El Villano Que Robó A Las Heroínas

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Capítulo 8: Ferzen Von Schweig Louerg (7)

[Aviso, este capítulo contiene representaciones de prácticas inmorales como la tortura, el incest*, la z*ofilia, el c*nibalismo y la degradación mental.]

~ Condado de Génova ~

El noble linaje se ganó el título de "Parangón de Talentos", porque todos y cada uno de los descendientes nacidos en esa familia eran genios que poseían talentos absurdos en algún campo específico que brillaban independientemente de cualquier circunstancia.

Debido a los talentos de la línea de sangre de la familia Genova, el prestigio y la influencia que ejercían eran abrumadores.

Pero incluso en esa casa de monstruos, destacaba una descendiente, "Isabel Ron Pierre Genova", que se convirtió en maga elemental de clase Apollyon a los 16 años.

Atraídos por el talento de la línea de sangre de Genova, muchos hogares aristocráticos deseaban casarse con alguien de la línea de Genova. Sin embargo, para mantener puro su linaje, los de Genova establecieron una tradición incestuosa.

Muchas casas nobles expresaron su repulsa ante esas tradiciones, pero al mismo tiempo hubo nobles que estuvieron de acuerdo con la práctica incestuosa para mantener puro su linaje.

Si entiendes esto, puede ayudarnos a mantener la pureza de sangre.

Y debido a esas prácticas, el condado de Génova siempre producía genios sin par en cada generación sin falta.

Sin embargo, debido a esos ideales de pureza de la línea de sangre, los de la línea de Génova eran extremadamente racistas y no interactuaban con el resto del mundo, optando por vivir recluidos.

Pero los de la línea de sangre de Génova pagaban un alto precio por sus talentos, pues eran portadores tanto de una bendición como de una maldición.

A partir del 17º aniversario, los de la línea de sangre de los Genova manifestaban deseos retorcidos y corruptos cada luna llena, lo que a menudo les llevaba por el camino de la locura.

'...... '

- ¡Ruido sordo!

Apoyando la cabeza en el carruaje, Laura de Charles Rosenberg rememoró vívidamente los recuerdos de su vida anterior como Isabel Ron Pierre Genova.

Su decimoséptimo cumpleaños.

Tras la maldición, cuando salía la luna llena, los de la estirpe de los Genova se reunían en el sótano de su mansión, al que sólo se podía acceder la noche de luna llena.

Su propia madre, que era amable y noble, ahora gritaba como una ramera mientras se apareaba con cerdos y caballos, y su padre, que siempre le mostraba la misma sonrisa amable y encantadora, ahora consumía carne humana con una mirada de puro éxtasis en el rostro.

Isabel intentó huir de aquella locura pero, al final, ella también era alguien que portaba el linaje maldito.

Aquella noche, vencida por la locura, Isabel arrastró a uno de los niños del orfanato que existía en la finca de su familia hasta el sótano de la mansión y luego torturó lentamente a la niña, arrancándole partes del cuerpo mientras escuchaba sus gritos de agonía antes de matarla.

La maldición de Isabel se manifestaba en el deseo de torturar brutalmente y luego matar a quienes eran inocentes o le mostraban algún tipo de buena voluntad.

Mientras se estremecía por el placer extremo que recorría su cuerpo, después de mancillar y destruir a aquella niña por mostrarle algún tipo de afecto, Isabel gritó su última pizca de razón.