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Tembló en cuanto el chico se acercó hasta él, respiró hondo, adoptó una postura recta y pretendió que sus piernas no temblaban como gelatina.

- Sun, olvidé agradecerte por la ayuda que me diste.. Saqué buenas notas en el examen.- dijo con una sonrisa de lado.

- Felicidades.- su voz salió más como en un susurro de interrogación.

- Y... No se exactamente de qué manera puedo darte las gracias por que estuviste dispuesto a soportar mis ligeros cambios de humor.- dió un paso al frente- Así que dime, ¿Aceptarías lo que puedo darte en este momento?- murmuró con un tono de voz ligeramente ronca- Te prometo que después te lo recompensaré con algo mil veces mejor si así lo prefieres.

Un fuerte sonrojo abarcó las mejillas del pelirosa, quien sonrió levemente pero lo apartó, apretando sus labios con una mirada inquisitiva.

- ¿A que te refieres?

- Lo que no pude darte hoy.

Un silencio tenso se apoderó de la sala de estar. Desvío su mirada a un lado, se mordió su labio inferior y regreso su vista para ver si solo lo estaba jodiendo todavía pero al parecer el chico hablaba enserio con respecto a casi todo.

¿Sería buena idea? Él lo quería. Maldición, si. Pero no quería quedar como un mismísimo payaso de nuevo.

- ¿Y bien?- dió un paso hasta estar delante de él- ¿Qué esperas entonces?- susurró cerca de su oído, poniéndose de puntitas para dejar una lamida en el lóbulo de su oreja, sacándole un gruñido bajo en el proceso- Dame eso que no pudiste darme hoy.- le retó en un ronroneo.

Antes de que pudiera reaccionar, el chico tomó su rostro con ambas manos y lo besó de inmediato. Parpadeó repetidas veces porque no pensó que el chico lo estuviera diciendo enserio pero bueno, no tuvo de otra más que seguirle la corriente.

Cerró sus ojos con autosuficiencia para corresponder a su beso, ladeando levemente su cabeza con la intención de darle un mejor ángulo, sus manos se quedaron encima de los hombros del chico, fueron bajando un poco solo para apretar sus bíceps, sacándole un jadeo a ambos. Entreabrió su boca para comenzar a jugar con su lengua, entrelazando ésta con la suya en un desenfrenado y candente vals.

Se separaron al cabo de unos segundos más, jadeando con un leve sonrojo pero en las mejillas de Sunoo éste se intensificaba debido a lo sensible que es su piel y aún más cuando no tiene maquillaje como para poder ocultarlo.

Se volvieron a besar pero está vez con un poco más de calma porque si seguían con el ritmo anterior, seguramente iban a terminar de otra manera aunque eso es lo que muy en el fondo ambos querían, preferían ir con lentitud para estar seguros de no incomodar al otro.

Sus manos se enteraron en los cabellos dorados del chico mientras que las ajenas repasaron su figura para después detenerse en su cintura. Ese era un beso más lento y suave pero se fue intensificando con rapidez porque es obvio lo que sus cuerpos querían y ¿Quienes eran ellos para negarse a ello? Solo dos adolescentes comunes y corrientes con las hormonas destapadas por el otro.

Llámenlo como quieran.

Subieron al cuarto del pelirosa después de unos minutos más con sus manos entrelazadas para volver a besarse como anteriormente y continuar sin preocuparse porque alguien los fuera a ver.

𝐇𝐞 『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora