𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 27

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Mon: Hola - dije conteniendo la respiración.

Nop: Hola Mon, adivina donde estoy.

Mon: Ni idea - no tenía cabeza ni para pensar del uno al cinco menos para adivinar.

Nop: Afuera de tu oficina, marqué a tu casa, pero como no me contestaste supuse que estarías aquí, te invito a cenar.

Mon: Que sorpresa, en unos minutos bajo -dije nerviosa y le colgué.

Miré con pánico a Sam y comencé a abrocharme la blusa y metérmela en la falda. Comencé a buscar mis medias, pero no las veía por ningún lado, ella estaba parada cruzada de brazos viéndome seriamente, creo que había adivinado quién me había llamado, yo levanté los hombros y moví la cabeza negativamente, ella sabía perfectamente de la existencia de Nop, además, lo que había entre nosotros sólo era sexo, aunque ya no existieran las reglas, al final del día lo único que nos unía era eso, sexo sin compromiso ni ataduras.

Sam: ¿Buscas esto? - preguntó mostrándome mis nada sexys medias azules.

Mon: Cómo te gusta hacerme sufrir -exclamé y levanté la mano para quitársela pero ella puso la suya detrás de su espalda - no es momento de juegos, tengo que irme ya.

Sam: Pues vete, yo no te estoy deteniendo.

Mon: Dame eso de una buena vez.

Sam: No, quiero conservar algo tuyo hasta que vuelva a verte.

Mon: Pero eso no - grité entre seria y asustada.

Sam: ¿Por qué no?

Mon: Por obvias razones que no quiero repetir, dámelas ya y estoy hablando enserio.

Sam: ¿O qué?, ¿vas a llamar a los policías?

Mon: Ash, me estas desesperando enserio, ya déjate de juegos.

Sam: Hasta luego Señorita Mon, que pases buenas noches.

Comenzó a caminar y la atajé en la puerta casi estampándola en ella.

Mon: Por favor Sam- dije en tono suplicante, casi al borde de las lágrimas de desesperación.

Sam: Él te tiene completa, ¿qué más da que yo conserve esto?

Mon: No, no me tiene completa y lo sabes, no te puedo dejar eso, al menos no hoy, otro día, te lo prometo, cuando volvamos a vernos, te daré otra cosa hoy, por favor.

Sam: Y qué me darías a cambio?

La tomé de la mano obligándola a caminar conmigo, no quería que se me escapara, se veía molesta y quizá podría ser capaz de cometer una locura. Abrí el cajón de mi escritorio con la mano que tenía libre, sin soltarla, ahí tenía un pañuelo, lo saqué y lo puse sobre el escritorio, tomé el pequeño perfume que estaba también en el cajón y le rocié un poco al pañuelo y se la di. Me sonrió y me entregó las medias.

Sam: Ah, se me olvidaba decirte no uses vestido rosa ni lila para la boda - dijo en el umbral de la puerta.

Mom: No te he asegurado que iré.

Sam: Buenas noches, Mon.

Salió y yo me coloqué rápido mis medias. Nop me llamó de nuevo y le aseguré que ya bajaba. Fui al baño y me arreglé un poco el cabello, el maquillaje y me puse un poco de perfume. Cuando subí al coche, Nop me dio una mirada de reproche.

Mon: Perdón, se atascó la impresora y no podía dejarla así, el servicio es muy caro.

Nop: Está bien, ¿adónde quieres ir a cenar?

Mon : No sé, ¿a ti que se te antoja?

Nop: Comida china, ¿te apetece?

Mon: Sí, vamos.

No hablamos mucho en el camino al restaurante, ni durante la cena, Nop estaba mensajeándose con un cliente, según me dijo, aunque se le escapan unas sonrisitas que dudaba que un cliente se las provocara, quizá era lo que yo quería ver para no sentirme tan culpable por engañarlo, después de todo iba a cumplir su promesa de irnos de viaje solo los dos, sin trabajo de por medio, o, ¿lo estaría haciendo para acallar sus culpas también?

Fui al baño y me miré al espejo, pensé que tal vez debería dejar a Nop, no se merecía lo que le estaba haciendo y ya una vez había intentado dejar a Sam y no había funcionado, así que ahora me tocaba hacer la prueba con mi novio. Suspiré resignada, el viaje sería la última oportunidad para de salvar mi relación con él. Me llevó a mi departamento y me dijo que nos veríamos hasta el jueves, que era cuando salíamos de viaje.

Los días siguientes tuve mucho trabajo, pero ya no podía ver a mi oficina de la misma manera, por ratos me quedaba mirando la silla donde Sam me había hecho suya y me había pedido que no la dejara, la sonrisa aparecía en mi cara sin remedio, como deseaba que sus palabras fueran ciertas, pero eran sólo eso, palabras que se las lleva el viento porque no daba ninguna otra señal, si en realidad quisiera que yo estuviera en su vida mostraría algún interés, que sé yo, una llamada, un mensaje, pero nada, silencio total. Abrí el cajón y me topé con la invitación de Song, la saqué y me puse a leerla, era color crema, de un papel finísimo y unas letras preciosas.

Suspiré después de leerla, a pesar que el matrimonio no era mi gran ilusión, ya me había mentalizado que algún día daría ese paso con Nop, aunque ahora no estaba tan segura de lograrlo, pero tampoco me lo imaginaba con Sam, no se veía que fuera de ese tipo de mujer, dado que mejor se iba a casar su hermana menor que ella. moví la cabeza, pero, ¿qué estaba pensando? Es increíble lo vulnerables que somos las mujeres y como las simples palabras nos hacen perder la perspectiva. "No me dejes", recordé como si lo estuviera escuchando en ese preciso momento, con su voz distorcionada, suspiré de nuevo, dejé la invitación en el mismo lugar y seguí con mi trabajo.

𝐘𝐨𝐮 𝐚𝐫𝐞 𝐦𝐲 𝐭𝐞𝐦𝐩𝐭𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧 /𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧/𝐆!𝐏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora