Entre abrí los ojos con algo de dificultad al recibir los rayos de sol directos en mi rostro. Me cubrí aún más con la sábana para evitar la molestia, suspirando ligeramente. Pasaron unos minutos hasta que me di cuenta de dónde estaba y recordé la noche anterior. Me levanté abruptamente, mirando a mi alrededor. Se suponía que estaba en el sofá viendo una película con Connor cuando debí quedarme dormida, o al menos eso era lo último que recordaba.
Pasé mi mirada por toda la habitación en busca del androide, pero no lo encontré. La preocupación no tardó en aflorar en mi pecho.
«¿Se habrá ido?»
Quité las mantas en un movimiento rápido y salí de la habitación. En el pasillo percibí un olor extraño, como si alguien estuviese cocinando. Fruncí el ceño, me arropé más en el cárdigan que aún llevaba puesto, sintiendo algo de frío y decidí acercarme a la cocina.
Me quedé parada en el umbral de la entrada, mirando con atención y sorpresa. Para mi alegría, el androide aún seguía allí. Estaba cocinando algo en la sartén que sostenía. Pareció advertir mi presencia, me sentí descubierta y algo avergonzada cuando se giró en mi dirección.
—Buenos días, Meghan —me saludó con una sonrisa.
—Hey, ¿qué estás haciendo? —intenté que mi sonrojo no se notara demasiado a medida que me acerqué a su lado, curiosa por ver lo que tenía entre manos.
—El desayuno. Pensé que te apetecería comer algo consistente en tu día libre —tomó un plato y depositó el tocino junto con el huevo revuelto.
—Se supone que tú eres mi invitado, no al revés —le dije con algo de pena.
—Necesitabas descansar, así que pensé en encargarme yo —habló sin darle importancia. Lo vi tomar una taza en la que ya tenía café y girarse hacia mí.
—Y te lo agradezco, de veras. Pero–
—Anda, ve a sentarte —me empujó suavemente con su mano libre, llevándome hacia la mesa del comedor. No pude objetar mucho cuando ya estuve sentada y con el plato junto a la taza delante de mí.
—¡Qué aproveche! —se sentó frente a mí, colocando los brazos en la superficie de la madera.
—Muchas gracias —le sonreí y procedí a comer lo que había preparado para mí. Sinceramente, no había probado un desayuno mejor hecho en mi vida.
—¿Qué tienes pensado hacer hoy? —le pregunté, bebiendo un poco de café.
—Iré a CyberLife e investigaré un poco más sobre el caso.
—Hoy es día libre —alcé una ceja.
—Bueno, lo aprovecharé y buscaré información.
—No descansas nunca, ¿eh? —reí.
—Con perdón, Meghan. Pero no eres la más indicada para hablar sobre los excesos del trabajo exhaustivo —solté una carcajada cuando dijo aquello.
—Touché —lo señalé con el tenedor.
Estábamos pasando un buen rato con aquella charla amena hasta que oí mi teléfono sonar en la mesita que había junto al sofá. Me levanté deprisa para cogerlo y me extrañó mucho cuando vi de quién se trataba.
—¿Hank? —hablé al descolgar.
—Meghan —respondió—. ¿Te he despertado? Perdona, sé que es algo pronto.
Miré el reloj en mi muñeca, marcaba las nueve y media.
—No tanto, pero para ti desde luego. ¿Ocurre algo?
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𝐀 𝐆𝐥𝐢𝐦𝐦𝐞𝐫 𝐎𝐟 𝐇𝐨𝐩𝐞 || 𝐂𝐨𝐧𝐧𝐨𝐫 𝐱 𝐎𝐜 ||
RomanceEn el año 2038 los androides son una realidad para la vida cotidiana en Detroit. La tecnología ha avanzado a pasos agigantados y la mano de obra humana poco a poco deja de ser necesaria. Meghan es detective en el DPD junto a su compañero, el tenien...