'Llegar a donde está le ha costado sangre, sudor, lágrimas y semen.
El joven estrella de 𝘽𝙤𝙮𝙨𝙊𝙫𝙚𝙧𝘽𝙤𝙮𝙨.𝙘𝙤𝙢 no acepta cualquier papel y colaboración, porque si alguno de esos Don nadie quiere filmar con él, deberá agradecerle de antema...
ㅡ¡Corte, hermoso! ㅡel director anuncia desde su silla alta detrás del equipo de cámaras y luces y los actores desde el set sueltan el aire contenido, relajando sus expresiones faciales y acomodándose sobre la cama, con sus respectivos ayudantes acercándose a entregar las batas y botellas de agua correspondientes. ㅡMuy bien, terminamos por hoy. Muchas gracias.
El co-estelar mira a su compañero con media sonrisa en los labios y una mano extendida, ofreciéndola al azabache frente a él, pero el chico simplemente se limita a escanearlo de pies a cabeza con una mueca de asco en los labios, mientras se anuda la bata en la cintura.
ㅡUh... ㅡmantiene la vista fija en la expresión gélida del contrario y apenado, quita la mano llevándola a su nuca. ㅡBuen trabajo ahí.
George sonríe, lleno de burla. ㅡLo sé. ㅡy le guiña un ojo. ㅡ¿Solamente dirás lo obvio o tienes algo más que agregar?
Intimidado, traga saliva sonoramente, mientras el contrario se mantiene fresco y casual, bebiendo de su botella de agua de los Alpes franceses. Ya ha sido suficiente vergüenza por ese día, no necesitaba ser rechazado por Davidson para rematarlo.
Al final los rumores contados en el set fueron ciertos y aunque aquel chico le juró que caería por sus encantos tan pronto lo viese en acción, el cotizado actor era en serio difícil de convencer y muy bueno en su trabajo. ¡Mierda, sí que le había creído esas expresiones! Podría incluso haber jurado que el chico se deshacía entre sus brazos por la forma en la que lo miraba y ahora, todo a la maldita basura. Ese hombre era una piedra recubierta de hielo e indiferente tan pronto bajaba de la cama. Asombroso.
ㅡBien. ㅡGeorge gira sobre sus talones dispuesto a entrar a las duchas tan pronto le sea posible y deshacerse del sudor en su piel además del semen que el tal Punz inteligentemente le dejó caer encima. ㅡDe nada, por cierto.
Necesitaba en serio limpiarse y ese idiota solamente le quitaba su tiempo, encima de lo que hizo ¡Y el director no lo detuvo! Muy claramente estaba estipulado en su contrato de ese año que no accedería a nada que tuviese que ver con fluidos sobre su cuerpo y llegaba ese Don nadie a hacer lo que se le antojaba. Encima de que le daría sus diez minutos de fama, agradecido debería estar el pelele aquel que aceptó grabar con él...
Entre insultos susurrados George llega a las duchas con su joven asistente detrás, quien hábilmente atrapa la bata de seda importada entre sus temblorosos y delgados brazos.
ㅡS-s-señor Davidson. ㅡtartamudea, mirando al suelo y con la cara roja cual tomate porque ella es una señorita, tiene pudor y es la primera vez que ve a un hombre desnudo. ¡Su pobre madre se infartaría si supiera con lo que tiene que pagar la universidad! ㅡEl director qui-quiere v-verlo.
George suspira con las manos en su cabello, tirando hacia atrás el agua que cae sobre este y de paso, mojando los zapatitos negros de Puffy quien pega de brincos hacia atrás tratando de huir del agua tibia. ㅡ¿Y para eso me sigues, lufy? Por todos los cielos, dile que espere.
ㅡP-Pu-Puffy, señor...ㅡsusurra, asistiendo. ㅡLe diré que lo verá tan pronto termine. ㅡ se aleja a pasos cortos y rápidos del baño mojado, ya sería demasiado si se resbala sobre esos malditos tacones.
ㅡ¡Lo veré en una hora! ㅡgrita el actor antes de escuchar la puerta ser cerrada, con el cabello espumoso y fregando su cuerpo con el jabón antibacterial de aroma a lavanda buscando deshacerse de cualquier rastro del tipo ese cuyo nombre ya olvidó.
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De brazos cruzados, George se recarga en la silla frente al escritorio de su jefe, con las cejas alzadas y una mueca en los labios.
ㅡ¿Es en serio? ㅡreta, sin oportunidad a escuchar respuesta para acto siguiente, arrojar el libreto sobre el escritorio. ㅡNo pienso hacer esa porquería.
El hombre mayor se muestra sereno, acostumbrado a los desplantes de su joven estrella. El guion era simple y repetitivo de cualquier escena escolar donde el profesor es seducido por su alumno, pero aparentemente a George no le era digno de su fama y tan pronto leyó el título y descripción de escena, lanzó al demonio el libreto. Pero no era su decisión, sino del público, quienes pedían a gritos que los actores del momento fuesen reunidos en un filme. El foro de la página estaba repleto de comentarios exigiéndolo y, cuando vio una posible buena suma de ganancia, no hubo nada que pensar.
ㅡEsto te beneficia, George, y no solamente a tu cuenta bancaria.
ㅡDinero es lo que menos me hace falta.
El mayor en la oficina se ríe, haciendo rabiar al menudo azabache frente a él. ㅡNo, evidentemente ya has superado esa etapa. ㅡcruza los dedos sobre el escritorio, inclinándose para tener más cerca al joven que lo maldice con la mirada. ㅡPiénsalo como una inversión, George. Tú haces tu magia y todos ganamos muy buen dinero, además de que obtendrás mucho más interés del público. Todos ganamos.
Firme, George no muestra emoción alguna en su rostro, la perfecta cara de póker mientras hablan de negocios. ㅡ¿Será pago por ver?
Con una sonrisa surcando su rostro, el mayor asiente. ㅡYa estamos hablando el mismo idioma.
George sopesa las opciones, barajando mentalmente los beneficios que obtendría. Una exclusiva de PPV le daría promoción, comerciales de segundos del video final, generaría anticipo entre los espectadores y muchos, muchos ceros en su cuenta. No había nada extraño que hacer, aparentemente, era una sosa escena de escuela. ¿Cuál era el riesgo?
ㅡBien, pero será a mi modo.
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