ㅤㅤㅤFor Two ! - Tdbkkr

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El tan esperado viernes había llegado. Aquella semana fué agotadora para Bakugō, lo único que quería hacer era llegar a descansar con su esposo e hijo.

Abrió la puerta de su hogar encontrándose al bicolor alistándose para salir.

– Creí que llegarías en la noche.

– Decidí salir temprano hoy, de todas formas Deku quedó encargado – Explicó – ¿Vas a recoger a Yuu?.

– Sí, aunque voy algo tarde, no me di cuenta de la hora – Admitió con vergüenza.

– Te acompaño entonces.

Shoto asintió y salió de la casa junto a su esposo, subieron a su auto y se pusieron en marcha para ir a recoger a su pequeño. El ambiente en el auto fué tranquilo, ninguno hablaba;estaban tan acostumbrados al silencio que ya era normal en su relación. Aquellos momentos de silencio entre los dos eran los que más disfrutaban.

Katsuki Bakugō y Shōto Todoroki llevaban 10 años de casados ya, vivían en una “modesta” casa junto a su hijo. Se conocieron en la secundaria y con los años habían aprendido a llevar el carácter y personalidad del otro. Su relación era tranquila y apasionado a la hora de tener relaciones sexuales, había un equilibrio perfecto en ese sentido. Casi nunca peleaban y sobre todo había confianza y sinceridad entre ellos.

Ambos disfrutaban del sexo duro y salvaje, desde su primera vez les había quedado claro. Se tomaban total libertad a la hora de tener intimidad usando juguetes sexuales, haciendo juegos de rol, trajes, etc. Definitivamente era otra de las mejores cosas de su relación.

Llegaron a la escuela viendo por las rejas a los pequeños salir felices de la mano de sus padres. Katsuki volteó a ver a su esposo dándose cuenta de que veía a los niños con un brillo especial en sus ojos, parecía admirarlos o mejor dicho anhelarlos.

– Me gustaría tener otro.

– ¿Otro? – Preguntó sin entender mucho a lo que se refería.

– Sí, darle un hermanito o hermanita a Yuu – Abrió la puerta y salió del vehículo siendo seguido por el rubio – ¿No lo has pensado?.

– No en realidad – Sinceró – Pero podríamos tomarlo en cuenta, hace mucho que no estamos solos – Aquellas palabras hicieron que las mejillas del bicolor se sonrojaran.

– No lo digo por eso – Katsuki levantó una ceja – Bueno... Quizás sí... Pero de verdad me gustaría.

Katsuki soltó una carcajada. Siguieron su camino hasta llegar a el salón de su hijo dónde pudieron ver a un joven (y atractivo) pelirrojo hablar con su hijo. Era el único que quedaba en el salón, apenas los vió corrió a abrazarlos con cariño. Uno de los padres lo cargó.

– ¡Creí que se habían olvidado de mí! – Exclamó el niño frotando su carita con el pecho del rubio.

– ¡Nunca nos olvidariamos de tí, mocoso! – Revolvió los cabellos de su hijo.

– Lo sentimos, se nos hizo tarde.

– Hola, ¿ustedes son los padres de Yuu? – Saludó el pelirrojo llamando la atención de los adultos.

– Oh buenas tardes, mi nombre es Shoto Todoroki y él es mi esposo Katsuki. Sí, somos los padres de Yuu.

– Es un gusto, señores. Mi nombre es Kirishima Eijirō. – Se presentó – Seré el maestro de su hijo a partir de hoy. Yuu me habló mucho de ustedes.