I Parte

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Había una vez, hace muchos años atrás simples páginas en blanco, que aunque tarde llegarían a transformarse en un libro.

Una señora unida a la soledad de sus longevos años, sin hijos, sin nietos, sin hermanos ni familiares observaba las hojas en blanco desorganizadas en su escritorio de antaño y madera. Pensaba en como unas simples palabras podrían convertir páginas en un libro, analizaba e imaginaba poder tomarse el tiempo para escribir, no solo una historia de ficción sino algo mucho más importante, quería ayudar a cada habitante de su ciudad. Cuando recordó que había viajado, visitado y vivido en diferentes lugares del mundo hizo de ese recuerdo la idea principal de su historia. Conocía muchos lenguajes, diferentes culturas y tradiciones; en sus tiempos de juventud había recorrido varios países y vislumbrado paisajes de incalculable belleza.

Desde el momento en que decidió escribir su libro basándose en una vaga idea sin detalles ni explicaciones convirtió las páginas en blanco tiradas en su escritorio en un libro, cada letra, cada sílaba y palabra iban despacio conformando una oración, un diálogo, un libro que cambiaría el punto de vista de todo el mundo. Además la señora había encontrado en esas páginas algo más que palabras, para ella el libro que escribía era su amigo y la soledad que la invadía solo era un malo recuerdo.

La señora se dedicó en cuerpo y alma a exhumar en lo más recóndito de su memoria, a seguir paso tras paso el cumplir una meta, el llevar a cabo su sueño. Día por día una hoja en blanco adquiría conocimiento, su amigo (su libro) dejaba la ignorancia y se volvía inteligente; pues le era increíble el poder de las palabras, el poder amoldar a su fiel, confidente y agradable "amigo" a su semejanza, en verlo desarrollarse con sus propios conocimientos y experiencia. Ese trabajo le abstraía de la realidad, disfrutaba de entrar en esa dimensión paralela cuando escribía, una dimensión privilegiada solo a ella y a esas páginas amontonadas sobre su precioso escritorio quejumbroso, amaba el adentrarse en sus aventuras, en apreciar lo fascinante de la vida, sus viajes: en carrozas, en barcos piratas; codearse con la realeza, plebeyos por igual; descubría que su vida había sido una maravilla, aún lo era al plantearse y tomar la decisión de escribir, su ideología, su filosofía, su religión... una pequeña introducción a la pluma en el tintero y su mano con grandilocuente caligrafía, líneas y trazos perfectos digno de admiración llenaban los espacios de su vacío, los huecos que se cernían en el interior de su corazón.

Al describir su vida como la historia de otra mujer, una desconocida hasta ese día para sí misma. ¿Quién era para quejarse de su soledad cuando había tenido muchas oportunidades que otros jamás?, ¿quién era para llorar por su soledad cuando esas lágrimas ella misma se las había provocado?... nunca había estado sola, su soledad no existía, sencillamente su existencia en el mundo se remontaba en ver y reaccionar inmarcesible a su epifanía literatura que sustentaba en su cerebro, lleno de vasto y etéreas cualidades.

Al terminar de escribir el libro, las páginas en blanco dejaron de existir y cobraron vida, tomaron el nombre de "El libro de los Idiomas". Un libro que marcaría a muchas personas, un libro que se plasmaría en las mentes humanas y serviría de base para otros ilustres pensadores a futuro, capaces de creer, de realizarse incertidumbres y de llevar su curiosidad más allende de lo que se consideraba normal.

Luego de dos años después de exhaustiva redacción, revisión y corrección la señora publicó el libro y lo que para el mundo era desconocido, ella lo había hecho conocido. Llevando sus conocimientos a cada lugar que alcanzara sus letras.

"El Libro De Los Idiomas" no solo explicaba a detalle cada lenguaje, las pronunciaciones, narraba una historia que conducía a las persona a saber cómo comunicarse con otras que aunque no hablaran el mismo idioma podían conocer a través de su cultura y tradiciones el modo de vivir de algunos territorios del mundo y distintos habitantes. Este libro habría de inspirar, ayudar a todos los niños y adultos estableciéndoles dentro de sus cabezas el poder que en épocas de soledad podía llevarte a expresar y desplegar ideas, ya fuera tanto por medio de la lectura, la escritura o diferentes medios como el arte: la forma de pregonar y permitirnos comunicar nuestros pensamientos, humor, reflexión, imaginación e ideales. Una característica que puede aprender todo aquel que se abandona a su libre albedrío sin premura.

Con el gran éxito que había significado el primer libro la señora caminaba y era interceptada por muchos transeúntes que se detenían a hablar con ella, a manifestarles su parecer con respecto al libro y su opinión afable sobre sus experiencias. Seis años después optó por escribir otro éxito pero está vez profundizando más la idea de "El Libro De Los Idiomas" y cambiándole el nombre a "Mi Vida Más Que Un Libro Y Un Idioma".

FIN

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⏰ Última actualización: May 25, 2015 ⏰

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El Libro De Los IdiomasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora