i love u

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Conocí a Jimin en mi segundo semestre de universidad de la manera menos convencional posible.

Yizhuo había pasado un largo tiempo abriendo la boca para hablar de su espectacular novia y sobre lo inteligente que era, de todas las citas a las que habían ido y de lo perdidamente enamorada que se encontraba. En un principio era encantador verla suspirar y oírla hablar sobre sentimientos y romance, porque era mi mejor amiga y estaba feliz de que por fin tuviera su primer gran amor, pero muy pronto me atrapé a mí misma pensando en lo mucho que me gustaría que se callara una buena vez.

No es que me sintiera celosa o tuviera envidia de lo perfecta que sonaba aquella relación, pero a veces cuando me despertaba de una larga noche de estudios, solo deseaba tener un desayuno en paz, lo que muy pocas veces sucedía cuando era bombardeada por monólogos de Ningning relatando su maravillosa noche o la cita del día anterior, a veces solía preguntarme cuando sería mi momento.

Una tarde en especial Yizhuo, en una corta llamada telefónica anunció que iría a nuestro pequeño departamento anunciando que era el momento indicado para presentarme a la famosa Uchinaga Aeri, la noticia se sintió como volver a ver a una vieja amiga a pesar de nunca antes haberla visto en persona, puesto que sabía tanto de ella como de mí misma, cortesía de mi mejor amiga por supuesto y de sus largas horas de narración.

No estaba en mis mejores condiciones en ese momento, estudiar gastronomía suena más fácil de lo que parece, desgraciadamente esa visión estaba muy lejos de la realidad. Unos de mis profesores terminó siendo la persona más pretenciosa y perfeccionista que alguna vez habitó la tierra y consideró que sería muy buena idea poner como proyecto crear la "pasta perfecta" claro que no debía ser una pasta cualquiera, ya lo había intentado de mil maneras y en cada una de esas situaciones el maestro culinario se encargó cortésmente de desechar mi comida al tacho de basura, muy amable, si ignoramos la parte en la que menosprecia mi trabajo con un vocabulario digno de un sabio filósofo, en solo unos meses había conocido los insultos más elegantes creados por la humanidad.

Basada en esa larga trayectoria llena de fracasos era de esperarse que la cocina no se encontrara en óptimas condiciones para entonces, había más harina que muebles y estaba cien por ciento segura de que no había plato que no hubiese utilizado ya. Preparé tanta pasta que me parecía muy probable que los italianos se sintieran en casa si se pasaban por ahí pero mi paladar ya no podía más, como dice mi profesor "la comida de perro sabría mejor" de hecho, lo estoy deseando.

Mientras luchaba con la masa pegada en mis dedos oí el timbre de la puerta, sólo pude pensar en por qué demonios Yizhuo había olvidado las llaves otra vez y que habían llegado justo en el momento en el que mi apariencia no era la mejor. Mi cabello atado parecía un nido sobre mi rostro, el delantal que cubría mi cuerpo estaba espolvoreado en harina, tenía manchas de pesto, salsa, crema y otras cosas que desconocía, si la casa era un auténtico desastre entonces yo me convertía en la cereza del pastel.

Suspiré pesadamente frente a la puerta, si Aeri quería conocer a la mejor amiga de su novia entonces lo haría viendo mi verdadero lado, el de una aspirante a chef sumida en la total desesperación. Eso sonaba bien, de hecho, sonaba increíble porque estaba al tanto de que Yizhuo me mencionaba hasta por los codos, después de todo soy quien la alimenta todos los días, así que su novia no tendría que irse corriendo al ver al auténtico monstruo de las nieves paseando por el pequeño piso restregando harina por doquier.

Pero ¿Qué fue lo que vi al abrir la puerta? A Ningning y a su novia, claro, pero mi mirada fue directamente a la tercera persona que se interponía entre las dos, la muchacha alta de cabello negro y expresión neutra pero con una mirada divertida que decía "vaya locura acabo de ver" podía escuchar la voz de Yizhuo llamándome pero solo podía pensar en que acababa de hacer la peor primera impresión de todos los tiempos ante, claramente, la mujer más hermosa que había visto en la vida.

LIPS ๑ WINRINA OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora