquilino asintió, se despidió y se fue al servicio. En ese momento, Seo Moon Jo aprovechó para salir de la pensión, cerrando las puertas de nuevo, yéndose a casa, por fin.
A la mañana siguiente, los dos prefirieron actuar como si nada hubiese pasado, ya que él no recordaría nada de lo que pasó.
Byron se despertó algo aturdido y con un fuerte dolor de cabeza, medio tambaleándose salió de la habitación llegando al mostrador. Seo Moon Jo levantó las cejas, seriamente al verlo y le preguntó: - Byron, tiene mala cara… ¿se encuentra bien? – Jong woo miró a Byron sin dirigirle la palabra. Byron cerró los ojos y apoyándose en el mostrador, tocándose la frente, respondió: - No lo sé, me duele la cabeza a reventar, me encuentro muy mal… ¿sabéis qué hice anoche? No recuerdo nada… - Los dos se negaron, encogiéndose de hombros, como si tal cosa, Byron suspiró diciendo: - Claro… ¿qué vais a saber vosotros? No tenéis por qué saber nada… todo esto es cosa mía, perdón por molestar, preguntando eso… eeem ¿tenéis algún medicamento para el dolor de cabeza y el aturdimiento? Ni yo sé lo que me pasa… - Seo Moon Jo respondió: - En el baño hay una taquilla especialmente diseñado como botiquín, ahí encontrará lo que necesite – Byron asintió, dándole las gracias y se fue al servicio.
Seo Moon Jo se empezó a reír a carcajadas, Jong woo lo miró preguntando: - ¿Esos líquidos dejan resaca? – Seo Moon Jo aún riéndose, respondió, asintiendo: - Ahora mismo es como si hubiese bebido por tres días seguidos, no puede ni mantenerse en pie… ¿no has visto cómo iba? – Jong woo se tapó la cara, pero le entró la risa. Byron se lo merecía.
Seo Moon Jo seguía pensando en su plan de hacer desaparecer a Byron, se le venían muchas ideas a la mente, pero eran muy descabelladas, podría acabar siendo descubierto por todos y, aún más peligroso que Byron sospechara y se diese cuenta de todo.
Hasta que uno de los días, se le ocurrió el plan perfecto, pero tendrían que actuar por la noche, para no dar lugar a sospechas en ningún lado. Aún no sabía cuando hacerlo, pero se lo fue comentando a Jong woo, ahora sólo tenían que esperar al momento adecuado para la ocasión.
Una de las noches, estaban por cerrar la pensión, cuando sale Byron disparado para la puerta, con prisas. Jong woo abrió los ojos al verlo tan ligero y tanteando el terreno por si era el momento perfecto, le preguntó: - ¡Eh Byron! ¿adónde vas tan corriendo? – Byron sonrió y mirando su móvil, dijo: - Llego tarde a una cena con unos amigos… - Se guardó el móvil y siguió diciendo: - Te invitaría para poder estar contigo, yo sé que te gustaría, pero lo siento, es que no puedo… son amigos de la infancia y no los veo de hace mucho, si me disculpas ya quedaremos tú y yo otro día… - Salió corriendo de la pensión y Jong woo sonrió diciendo: - Lo dudo… Moon Jo rápido… ¡venga, vámonos! – Seo Moon Jo apagó las luces y dijo, riéndose: - Te iba a decir lo mismo… - Cerraron las puertas y salieron de allí corriendo, sin perder de vista y persiguiendo a Byron sin que se diese cuenta, con tan mala suerte que, al cruzar la esquina, Byron entró en el restaurante.
Jong woo pataleó de la rabia y el coraje y preguntó: - ¿Y ahora qué? ¿Qué hacemos? – Seo Moon Jo suspiró, apoyándose en la pared, diciendo: - Pueees… toca esperar… - Jong woo agachó la cabeza resoplando y asintió, apoyándose en la pared, al lado de él.
