Héctor en realidad no había planeado con tanta anticipación.
Pensó que habría tenido al menos un par de días más para pensarlo, pero Sally había torcido el plan.
Erick cabalgaba detrás de Héctor, con un somnoliento Henry en brazos.
El Terror había volado junto a ellos durante unas horas, pero se había cansado de tratar de seguir el ritmo de Sally.
Ahora, de vez en cuando lamía la nuca de Héctor por alguna razón.
Erick: Entonces... ¿vamos a hablar de esto?
Héctor miró hacia atrás con un suspiro.
Héctor: ¿De qué hay que hablar?
Erick se encogió de hombros como si no le importara, pero su expresión era seria.
Erick: Oh, ya sabes, ¿quizás adónde vamos? ¿Por qué nos fuimos tan pronto? ¿Por qué nos vamos en primer lugar?
Héctor: No sé a dónde vamos...
Erick: Jodidamente genial, di que si
Héctor se frotó el puente de la nariz con cansancio.
Héctor: Solo... ¿puedes darme un momento?
Erick: Has tenido varias horas, pero que más da, haz lo que tengas que hacer.
Erick no estaba equivocado.
Habían estado volando sobre el océano abierto sin un plan real durante horas, e incluso Sally estaba empezando a inquietarse.
Siguió desviándose y buscando un lugar para aterrizar, mirando a Héctor de vez en cuando en busca de dirección.
Podía volar el doble de tiempo si lo necesitaba, pero era cruel hacer que se cansara solo porque Héctor era horrible pensando a largo plazo
Héctor miró hacia el cielo, observando la posición del sol.
Se dirigían hacia el este, y Héctor solo podía pensar en un lugar que estaba en esta dirección.
Héctor: Muy bien, sé a dónde vamos
Anunció, conduciendo a Sally hacia la superficie del océano.
Erick: por fin
Resopló Erick, moviéndose detrás de Héctor.
Erick: Montar dragones no es para mí, voy a caminar raro por semanas
Héctor resopló y luego se estremeció cuando Henry volvió a lamerle el cuello.
Héctor¿Puedes decirle a tu maldito lagarto que guarde su lengua para sí mismo?
Sally estaba encantada de ver su isla de nuevo, dando volteretas y giros en el aire que hicieron que Erick gritara.
Hizo un pequeño baile cuando aterrizó, saltando sobre la hierba suave y dejando escapar un trino feliz.
Erick se deslizó fuera de ella y tropezó en el suelo, sosteniendo a Henry cerca de su pecho.
Erick: Voy a puto vomitar
Amenazó débilmente, agarrándose a un árbol cercano para apoyarse.
Henry se soltó de las manos de Erick mientras el vikingo fingía vomitar y se escabullía para explorar la nueva tierra.
Sally observó con mudo interés, estudiando el Terror con una mirada vigilante.
Era como si lo estuviera supervisando o asegurándose de que no dañara su preciosa isla.
ESTÁS LEYENDO
yo en como entrenar a tu dragon
FanfictionHéctor no podía creerlo cuando comenzó a sentir lástima por los dragones. Los dragones habían asesinado a su gente. Le habían arrebatado a su propia familia. Habían causado años y años de sufrimiento a los que estaban antes que él, y solo había e...