¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Me gusta ver la noche sin luna y sin estrellas, Y solo las centellas La tierra iluminar."
José de Espronceda - LA DESESPERACION.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La incomodidad era palpable en la atmósfera, mis ojos se encontraban fijos al frente mientras llevaba la taza de té a mis labios con la seriedad marcando cada una de mis facciones. Hace un momento mis fieles acompañantes me habían dado aviso de que alguien quería hablar conmigo, esto no me había dado una buena señal en ningun momento pero lo acepte, era algo tarde pero aun así no lo negué y deje pasar aquellas personas que había venido hasta mi habitación de huésped.
Ahora podía sentir por que todo esto me daba una mala vibra, quienes habían tocado a mi puerta eran los "concubinos" de la princesa quienes ahora estaban al frente de mi observandome sin decir una palabras. Ambos parecían analizarme pero en sus ojos podía ver que eran por motivos diferentes, los ojos dorados del muchacho rubio me miraban con intriga, curiosidad y diversión mientras que los orbes azules lo hacían de forma analítica y calculadora. Pasó un rato y ellos seguían sin hablar lo cual me desesperada, no tenía tiempo para estos juegos.
— Si no piensan decir alguna palabra los invito a irse y dejarme descansar, no poseo el tiempo suficiente como gastarlo en ustedes. — hable de forma clara y fuerte, fijando mis oscuros ojos en ellos colocandome recta bajando la taza hasta la pequeña mesa a mi lado y apoyaba mi rostro en mi mano.
— Lo sentimos Emperatriz Adair, queríamos venir a informarle que nuestra señora la Princesa Ariana desea encontrarse mañana por la tarde con usted en su jardín personal para, si usted lo desea, acompañarle en su merienda. — aquello salió de los labios del rubio de ojos dorados, levante mi ceja con duda haciendo una leve mueca. Aquella invitación me parecía en cierta forma algo que podría haber esperado de la emperatriz o alguna de las concubinas perro no de la princesa, esto comenzaba a crear cierta intriga en mi interior primero me enviaba una carta y luego esta invitación, esto me generaba dudas.
Medite un rato mientras observaba de manera disimulada el rostro de mis acompañantes, podría ver como estos estaban eufóricos y el como parecían querer responder por mi. Centre ms mirada de nuevo en los hombres en frente de mi, estos esperaban mi respuesta expectante de lo que pudiera decir y esto causó que en mi interior algo se removiera pero de manera muy mala como si esto fuera el comienzo de algo muy malo.
