Copula.

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TW: Luzu trans-male sin mastectomía; Híbridos; Sexo en estado de ebriedad; ¿Sabes cuál es la mejor forma de reconciliarte con alguien? Folla con él.

— ¡Que nunca se te olvide que esta vida da muchas vueltas, idiota de mierda! — Algunos gritos rebotaban por todo el local; Ciertos híbridos destacaban en el grupo, verdaderamente incómodo, peleando por estupideces.

— Espero que esas vueltas puedan acomodar tu puto cerebro. — Contestó de vuelta aquel tigre, dejando el restaurante tan rápido como pudo. El oso también había abandonado el lugar, dejando a sus "amigos" solos.

— Creo que no funcionó como esperábamos... — Dijo Alexby, siendo respondido por Fargan en un tono "alegre" e incómodo. — ¿Enserio lo crees? No me había dado cuenta, ¡Jaja-! Ja...

Al parecer, la reconciliación (algo forzada) que habían planeado a escondidas del "problema" no había funcionado, no parecía funcionar y nunca funcionó.

De verdad, nunca funcionó.

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El karma existe, y ese mismo fue el culpable de que a Luzu no le hubiera tratado bien la vida.

Un hombre de (casi) mediana edad que trabaja como recepcionista de una empresa de un noticiero semi-famoso. Él siempre soñó con ser un reportero popular, un investigador excelente.
Ahora, lo único que puede hacer es resignarse a su vida actual.

Quedaban 10 minutos a su turno, no podía irse porque si no le descontarían todo el puto sueldo de este día, así que ahí estaba. Recargaba su cabeza en sus manos, sus orejas y cola se agitaban ocasionalmente y su paciencia se agotaba por cada "¡Click!" que aquel estúpido reloj soltaba.

Solo quería irse, no en 10 ni en 5 minutos, quería irse en ese preciso instante. Fantaseaba con salir de su mesa, llegar al despacho de su jefe y gritarle en la cara un "¡Renuncio!" tan fuerte que haría colapsar toda la empresa misma.

Lástima que son solo puros y meros pensamientos alocados con la percepción de la realidad... completamente alterada.

Volviendo al presente.

No había nadie en ese lugar, ya iban a dar las 9:00 PM y era probable el que no llegaría nadie, así que una revisada a su teléfono no le haría tan mal. Después de todo, ¿Qué tal si hay algo sumamente urgente que tenga que atender por medio de su celular?

Bueno, no era urgente lo que había encendido su pantalla, pero si era efectivo para pasar el tiempo.

— » Qué onda we? Si jalas a una parranda acá en un perro antro o se te achica el pito?? « —

Era un mensaje de Quackity, aquel chico joven (y estúpido) que había conocido en esta misma empresa. Era dulce, amable y gracioso, así que no dudó en darle su número telefónico por si hubiera una emergencia.
No por si quisiera invitarlo a una fiesta.

— » Quacks, ya te he dicho que no me hables por acá si solo vas a preguntar cosas así « —

Contestó, apagando su teléfono y volviendo a "trabajar". Aunque ni tanto eso, porque apenas dejarlo boca abajo pudo sentir una vibración y el timbre que le había puesto al pato.
No soportó la curiosidad y... bueno, leyó aquel mensaje.

Mᴏᴍᴇɴᴛᴏs Iɴᴄᴏ́ᴍᴏᴅᴏs (🐻 x 🐯).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora