Capítulo 1: Aquel Pasado Mío

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Un poco de contexto con respecto a los Territorios y Mundo de esta historia antes de comenzar con el capítulo, leer con atención para una mejor comprensión:

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Capítulo 1: Aquel Pasado Mío

Aquellos ojos profundos de mujer se mantenían completamente serenos al fingir ignorar lo que escuchaban sus oídos, el dulce perfume de azahar acompañaba su desapercibido caminar mientras que las palabras ajenas se clavaban cual navajas a su cuerpo. ¿Qué veneno fue? No importaba el dolor o la soledad, a la hora de la verdad, Ariel mantenía su frente en alto sin importar que en el interior se estuviera desmoronando por completo.

Entre los rincones del encantado Palacio construido de oro y diamante, la Princesa Consorte siempre deambulaba, únicamente acompañada de ese singular brillo suyo y del velo de tristeza que cubría su mirada color arrebol. Cruzó la anchurosa sala, sin prestar atención a los diáfanos muros y altos techos que le eran tan familiares como sofocantes. El tan falsamente armonioso y musical ambiente se mantiene animado por los chismes que miles y miles de voces cuchichean, compitiendo en captar la atención de todo individuo presente.

Ella se limita a deshacerse con desdén de su mente, obligándose a no sentir nada al estar en la boca de todos. Las tonalidades humanadas y la empatía se diluyen en el lugar.

—Dios la ha castigado...

La brisa primaveral arrastraba las palabras, esparciéndolas alrededor del lugar.

—Con tanta sangre en sus manos, ¿cómo podría ella cargar al Heredero De la Rosa en su vientre?—Se susurraban a los oídos.

—Es una maldición, ningún hijo suyo podrá vivir.

Ariel Victoria Ortiz, hija adoptiva del Gran Duque de Ortiz y futura Emperatriz del Imperio Apamea. De no haber sido por su participación en el Golpe de Estado contra el reinado del legítimo Rey Janue Cruz Figueroa De Salazar y en la Conquista del Reino Extranjero de Cartago, el Imperio continuaría en la ruina. Sí, se había manchado las manos, pero hizo lo necesario para salvar a su nación y su gente. Sus hazañas y sacrificios habían evitado que el pueblo se viera envuelto en una sangrienta guerra en la cual morirían a manos de un gran Poderío Militar extranjero por capricho del Conquistador Tirano que tenían por Emperador. ¿Acaso todo aquello la había hecho dejar de ser una Honorable Dama? A su regreso la gente le aplaudió, plebeyos y burgueses le juraban lealtad al ser la única que salvaguardaba su bienestar. El título de "La Reina del Pueblo" le fue dado, viviendo así en los corazones de cada uno de aquellos individuos, siendo más amada que el mismísimo Emperador... Pero ¿en qué momento había dejado de ser una Dama para la Aristocracia?

La Villana Olvidada: Un Final para la PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora