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CAPITULO TREINTA
Y DOS







CAPITULO TREINTA Y DOS

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Shafira Spellman


-Que tiene eso? -pregunté viendo a la amiga de Kiri que se acercaba para pintarme la cara.

-Es barro de laguna bioluminiscente con jugos de flor para que tenga mas color.

Ella me explicó con una sonrisa amigable. No habían pasado mas de cinco minutos que me reuní con Kiri que ya casi conocía la vida de todas sus amigas. Ellas eran muy felices y te sonreian como psicopatas, pero eran simpáticas.

-Como fue pasar por el ojo de Eywa?

La pregunta de una de las amigas de Kiri me sorprendió, provocando que me quiera mover para verla, pero la chica que me pintaba la cara no me lo permitió.

Suspiré despacio, sin saber como describirlo realmente pero tuve que hacerme una idea para encajar -Es como dormir muy profundo y es como si millones de Atokirinas te abrazaran.

-Hablaste con una de ellas?

Quise evitar reírme, pero no pude. Por suerte lo disimulé con una tos -No, desafortunadamente.

-Y que paso con tu cuerpo de humana? -preguntó la que me pintaba la cara.

-Jake y Neytiri lo enterraron cerca de las raíces del primer árbol que se veía desde el campamento avatar, así sería como que esta entre mis dos hogares. -respondí suspirando, estaba cansada de estar parada.

Cuando todas terminaron de pintarse, Kiri me invito a que nos sentemos en una manta con cinco de sus amigas. Era un poco incómodo pero acepte, haciendo doler mi cola con la dura piedra. Todas empezaron a hablar sobre que una amiga de ellas la habían castigado por querer montar un viperlobo.

-Que gran Skxawng -dijo Läinyu, la cumpleañera.

-Yo escuché que la habían castigado porque se apareo con Irrfan -dijo otra de sus amigas, bajando la voz.

Esto me sorprendió ¿Que tan mal estaba hacer eso? Las demás soltaron suspiros ahogados.

-Pero es muy joven para ser madre...

Mi corazón se paró por un minuto hasta recordar que Neteyam se corrió fuera de mi, pero no me imaginó teniendo un hijo con 17 años, ya es una edad madura para los avatares pero igualmente, se sentiría ilegal.

-No va a serlo -tranquilizó Kiri, comiendo una fruta- ya nos hubiéramos enterado de ser así.

Todas sus amigas le dieron la razón a Kiri, luego algunas se fueron a bailar cerca de ahí, donde un par de Na'vis tocaban con diferentes instrumentos. Yo sonreí viéndolas bailar con felicidad, todas giraban de las manos al rededor de Läinyu que giraba chapoteando sus pies.

BIGGER THAN THE WHOLE SKY• Neteyam Sully Donde viven las historias. Descúbrelo ahora