Capítulo 5 ♥

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Entré a la casa más decidida que nunca. Luego de aceptar la cruda realidad, que esa cosa no era mi madre y que debía terminar con esto antes de que me pase lo mismo que a las otras chicas, recorrí la casa buscando a esa cosa que fingía ser mi madre, y al no encontrarla, supuse que estaba en su habitación. Así que me dirigí a la mía y entré decidida a buscar el cofre. No se veía a simple vista, de otra forma lo hubiera encontrado cuando revisé la habitación. Tomé la llave de la pequeña caja, que seguía dentro del ropero y cerré la puerta, por si a mi "madre" se le ocurría salir de la habitación antes de que terminara y me pillaba examinando la supuesta información. Levanté las sábanas y saqué el viejo cofre de abajo de la cama. Al abrirlo, lo primero que encontré fueron las siete fotos que Kurt me había mencionado. Lo que mas me llamó la atención de ellas es que todas estábamos en la misma posición, en el mismo lugar y con la misma gargantilla de oro. La primera niña, delgada y bajita, el cabello castaño oscuro recogido en dos trenzas que colgaban sobre sus hombros, un antiguo vestido celeste y la gargantilla de oro en su cuello. Del otro lado había tres datos: fecha de llegada, fecha de partida, y otro más que Kurt no había mencionado: nombre de orfanato. A esa niña la llamaban Anna. La segunda, una niña regordeta de estatura media, cabello castaño oscuro y rizado recogido en media cola, con un vestido gris con volados blancos y la gargantilla colgando de su cuello. A ella la llamaban Constance. La tercera foto, de una niña normal, con un vestido floreado, el cabello liso y largo y la gargantilla pendiendo de su cuello. En el orfanato, le pusieron el nombre Emily. La cuarta niña, bajita y regordeta, con la cara llena de pecas, rizos pelirrojos y grandes ojos verdes; estaba vestida con un vestido negro y la gargantilla dorada resaltaba en su cuello. La llamaron Esmeralda. La quinta foto, de una niña muy pálida, cabello casi blanco y ojos pardos, tenía un vestido azul, con volados blancos, y, por supuesto, la gargantilla. La llamaron Felicia. La sexta niña, alta, de cabello castaño claro, ojos azules y una hermosa sonrisa, vestía una camisa verde claro y una pollera blanca. Estaba despeinada y su gargantilla estaba algo torcida, lo que me llamó un poco la atención, porque destacaba al no estar tan formal y derecha como las demás niñas. A esa niña la llamaron Josephine. Las conocía, a todas. No personalmente, claro, pero en el orfanato, a cada niña le sacaban una foto y la colocaban en un marco de la recepción. Claro que había tantas que al ocuparla toda tuvieron que seguir por el pasillo, pero yo le prestaba atención a todas, memorizándolas y pensando que era como ellas, y que también me adoptarían, como a ellas.

La última foto, una niña bajita, de sonrisa tierna, tenía unos hermosos ojos verdes, cabello dorado que caía sobre sus hombros en pequeños ricitos y un vestido blanco. Era yo. Me nombraron Alice. Divisé que aún no tenía fecha de partida, lo que me hizo volver a la realidad.

"Hay algo que recuerdas, de cuando eras pequeña. Ese último día, había algo diferente en la casa. Encuéntralo y descubrirás tu verdadero nombre." Fueron las palabras que dijo Kurt.

-Piensa, Alice -me dije mentalmente -¿Qué había diferente ese día?.

Y de pronto lo recordé. Era temprano, estaba en mi habitación, observando el bosque por la ventana mientras sentía la cálida brisa en mi rostro, cuando de repente, mi gargantilla se desprendió y cayó al patio. Salí de la casa, y me dirigí al patio, que estaba lleno de flores desde que, hacía poco, había comenzado la primavera. Tomé mi gargantilla, me la prendí y entré a la casa. Fui hacia la cocina, y al entrar lo primero que divisé fue un calendario del décimo mes con el día primero encerrado en un círculo...

-El día primero encerrado en un círculo... -repetí. Estaba lista.

Volví a examinar las fotos, pensando en que ninguna de esas chicas había logrado escapar, cuando recordé que no eran lo único que había en el cofre. Dejé las antiguas fotos a un lado y tome un viejo periódico que había en el cofre. "Trágico accidente en el bosque."Decía el título. Seguí leyendo.

OctubreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora