REGRESA
Abrázame, es una palabra tan simple, pero con un significado tan grande, ¿no?, deseo abrazarte tan fuerte y poder hundir mi nariz en tu pelo mientras te digo que te amo, en cambio aquí estoy recordándote y recordando nuestro amor, cada día sueño que te abrazo una vez más, pero cuando me levanto sé que ya no estas, al principio era doloroso, sin embargo, logre acostumbrarme
Los recuerdos duelen y no puedo evitar llorar, cada vez que un recuerdo tuyo aparece cierro los ojos y dejo que me destruya si estuvieras aquí dirías que no es culpa mía aun sabiendo que si lo es.
Salgo de mi burbuja cuando escucho que alguien me está llamando.
- ¿Mamá?
- Aquí estoy cariño entra – le digo a Emily, ya es tarde y aun no me he levantado de cama y se a que vino, veo como asoma su cabeza, segundos después veo su cuerpecito vistiendo un lindo vestido color melón
- Vamos a ir? – su pregunta hizo que cerrara los ojos
- no lo sé – digo en un susurro – creo que no, me siento un poco mal – le miento otra vez cada vez que lo hago me odio un poco mas
- prometiste que iríamos – veo como una lagrima baja por su rosada mejilla y mi corazón se encoje – lo prometiste! – no espera nada y sale corriendo me levanto también de prisa y voy tras ella Emily tiene 5 años y es muy inteligente para su edad a veces pienso que sabe lo que esta pasando y del porque no vamos a verla.
- abre la puerta, por favor – digo dando tres suaves golpes a su puerta, de inmediato me llega un recuerdo de Ella, sintiendo como mis piernas pierden fuerza cayendo de rodillas "siempre pensé que amarme sería difícil, pero lo haces ver tan fácil" su voz es la cosa que más extraño, sé que no es momento para recordar así que sacudo mi cabeza apartando su recuerdo.
- Está bien Emily vamos a ver a Mamá – suelto sintiendo un nudo en mi garganta veo como la puerta se abre y Emily aparece, segundos después su cuerpo choca contra el mío abrazándome murmurando un Gracias que hace que quiera llorar, sin embargo, no lo hago y me guardo mi dolor
- tu y yo contra el mundo – dice y sus ojos desprenden un brillo que me contagia – tu y yo contra el mundo – repito -vamos a cambiarte para ver a Mamá-
Y aquí estamos en el paraíso de Emily, la recepcionista nos reconoce de inmediato y nos deja pasar, camino lentamente a su habitación y con cada paso que doy voy sintiendo un fuego desmedido quemando mi corazón. Emily no pierde el tiempo y se sienta a su lado comenzando a hablarle de todo lo que hizo en la semana no quise interrumpir su charla así que salí a dar una vuelta, un par de horas después regrese y escuchaba como Emily le decía que necesitaba que regresara porque yo estaba muy triste, Toque la puerta para hacerme notar.
- Es hora de ir a casa – susurre sin mirar la camilla dándome la vuelta decidí esperándola afuera, cinco minutos después salió y tome su mano para irnos, cuando llegamos ya era de noche así que decidimos comer lo que mi madre cocino para nosotras Emily estaba un poco cansada así que le di un baño y la metí a la cama, sabia que mi madre quería hablar conmigo así que baje a la sala donde me esperaba.
- cuando la dejaras ir? – su pregunta me dejo congelada, aprete los dientes y cerré los puños, era la primera vez que me decía esto y me dolió, me dolió tanto que viniera de ella – te estás haciendo daño, crees que no me doy cuenta deberías de...
- Ya basta – dije dando un paso hacia ella, tenia los ojos aguados y rojos por contenerme las lágrimas – de ninguna manera lo hare. Ella y Emily son mi familia entiéndelo y deseo que este tema quede aquí
Con esto dicho di media vuelta saliendo de casa, arrancando mi auto salí de ahí dirigiéndome a cualquier lugar, estuve dando vuelta y sin pensarlo llegue al lugar donde inicio todo. ahí donde la comencé a amar con tanta locura, ahí donde creamos el felices para siempre
Baje de mi auto sin apartar la mirada de la pequeña casa subiendo los dos escalones, me quede mirando la puerta. recuerdo que ella no quiso venderla...
