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[BERLÍN 1945]

Las tropas aliadas ya se habían apoderado de la intocable Berlín, las banderas Soviéticas llevadas por los tanques se visualizaban a simple vista por las calles, todo parecía haber llegado a su fin. Aquellos países miembros de los triunfadores, acordaron encontrar juntos al culpable de todo, quizás el gran cobarde se escondió al no poder aceptar sus errores, o por el miedo de ser vencido. De todas formas, tenían las esperanzas de poder juzgar a esa alma podrida, por sus crímenes causados, ese era el objetivo ahora.

Para su mala suerte, en ese bunquer solo hallaron un cuerpo sin vida, aún con tal máscara roja con la envastica negra en el medio. Ya no había nada que reprochar allí, acabo con su vida hacia parecer unas horas, no había salvación para su repugnante existencia. Mayormente, se lo miraba con asco, indiferencia y para algunos de mente perversa, una sonrisa victoriosa.

- ¿que haremos con su cuerpo?
Pregunto el indeciso británico, disgustado por la escena presente.

- Quemarlo, que no quede nada de el
Respondió con seguridad, el frío ruso que no mostraba ninguna emocion por ello.

- Me interesa un poco ver su rostro antes de eso
Agregó el francés, que acompañaba la reacción del comunista, pero un ceño fruncido.

- ¿No le estaríamos falta al respeto? Digo, esta muer..
Reino Unido fue interrumpido por un empujón del americano, que se dirigia al cuerpo inerte.

- Así como dijiste, ya esta muerto. Da igual, solo veamos y ya
Afirmó sin sentir culpa, ya que era el quien tenía esa gratificadora sonrisa en su rostro.

La cara del líder nazi era un verdadero misterio, desde su aparición hasta su fin que había portado tal máscara que la cubría completamente, con solo dos pequeños agujeros rectangulares en la zona de sus ojos. Hasta ahora, nunca se la había retirado, pero cuando el estadounidense la agarro con una de sus manos, arrancadola de su faz, pudieron ver la verdad. La sorpresa y confusión se apodero de ellos, al ver una bandera tricolor, con un escudo en su medio, ojos ya blanquecinos pero que dan una pista de su pasado celestino, dientes verdaderamente filosos, una melena ondulada oscura. Ya sabían quien era y no podían creerlo; "¡¿República de Weimar?!" Gritaron en coro las potencias.

Claramente, esa persona sin vida era el weimares, el mismo que llevaba la aterradora cara del nazismo, comandando el más temido de los ejércitos existentes en la historia. Supuestamente, este ya había fallecido en el 1933, no tenía sentido que este ahí mismo, además que daba indicios de defunción, de no más de 4 horas, cuando de tal año ya habían pasado 12. Ninguno podía explicar la situación con certeza, eso abrumaba sobre todo al poseedor de las estrellas.

- Nunca pude imaginarme algo así, weimarer.. ¿que haremos?
Cuestino indeciso el francés, a su vez que aterrorizado.

- ¿Que haremos? Romperle la cara hasta que quede irreconocible, nadie tiene que saber de esto
Respondió con seguridad el norteamericano.

- ¿No es algo exagerado?
Interrogó el otro de habla inglesa, no muy seguro de la orden americana.

- ¿Que más quieres hacer, UK? ¿Que ellos sepan de esto, sabiendo lo que le hicimos en el pasado a Weimar? No quiero arriesgarme ni tener cargos morales, solo cállate y haz lo que te digo.
Decreto firmemente, mirando de reojo al menor.

- Okay, okay.. como quieras
Se resigno a seguirle la discusión, sabiendo que así no llegaría a nada.

- Si quieren yo lo hago
Sugerio el Socialista, hablando luego de un largo silencioso.

- Te dejo esta tarea, entonces. No quiero ensuciarse más las manos, los demás vamonos
Dio media vuelta para salir de aquel bunquer.

Los otros dos europeos siguieron al estadounidense sin decir ni una palabra. Mientras tanto, el euroasiatico se encargo de la tarea dicha por el recién nombrado, con sus propias manos golpeó, a su vez desgarro repetidas veces el rostro de Weimar, incluso arrancando sus dientes y ojos. Para finalizar el trabajo sacando su encendedor, así quemarle la cara por completo hasta que quedase de un color carbizo.

La noticia de que la hera caótica había "terminado", gracias al fin del conflicto como la creación de las naciones unidas(ONU), todo volvió a la normalidad, o bueno la nueva normalidad. Sin cuestionar a los participantes de ese echo, sin reprochar nada más dejando que el tema se esfume en el aire.

Cuando es relatada por el "heroe" ninguno se opone a sus palabras, ya que ellos son los que "en verdad" lo vivieron. Pero se olvidaron de la pequeña parte que inflige a una guerra; jamás hay buenos ni malos, solo gente que busca su propio beneficio. Aunque ya hacía en una tumba sin nombre, el tenía mucho que contar, cosas que revelar, que mostrar a la luz, lastimosamente no pudo llegar a liberarlas de sus recuerdos y soltarlas por su boca.

En la actualidad, todos ven aquel pasado como algo vergonzoso para la actual Alemania, cosa que no cuestiona. Pero ese joven del pelo azabache, al pasear por los pasillos de su hogar, ve una gran pintura en la pared, que normalmente cubre con una sabana. Aunque de vez en cuando la retira de su sitio, para divisar esos colmillos afilados, pero con una presencia llena de cansancio.

-¿Por qué todos aún dicen mal tu nombre? Vater
Pregunto al aire, mirando el retrato de su progenitor. Claramente, sin recibir respuesta de este, pero ese silencio era más que suficiente para traer miles de recuerdos a el.

Siguió de largo, hasta incluso olvidando taparla nuevamente, quizás para el alemán no era la gran cosa que su cara sea vista pública, o simplemente le dio pereza.

Asique aquí nos preguntamos, ¿qué fue lo que en verdad pasó en 1933?

Fin: 00

𝘸𝘩𝘢𝘵 𝘩𝘢𝘱𝘱𝘦𝘯𝘦𝘥 𝘪𝘯 1933Donde viven las historias. Descúbrelo ahora