FINAL
Desde lo de Byron y gracias a Seo Moon Jo, Jong woo perdió el miedo y siguió cometiendo crímenes con él, a lo loco, porque sí, porque los fastidiaban y por amor.
Seo Moon Jo dejó de manipular su mente ya que Jong woo cometía los asesinatos por sí solo, pero claro obedeciendo y teniendo a Seo Moon Jo como líder, jefe y a la vez también era su novio.
En la mañana de un domingo, Seo Moon Jo y Jong woo caminaban abrazados por la ciudad y, de vez en cuando se detenían para besarse o, juguetear correteando entre los árboles. Hubo un momento en el que Seo Moon Jo lo atrapó en un árbol y comenzó a besarle suave y apasionadamente con los ojos cerrados, cuando un hombre mayor los vio, quedándose atónito mirándolos, sin apartar la mirada, y empezó a insultarlos cruelmente a voces, por ser homosexuales y por besarse en público, el hombre era altamente homofóbico al máximo.
Los dos lo escucharon y no hicieron nada, Jong woo sin mirar al hombre, preguntó: - Amor... ¿no vas a hacer nada? ¿No lo escuchaste? - Seo Moon Jo sonrió, negándose, volviéndolo a besar, y le susurró: - Tú pasa de él... - Continuó besándolo. Sólo quería provocar al hombre para que se acercase y poder atacar.
El hombre al ver que hacían caso omiso y seguían besándose, fue hacia ellos para detenerlos y abofetearlos, pero en el momento en el que el hombre puso un pie en el césped, Seo Moon Jo agudizó el oído sonriendo, Jong woo iba a decir algo al respecto pero él le puso un dedo en la boca diciendo: - Shhh... calla... tranquilo... - Seo Moon Jo seguía de espaldas, escuchando como el hombre avanzaba y se acercaba más a ellos, hasta llegar a ellos, por el rabillo del ojo pudo ver que el hombre levantaba la mano para darles una bofetada, pero Seo Moon Jo fue más rápido y le detuvo el brazo, cogiéndoselo y retorciéndoselo mientras se daba la vuelta, mirándolo y preguntó: - ¿Tiene algún problema, señor? - No dejaba de retorcerle el brazo causándole más daño, el hombre no dejaba de quejarse y pedir que lo dejase en paz, Seo Moon Jo sonrió mirándolo y dijo: - Personas como usted sí que no deberían de existir, mejor vámonos a un lugar más tranquilo para charlar, amigo... - Jong woo agarró el arma, que tenía oculto en el bolsillo, sacándola y acercándosela a la espalda del hombre, con disimulo, sin que se viese y lo empujó, diciendo: - ¡Andando, venga! ¡Camina! - El hombre empezó a caminar con miedo y temblando, sin decir nada al sentir el arma.
Casi al llegar a la fábrica abandona, un inquilino salió de la pensión y los vio, dándose cuenta que el hombre estaba atemorizado y siendo apuntado con un arma de Jong woo, al lado de Seo Moon Jo, controlándolo todo. El inquilino se escondió en una esquina, pero se fijó cuando se metieron en la fábrica.
Una vez los dos dentro, los empezó a seguir, sin que se diesen cuenta, viéndolos entrar en una de las salas y cerrando la puerta.
Seo Moon Jo y Jong woo ataron al hombre, sentado en el suelo, en una columna, con la boca y los ojos tapados. Lo dejaron ahí, prometiendo volver a la noche para cometer el crimen.
Los dos salieron de la sala hablando, mientras Seo Moon Jo cerraba con llave, todas las puertas de las salas, incluido la que estaba el hombre, y se fueron de la fábrica calculando la hora en la que debían regresar para no dar lugar a sospechas, sin darse cuenta que el inquilino de su pensión estaba viéndolos y escuchándolo todo.
El inquilino, al verlos marcharse, fue hacia la puerta cerrada de la sala y empezó a tirar de ella para poder abrirla, pero sus intentos fueron en vano.
Regresó a la pensión, cogió su móvil y llamó a la policía explicándole lo sucedido, indicándole la hora y el lugar y también sobre sus sospechas de algunas extrañas desapariciones.
Pasó el día.
A las 12 de la noche, Seo Moon Jo y Jong woo regresaron a la fábrica abandonada.
ESTÁS LEYENDO
STRANGERS FROM HELL (Final Alternativo)
FanfictionPara leer esta historia, se tiene que haber visto primero la serie Strangers From Hell, porque hay spoilers y si se lee sin ver la serie, no se va a entender nada. Admito que me quedé con ganas de más cuando vi la serie y... ¿por qué no hacerla más...