¿Te Conozco? (KimChay +18)

Kravchenko

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La luz solar ya se colaba por los ventanales de la sala, cuando Dmitri salió de la cocina en la suite de Alexei; el celular en una mano y una taza de café en la otra. Todavía llevaba puesto el pijama de seda, el cabello revuelto y sus responsabilidades de la semana apilándose en su teléfono. Le dolía el cuello y el hombro derecho. Definitivamente había dormido en una mala posición y no lo suficiente como para sentirse renovado y fresco. 

Se detuvo frente al comedor a las afueras de la cocina, respondiendo un último mensaje al senador Rattanwong antes de tomar una silla y sentarse lentamente. La espalda bien erguida, en el rostro una mínima sonrisa y en la voz un "Buenos días". 

Papá y [mamá] estaban ahí. Habían llegado la noche anterior para atender la ceremonia y, desatando el disgusto de Alexei, decidieron ocupar la suite presidencial invadiendo su solitario espacio personal. 

—Buenos días. —Dijo Freiya con los ojos pegados a él. El cabello largo, lacio y rubio levantado en una coleta y el pijama ajustado de algodón dejando poco a la imaginación. —Dimoch'ka, cada vez que te veo estás más alto y más guapo. 

—Más guapo, tal vez. —Respondió con tono plano. —Más alto, imposible. Dejé de crecer hace años. —Encogió un hombro mirando la mesa en la que una variedad de alimentos esperaba. No se le antojó nada. 

—Para mí siempre serás un bebé. —Desvió el rostro y él le dio un pequeño sorbo a su café americano bien caliente.  

—Ya era un adulto cuando me conociste, ma. —Freiya tenía sus momentos de seriedad, pero por lo general se le daba mejor la de ser teatral. 

—¿Dónde está tu hermano? —Tan pronto escuchó la pregunta proveniente de Nikolai, quien también ocupaba un lugar en el desayunador; Dmitri, que seguía con la atención cautiva en su teléfono, rodó los ojos. 

—Con Macao. —Masculló. Su padre ya lo sabía. No entendía por qué la necesidad de preguntarle de nuevo. 

—¿En serio es su novio? —Nikolai cruzó los brazos y ladeó la cabeza para encararlo.

—Eso te dijo, ¿No? —le dio otro trago a su café mirando a su padre por debajo de las cejas, divertido. 

—Sólo quiere enfadarme tomándose fotos para la prensa de la mano de un chico. —En señal de rendición, negó suavemente con la cabeza. —La broma es para él porque no me importa. —Dmitri soltó una risita, papá sí que estaba fastidiado aunque se rehusara a admitirlo.

—Creo que se ven lindos juntos… —Intervino Freiya encogiendo los hombros. —y Lyoshen'ka parecía feliz.—Dmitri resopló, como si dicha cosa pudiera existir. 

—Siempre pensé que era heterosexual. —Pronunció Nikolai con tono desapasionado y su hijo lo miró como si estuviera loco, ¿ahora de qué demonios estaba hablando? 

—Se acuesta con hombres desde que descubrió que se sentía bien meterla en lugares, ¿De qué hablas? 

—Ja ja ja, Dimoch'ka. —Freiya soltó una carcajada recibiendo en su regazo al diminuto perro de raza Pomerania color blanco que siempre iba con ella a todos lados. 

—Sí, sí; pero sólo es sexo. —Nikolai ladeó los labios. Las personas como su hijo menor tendían a buscar placer sin importar de dónde proviniera y él nunca sudó al respecto. Simplemente asumió que, en cuanto a relaciones románticas, Lyosha se limitaría a sostenerlas con mujeres. —No pensé que tendría un novio. Sobre todo considerando que él está más preocupado por su imagen imagen pública que yo… —Dmitri dejó escapar un largo suspiro. Nikolai tenía un punto, de alguna manera él también estaba sorprendido, aunque en realidad debía darle crédito a Alexei por su capacidad de meterse bajo la piel de su padre, recurriendo a los métodos más impredecibles e inesperados posibles.