Solo Una Oportunidad, Por Favor (Saga Por Favor #2.5) ☆

Capítulo Veinticuatro.

Pierina Gómez.

Días después...

Sonrio en el momento que tomo asiento y al extender mis manos para agarrar la taza de té que me fue preparada me doy un sorbo y de cierto modo me relajo.

Han pasado varios días desde que tuve esa conversación con Hugo, donde él me dejo saber sobre sus decisiones con respecto a su trabajo y donde también me comento lo que esa mujer loca espera de mi, ¿Qué tan enferma puedes ser para solo proponer algo y tener la oportunidad de gozar de alguien que ya no quiere nada contigo? Betsa solo espera tener un trio para tener la dicha de poder tocar y sentir a Hugo, pero esta bien loca si piensa que yo me prestare para tal bajeza, solo espero el momento en que se acerque y así yo soltarle un puñetazo que vengo practicando desde hace días y en varios ángulos.

Ese día, lo sentí especial, porque puedo contar con mi novio, porque sé que él no me dejara solo en mi decisión y que aunque yo me iré a México debido a lo de mamá él me dejo saber que si esperara por mí y yo sé que será de ese modo. Desde ese día solo hemos esperado noticias de mamá, pero la tía Sandra nos dejó muy claro que esos dichosos exámenes serian dados en unos días y mi hermana y yo nos mantenemos en ascuas porque no queremos que sea algo grave, me dolería el corazón si así fuera.

– ¿Pierina? –espabilo, miro a mi lado. –Dime que no viniste solo a tomar té y mantenerte en silencio –sonrio. –No me molesta, pero tengo días sin saber de ti, y quiero escucharte.

–Aleena... –mi jefa esta bonita, ya sus quimios han finalizado y aunque está perdiendo ahora su cabello, es muy bonita la pañoleta que ahora utiliza, incluso le luce. –Gracias por permitirme utilizar mis días de vacaciones, de verdad lo necesitaba –asiente. –Pero, creo que se deberán extender por más tiempo –frunce el ceño.

– ¿Ocurre algo?

–Debo viajar a México –se asombra. –Algo está ocurriendo con mi mamá, ella, está por recibir algunos exámenes que nos dejara saber que está pasando con su salud.

–Piera... –asiento levemente. – ¿Sospechan de algo? ¿Quizás algo hereditario?

–No, la verdad es que no, mi abuela materna falleció hace muchos años por causas naturales, siempre fue una persona muy sana, y el resto de familia materna no ha tenido algún tipo de complicación en su salud, así que...

–Todo estará bien.

– ¿Y si no?

– ¿De cuándo acá eres tan pesimista? –me siento de pronto débil por mis pensamientos. –La Pierina que yo conozco no ha sido pesimista nunca, ni siquiera conmigo lo fuiste, cuando te deje saber que tenía Cáncer, me diste ánimo, ¿Por qué ahora piensas que nada ira bien?

–No lo sé, la verdad me da temor que algo malo ocurra y que mamá ya no este mas –siento lagrimas agolparse con mucha prisa y no, no es por mi menstruación, ya se me ha ido y no es por ello que me siento tan afligida últimamente. –Quiero tenerla más tiempo conmigo.

–Y te comprendo –observo a Aleena. –Desde que supe mi condición, que tenía que pasar por un sinfín de exámenes, tratamiento y días malos, el primer pensamiento que vino a mi cabeza fue, ¿Qué pasara con mis padres? –trago duro. –Tenemos ese pensar que siempre serán ellos los que se irán primero, ¿Pero qué pasaría si somos nosotros quienes nos adelantemos?

–Dios, que fuerte... –Aleena estira su mano en mi dirección y la tomo. –Gracias...

–Quiero que sepas, que te puedes tomar todo el tiempo que necesites, eso sí, no tanto por favor, porque te extrañare muchísimo –reímos. –Cuentas conmigo, con mis padres, eres una gran amiga y persona Piera, todo va a estar bien y si no, de igual manera si lo estará.