Era un callejón oscuro y solitario, adornado sólo por un par de árboles, ya era tarde y no pasaba nadie por ahí. Se notaba mucho el frío así que Jong woo optó por abrigarse un poco más hasta el cuello y sentándose en el escalón, apoyado en la pared, encogiéndose de frío y tirándose de las mangas para abajo para esconder sus manos, abrigándoselas. Seo Moon Jo lo miró y se mordió el labio, diciendo: - Lo siento pequeño, pero hay que hacerlo, tenemos que salvar nuestras vidas, nuestra relación… - Jong woo asintió. Seo Moon Jo se sentó con él y lo abrazó acomodándole en su pecho para que no tuviese tanto frío.
Al rato, empezaron a sentir algo de hambre y se compraron unos bocadillos en una tienda de por ahí cerca y se lo comieron en el escalón mientras charlaban, esperando a que el susodicho saliese del restaurante.
De tanto tiempo estar sentado, prefirieron levantarse y estirar las piernas, Jong woo tenía las piernas dormidas, empezó a saltar un poco para poder sentir las piernas y así quitarse también el frío, Seo Moon Jo lo miró riéndose, lo abrazó y le dijo: - Me encantas vida mía… - Lo besó.
Enseguida escucharon unos murmullos seguido de una risa conocida por ellos, fuera del restaurante, los dos se asomaron y vieron a Byron en la calle, despidiéndose de sus amigos, yéndose sin mirar a la esquina por donde había venido y que justamente se encontraban ellos dos.
Seo Moon Jo miró al robusto árbol, que tenían al lado, y con fuerza le partió una de las ramas más gruesas mientras decía: - Amo mi trabajo, es perfecto – Byron cruzó la esquina, quedando justamente enfrente de ellos mirándolos, Seo Moon Jo alzó la rama contra él diciendo: - Hola Byron Tumbler… - Dicho esto golpeó la cabeza de Byron, dejándolo inconsciente en el suelo, sin darle tiempo a reaccionar. Jong woo sonrió, acercándose a él.
Entre los dos lo cargaron y se lo llevaron a la fábrica abandonada, sin ser vistos.
Lo volvieron a llevar a la misma sala, pero esta vez lo tumbaron en una camilla de metal, amarrándole con cuerdas resistentes para que no se escapase ni se pudiese mover.
Byron seguía inconsciente, y para hacerlo despertar, Seo Moon Jo llenó un cubo de agua fría, miró a Jong woo y dijo: - Bueno amor… vamos a trabajar – Inmediatamente volcó el cubo de agua fría a Byron, haciéndolo despertar sobresaltado por el frío.
Al verlos y saber que no se podía mover, se asustó, gritando: - ¡¿Qué cojones…?! ¡¿Qué queréis de mí?! ¡Soltadme! ¡Socorro! ¡Ayuda! – Seo Moon Jo cogió un cuchillo de los más grandes y afilados, y se lo acercó al cuello de Byron diciendo: - ¡Cállate, malnacido nadie va a venir a salvarte! Byron Tumbler te has metido con las personas equivocadas… vete preparando para saludar a Kim y a tu perfecto padre… vas a morir como ellos están muertos también – Byron abrió los ojos y gritó: - ¡¿Qué?! ¡No sé de qué me hablas! ¡Déjame! – Jong woo se acercó a Byron y dijo: - Deja de disimular joder, lo sabemos todo, querías asesinarnos, no eres el único que esconde secretos… no nos conoces… - Byron miró a Jong woo y gritó: - ¡Jong woo… me gustas, no podría hacerte nada malo! ¡No quiero hacerte daño! – Jong woo volvió a gritar: - ¡Cállate embustero cabrón! ¡Yo no te gusto… te querías aprovechar de mi para vengarte de nosotros! ¡Nos querías matar! – Byron empezó a llorar diciendo: - Jong woo… es cierto… es cierto… me gustas, me he enamorado de ti… no quiero hacerte daño… esa era mi intención… no sé cómo sabes esas cosas… ¡joder! ¡Jong woo me gustas! – Jong woo miró a Seo Moon Jo y él se empezó a reír preguntando: - ¿Qué? ¿En serio te lo crees? Por favor amor… ¡sabes que estuviste secuestrado por su padre y por Kim! ¿En serio vas a creer a su hijo? ¡Llevan la misma sangre por dios! – Byron volvió a decir: - ¡Yo no sabía nada del secuestro… juro que me gustas… te lo