❦︎𑁍 𝕃a magia esta en todas partes, siempre y cuando sepas donde buscarl𝕒 𑁍❦︎
✫Basado en el Kdrama "El sonido de la magia"
Los personajes no me pertenecen, a excepción de la protagonista ✫
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Un año más de existencia, un año más a tu lado...
— ¿Enserio quieres hacer esto en este día? — pregunto extrañada del comportamiento de Na Il Deung
Asiente volviendo a su principal tarea de googlear atuendos que sean "adecuados y decentes" (eso mismo escribió en el buscador), para conocer a sus suegros.
Si
Mi novio quería conocer a mis padres justo el día de...
— Il Deung, yo..., ¿No puede ser en otro momento? — el movimiento del mouse se detiene — Digo, mañana es tu cumpleaños y si ellos son groseros arruinaran tu día — su silla con rueditas se mueve, ocasionando que sus ojos me observen fijamente — Quiero a mis padres, sin embargo, pueden ser un caos cuando se lo proponen — quizás quería convencerlo con mis palabras, pero todo con buenos motivos.
Si el sufría o siquiera se sentía incomodo me dolería a mí también.
— Realmente quiero hacerlo — su tono es decidido, sin hallazgo de duda o nerviosismo — Quiero dar el siguiente paso en nuestra relación
Eso no disminuía mi preocupación, pero aun así asentí, dándole una sonrisa reconfortante — Si es lo que quieres, te apoyare, pero... — lo apunto con un dedo — si mis padres son unos idiotas nos iremos en ese preciso instante y nada de lo que digan o hagan interferirá en nuestra relación.
(...)
— ¿Qué hiciste o que le dijiste?
— ¿Mmm?
— A mi padre, su mirada seria y penetrante fue reemplazada con una diminuta sonrisa al salir de ese cuarto contigo — sin dejar su mano le doy la cara, caminando en reversa — ¿Qué fue lo que hiciste?
— ¿No crees que haya influido la vestimenta?
— Bueno, no puedo negar que me encanta tu vestimenta formal y tu peinado te da un aire muy atractivo - sonrió — Sin embargo, no creo que mi padre se haya ablandado con eso.
— Te lo diré, pero te llevare a un lugar antes
(...)
— Así que las tornas se han cambiado — murmuro con mis ojos tapados por una venda, su mano me ayuda a bajar del auto y me guía a un lugar desconocido.
— Como nuestra primera cita — asiento — bien, quédate aquí — siento sus pasos alejarse. Pasan unos minutos hasta que sus manos me quitan el género que me impedía ver
