〃PORQUE NO SÉ SI ME GUSTAS 〃 CUTI X LICHA

OO8

       El entrenamiento termina, Paulo aún sigue desorientado y duda por unos segundos cuando sus compañeros están yéndose  en dirección a los vestidores. Hay un click que hace dentro suyo que llega a su cerebro y se da cuenta que dejó sus cosas allí.

    Sin ninguna persecución, sus pies caminan con algo de rapidez hacia el lugar, mientras que lleva la botella de agua a sus labios pasando el líquido por su garganta.  Prefiere tomar una ducha en su apartamento y no en el club.

    Nunca tuvo esa costumbre, pero por ser su primera vez en la institución pasaría de ducharse ahora.

    Cuándo se adentra el ambiente cambia a uno mas desordenado y ruidoso, escuchando las voces de sus compañeros hablar, de futuros partidos y de la clase de entrenador que era Scaloni, al parecer. Almenos eso escuchó Paulo.

    Pero hay que hacer de cuenta que apenas entró, algunos le dirigieron la mirada y le saludaron, otros ni pelota. En su propio mundo, como siempre.

    A Paulo no le molesta lo absoluto. Ya que le iba a costar demasiado adaptarse al nuevo lugar. Y ser un líder peor aún. Así que trataría de tomar las cosas con la mejor paciencia del mundo.

    Aunque aún no sabía porque precisamente tuvieron que haberlo trasladado al mismo lugar que estaba ese chico... ¿Cristian? Dudó.

    Se había peleado con él en una joda de uno de sus ex-compañeros de secundaria. En ningún momento de su vida lo vió por ahí, y temía porque de ahora en más lo vería seguido al parecer.

    Cuándo habló con Lisandro por Instagram jamás quizo contarle después de haber entablado una conversación. Y tampoco esque Paulo quería preguntarle, quizá había sido una situación muy fuerte de superar para el pelirubio.

    Así que, lo mejor que podría hacer es callarse la boca y dar lo mejor de él en su nuevo club.

    Pasó por enfrente de los demás, importandole poco si lo seguían mirando. Se posó enfrente de su mochila, de inmediato se sacó sus botines, sintiendo el alivio enorme de haberse sacado un peso encima.

    Cambió estos por unas ojotas y así nomas, con las medias puestas y el uniforme del club puesto, cargó su mochila en su espalda y salió del lugar.

    —¿Paulo? —Cerró sus ojos un segundo y presionó sus labios en una línea recta. Se dió la vuelta para encontrarse con el dueño de la voz.
   

    —Hola. —Dijo carraspeando, llevó una de sus dedos a a su sien, rascando nerviosamente.

    —Soy Enzo, un gustazo. —Su sonrisa salió segura y firme, estrechando su mano. Esperando ser correspondida por el cordobés.

    Paulo escuchó por detrás las risas de algunas personas ante la posición que estaban ejerciendo frente a un grupito de chicos, y ahí estaba Cristian.

    Sus pupilas lo miraron de reojo y esperó lo peor. Quería escabullirse y salir de esa sensación que no le estaba gustando, pero que debía acostumbrarse.

    —Gracias. —Correspondió naturalmente y asintió. De inmediato cuando sus manos se separaron, huyó como alma que lleva el viento.

    Incomodisimo una vez más.

    —Que choto que sos, lo asustaste. —Murmulló Leandro. Enzo lo miró cagandose de risa.

    —Es el nuevo capi, ¿Qué mal puede pasar?

    —Que se vaya por lo mismo que hicieron con el anterior. Y les juro que se fué por su propia cuenta. Y... —Lo señaló— esa no se las perdono, gil.