juro… por favor Jong woo déjame ir, por favor! – Jong woo cerró los ojos, tapándose los oídos, frunciendo el ceño, le arrebató el cuchillo a Seo Moon Jo y acercándose la pierna de Byron, le clavó el cuchillo, diciendo: - ¡Cállate ya! ¡No te creo! ¡Imbécil de mierda! ¡Eres igual de hijo de puta que ellos! ¡De esta noche no sales vivo! – Byron gritó de dolor al sentir la puñalada y llorando volvió a decir: - Jong woo por favor… ¡Joder! ¡¿Quiénes sois realmente?! – Jong woo empezó a decir: - Unos putos asesinos psicópatas… ¿Kim no te advirtió de ello? Pero bueno… no es de mí de quién tendrías que tener miedo, toda esta obra maestra es de Seo Moon Jo… es el asesino psicópata más peligroso y perfecto que existe… te crees que lo sabes todo, pero no lo conoces tan bien como yo… - Le pasó el cuchillo a Seo Moon Jo, él sonrió cogiéndolo al vuelo, mientras se acercaba a Byron diciendo: - Gracias pequeño por tus halagos… te amo. Byron te dije en su momento que te alejaras de Jong woo y no lo hiciste… ahora sufrirás las consecuencias… - Seo Moon Jo agarró el cuchillo con fuerza y le cortó los dedos de las manos y seguidamente las dos manos, mientras la sangre caía a chorros en la camilla y en el suelo, mientras Byron suplicaba una y otra vez, piedad y disculpas atemorizado, temblando de miedo y llorando.
Seo Moon Jo lo desató de la camilla para ponerlo en la silla de madera, pero Byron se tiró al suelo, arrastrándose como gusano por el suelo, para poder escapar de ellos, yéndose hasta la puerta cerrada de la sala, Seo Moon Jo cogió un arma y le disparó en el tobillo diciendo: - ¡De aquí no escapas! – Se acercó a él y cogiéndole del pelo, lo sentó en la silla, volviéndolo a amarrar, luego miró a Jong woo y dijo: - Vamos a finalizar nuestra obra maestra, pequeño, ¿lo terminas tú o lo termino yo? Ya no es necesario gobernar tu mente, tú decides… - Jong woo se mordió el labio y dijo: - No, esta vez me toca a mí… yo soy quién más ha sufrido en todo esto… - Cogió una navaja y fue clavándoselo en el cuerpo, brazos y piernas de Byron con fuerza, y a cada puñalada que le daba, iba diciendo: - Esto por embustero, por Seo Moon Jo, por mí, por hacerme la vida imposible, por odiar y decir cosas tan crueles de mi novio, por Kim, por Charles, por todos tus acosos… - Luego miró a Seo Moon Jo haciéndole una señal y Seo Moon Jo sonrió, asintiendo, se acercó a Byron, cogiéndole del pelo, pegando su cabeza a la silla, Jong woo acercó la navaja al cuello de Byron, rajándoselo por completo, muy profundo mientras decía: - Y esto… para que nos dejes en paz… - Byron murió al instante, pero Seo Moon Jo quiso asegurarse bien y le quitó la navaja a Jong woo y le rajó el estómago de arriba abajo, dejando caer la navaja al suelo en el enorme lago de sangre. Luego cogió un mechero y quemó la silla con el cuerpo de Byron fallecido, alejándose unos metros del fuego.
Jong woo resopló, secándose el sudor y la sangre, Seo Moon Jo se acercó a él, abrazándole y le dijo: - Me alegro haber sido un buen maestro para ti, hermoso… me impresionaste mucho… - Se acercó a su oído y le susurró: - Y a la vez me excitaste… - Lo besó en la boca, Jong woo se empezó a reír sonrojándose y respondió, sonriendo: - ¿Sabes? Estaba nervioso pero lo hice… por fin nos deshicimos de él… esto me encanta… nadie nos va a detener nunca, quiero ver el mundo arder contigo – Seo Moon Jo tragó saliva, mordiéndose el labio, cerró los ojos, echando la cabeza hacia atrás de felicidad y luego lo miró sonriendo diciendo: - Dios… joder… mi creación es tan perfecta, te transformaste en mi… me gusta… me encantas… te amo tanto, mi amor solos tú y yo veremos el mundo arder… pequeño, solos tú y yo… - Seo Moon Jo se acercó a su boca, besándolo agitadamente, excitándose mientras le metía mano haciendo suspirar a Jong woo.
