capítulo 5

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¿Qué podían decirse en ese momento tras tremenda agarrada que se dieron de besos?

Solo eran ellos dos, el beso que inicio por unas pequeñas palabras compartidas para una cita volvía a unirse entre ambos, spreen permanecía metiendo su mano al cabello del contrario mientras lo acercaba hacia él, acariciandola con sus patas del frente, mismas las cuales sacaba unas garras para acariciarlo y no pensaba dejar su presa escapar, tomando la espalda del contrario aunque una sensación de calidez se apoderó de el y lamentablemente tenía que apartarse, sentía que podía incomodar al contrario con aquel cuerpo de oso y no buscaba quejas muy pronto, cuando tenga la oportunidad le mostrará aquel cuerpo humano y solo se acomodaba las gafas que tenía bajando por el puente de su nariz.

Habían pasado aproximadamente dos minutos desde que se habían separado de aquel beso el cual ninguno deseaba terminar y habían calmado sus emociones, aquel mamífero plantígrado permanecía rasgando la madera de su escritorio tratando de buscar las palabras correctas estando sentado sobre su silla frente al mago supremo, quien permanecía del otro lado del escritorio buscando con que distraerse mientras se mordía su labio el cual estaba bastante rojo por el tiempo y la succión que había provocado un momento subido de tono entre los únicos en la habitación.

Ninguno tenía los huevos de dar la palabra aunque el que parecía más incómodo sería Juan, ya hacia tiempo no se besaba de aquella manera con un oso y la calidez de sus mariposas intestinales parecia parar, llegando a su mente algunas imágenes de escenarios que había compartido con el oso prado a quien hacía llamar rubí, su osito desaparecido.

Sentían que aquello sería incómodo y estaba por entrar en una crisis interna sobre el porque tenía que recordarlo cuando podía iniciar nuevamente y dejarlo atrás o algo por el estilo y se mantuvo bastante nervioso mientras jugaba con sus manos sentándose en la silla frente al escritorio acomodando su sombrero y buscando alguna excusa para notocar el tema, preguntándose por qué razón estaba ahí hasta que recordó a la serpiente de cascabel de drako.

-E-Entonces...hablando sobre la serpiente..

-Si, vamos a buscarla mañana en la mañana,no te preocupes por eso vos.

Respondió rápido mientras acomodaba su ropa intentando no verse muy en alerta pues sentía algo de incomodidad en aquel espacio que era su oficina y acomodo el escritorio el cual tenía algunas hojas dobladas de cuando Juan había sido subido a esta para intensificar el beso.

-Mira spreen, esto en realidad es muy lindo y todo pero... -Intentaba decir algo pero el miedo lo agobiaba por la mirada del contrario que parecía bastante confundido.

-¿Pero? Porque existiría aquello si me has dicho que no hay problema y demás.

-Q-quiero que sea en secreto esto de los demás!. -Pidio cubriendo su boca al final pues en realidad sólo soltó palabras que intento acomodar en su cabeza y sabía que como lo tenía planeado decir no le agradaría así que buscaría alguna alternativa.

Spreen quién parecía del mejor humor y escribiendo la noticia de su amorío como si un fanfic se tratase para la revista paro en seco y volteó a verle confundido mientras se reía bastante creyendo que se trataba de una broma de mal gusto y negando, deseando que solo se haya confundido de palabras pues no podía creer lo que salía de los labios del contrario.

-Che boludo, no me estés jodiendo, ¿Como que sea en secreto? Pero si nos acabamos de besar!

-Spreen, calma, verás, en verdad de dónde vengo un beso no significa casi anda...solo una muestra de afecto, Uhm...—

En realidad buscaba las palabras y excusas perfectas para explicarle el que no podía salir con el frente a personas pues la reputación de ambos sería gravemente afectada y como al final si continúan no quería lastimarlo.

Rubí? No, soy Spreen.. ] Spruan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora