Aun andaba en las nubes por aquella invitación que Sebastian me había entregado, me tropecé con mi amiga Gissell pero no le hable y seguí mi camino, me tomo por el brazo de sorpresa y me preguntó:
—¿Todo bien Andreina? ¿paso algo? ¿y Sebastian? ¿no van al hotel?
¡Sera metida e imprudente!
—Vale Gissell, una pregunta a la vez, Sebastian se fue, esta todo bien, solo que me dejo con la intriga de esto. —Le dije mientras le entregaba la invitación.
—Yo creó que vas a descubrir muchas cosas, pero en su cama. —Dijo burlona.
— Joder Gissell, no, no me vengas con esas, es una fiesta. —Me mofe.
—Si claro, en una habitación de un hotel. —Respondió con aquella mirada picara.
—Ya basta, contigo no se puede, ahora vámonos que ya es tarde.
—Vale Andreina, pero cambia esa cara. —Dijo aun sonriendo.
Conocía tanto a Gissell que sabia que estaba teniendo pensamientos pervertidos en cuanto a Sebastian y a mi, me encanta cuando esta en plan de santurrona y no en plan de pervertida.
Nos fuimos a nuestro piso y ambas nos dirigimos a nuestras habitaciones, deje mis tacones tirados en el piso y salí en dirección a la cocina, quería comer algo antes de dormir. Llegue a la cocina y ya allí se encontraba Gissell buscando algo en la nevera, la muy jodida comía mucho y nunca engordaba, mantenía su cuerpo en perfecto estado.
—Quiero dulce, y no hay. —Resopló
—Vas a engordar Gissell, deja de comer tanta mierda. —Reí.
—¿Hamburguesa? —Pregunto elevando sus cejas mostrándome un paquete de carne para hamburguesas y un paquete de pan.
—Nos pondremos como una ballena Giss, nadie nos querrá así. —Dije con un puchero en los labios. —Pero no me importa, amo las hamburguesas.
Mi amiga me sonrió cómplice y la ayude a hacer las hamburguesas, luego de que estaban listas nos sentamos una en frente de la otra con las hamburguesas en la mesa.
—Y que en paz descanse la dieta. —Dijo ella riendo y esa fue la señal para comenzar a comer las grasosas hamburguesas.
Terminamos de comer y nos brindamos una mirada de culpa cada una, mirada que al final no valió de nada por que empezamos a reír como locas.
Giss se despidió de mi con un beso en la frente y se dirigió a su habitación, me quede lavando los platos que habíamos ensuciado, una vez que termine, apague la luces y me dirigí a mi habitación también.
Me desnude y entre a la ducha, mis pensamientos se iban hacia aquella invitación que Sebastian me había entregado. Sali, me puse el pijama y me recoste en la cama, seguí pensando en Sebastian hasta que por fin el sueño se apodero de mi y quede dormida.
******************
8:30 a.m y Gissell ya me estaba despertando, como niñita pequeña me aferraba a mi almohada, pero era domingo y todos los domingos salíamos a correr al parque.
Me duche rápidamente, me puse mi ropa deportiva, me puse una cola alta y ya estaba lista, venga va, iba a correr, no a derrochar físico.
Salimos y empezamos nuestro entrenamiento físico, ya casi se hacia medio día, y después de correr y hacer nuestro respectivo entrenamiento nos fuimos al piso de nuevo, luego de ducharnos nuevamente, salimos a comer en un restaurante que nos encantaba, justo allí nos encontramos con mis amigas Tifanny y Graciela.
—Hola chicaaaas, venga va, ustedes tienen una conversación pendiente conmigo.—dije fulminándolas con mi mirada.
—Hey, stop, si es de lo que paso en Sensations tu también tendrías que hablar con nosotras. —Respondió Tifanny en su defensa.
—Bueno, bueno, después discuten lo que se tienen que decir o no, ahora ordenemos, me voy a desmayar aquí si no como ya mismo. —Nos interrumpió Gissell.
Ordenamos nuestras comidas de preferencia, y mientras comíamos charlabamos gustosas.
—¿Volviste a ver a Sebastian?—me preguntó Graciela con su habitual sonrisa y mirada que lograban intimidarme.
—La invito a descubrir cosas. —respondió por mi Gissell.
—¡Seras chismosa, espera que lleguemos a nuestro piso! Chicas yo mañana en la universidad les explico, Gissell y yo tenemos que hacer limpieza general. —respondí rápidamente para evitar el tema. Si que mataría a Gissell cuando llegáramos a nuestro piso.
Pagamos la cuenta entre todas y nos dirigimos hacia nuestros pisos, bueno, al menos Gissell y yo, Tifanny y Graciela seguro se fueron a hacer fiesta.
En el camino a casa no deje de reprocharle a Gissell, obviamente lo hacia en broma, pero me encanta fastidiarla.
Una vez que llegamos Gissell y yo empezamos nuestra limpieza general dominguera, después de dejar todo el piso como una tasita de plata nos fuimos cada una a descansar.
Antes de meterme a la cama, me dirigí a la ducha, deje que el agua cayera sobre mi cuerpo mientras Sebastian invadía mis pensamientos, con la toalla envuelta salí y me recoste en mi cama, no deje de pensar en aquellas cosas que Sebastian me hizo en Sensations, sentía mi vagina lubricarse y sin pensarlo dos veces lleve mis dedos hacia mi monte de venus, acaricie mi clitoris y el placer inundo mi cuerpo, saque de mi mesita de noche a Gozador, mi consolador, le puse así por que me hacia disfrutar un montón, venga va, rimaba y todo "gozador el que me hace disfrutar un montón" lleve a gozador hacia la hendidura de mi vagina y lo introduje en ella, buscando mi propio placer llegue al glorioso orgasmo, después de recuperar mi respiración me levante, me lave, lave a gozador lo guarde y ya agotada me metí en la cama, hasta que pude conciliar el sueño.
ESTÁS LEYENDO
DESCUBREME
RomanceAndreina Walker estudiante de comunicación social, era una chica común, de las que no le importaba las flores, ni los chocolates, ni las carticas cursis de amor, debido a sus experiencias amorosas anteriores que habrían sido un desastre, lo importan...