Seo Moon Jo lo cogió de la mano y salió con él, no sin antes cerrar la puerta, yéndose a la sala propia de ellos.
Mientras él cerraba la otra puerta, Jong woo fue a lavarse los restos de sangre en el fregadero de la sala, pero Seo Moon Jo al verlo se lo impidió, cogiéndolo del brazo, diciéndole: - No, no… ¿qué haces? Ven aquí… yo te limpiaré… - Lo empezó a besar de pie, quitándole la camiseta y dejándola en el suelo, empezó a besarle el cuello, mientras su mano desabrochaba su pantalón, colándose dentro de su bóxer, sintiendo cómo el miembro de Jong woo empezaba a crecer al sentir su mano tocándolo y moviéndoselo. Sin dejarlo de besar, lo fue llevando hasta el sofá, tumbándolo y quitándole los pantalones y el bóxer, y subiéndose encima, volviéndole a besar la boca, recorriendo con su lengua, su cuerpo y sus brazos lamiendo la sangre mientras Jong woo se retorcía de placer en el sofá, con los ojos cerrados, empezando a gemir. Llegó hasta su miembro, pero se detuvo, mirando su cara de placer, Jong woo abrió los ojos, se mojó el labio y suspirando dijo: - Puto asesino psicópata sigue… ¿por qué te detienes? – Seo Moon Jo se encendió aún más y empezó a decir: - Uf… no sé el por qué, pero me excita, me enciende mucho que me llames así… mmm… - Empezó a chupársela, dándole suaves lamidas, llegando hasta abajo, más rápido, más lento, succionándole el glande mientras miraba los ojos y los gestos de su enamorado que no podía dejar de gemir ni de retorcerse.
Jong woo sintió que estaba apunto de correrse, Seo Moon Jo sin dejar de mover su miembro preguntó: - ¿Quieres más, pequeño? ¿quieres que te folle? Pídemelo como sabes, pequeño… mmm… venga enciéndeme más… - Jong woo sonrió sin dejar de gemir y cerrando los ojos dijo: - Puto asesino psicópata fóllame… uf… sí… puto asesino psicópata fóllame… - Seo Moon Jo tragó saliva, se mordió el labio mojándoselo y mientras le metía su miembro, decía: - Uf… sí… me gusta… ¿así, pequeño? … me excitas mucho… - Le empezó a dar embestidas más fuertes, Jong woo sentía fuego dentro de él y le causaba más excitación, pero él quería más, movió su mano y empezó a moverse el miembro hacia arriba y hacia abajo, cada vez más rápido, sintiendo el miembro de Seo Moon Jo dentro de él, sin poder parar de gemir mientras se lo movía diciendo: - Joder… joder… sí… así… sigue… puto asesino psicópata sigue… uf… sigue… - Seo Moon Jo al verlo así y escuchar esas palabras, lo encendió aún más todavía, colocó sus manos en el cuello de Jong woo y sonrió, aumentando la intensidad de sus embestidas, mientras que Jong woo intentaba respirar y gemir al mismo tiempo y eso le causaba más placer, hasta que los dos sintieron varias oleadas de placer y se corrieron teniendo más de un orgasmo, quedando sentado bruscamente Seo Moon Jo en el sofá, los dos intentando recuperar el aliento. Jong woo cerró los ojos y se mordió el labio, sonriendo, respirando profundamente, Seo Moon Jo lo miró y suspiró diciendo: - Eres fascinante, cariño… te amo muchísimo mi vida – Jong woo sonrió y Seo Moon Jo se acercó a su boca, dándole un suave beso.
ESTÁS LEYENDO
STRANGERS FROM HELL (Final Alternativo)
FanfictionPara leer esta historia, se tiene que haber visto primero la serie Strangers From Hell, porque hay spoilers y si se lee sin ver la serie, no se va a entender nada. Admito que me quedé con ganas de más cuando vi la serie y... ¿por qué no hacerla más...