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Habían pasado los días, había arreglado el desastre que había dejado en mi apartamento, tuve que darle explicaciones a Sasaki por ello, pero había aprendido que para querer usar mis habilidades tenia que hacerlo en una zona apartada de la vista, el bosque fue mi primera opción, prácticamente, mi departamento quedaba en el limite de la ciudad con el bosque por lo que podría ir caminando si lo deseaba. De todas formas, me empecé a empapar de los temas que llevaría en la secundaria Orudera. Tuve complicaciones con matemática, no era mi fuerte, nunca lo fue e Historia tanto Universal como de Japón, me devore toda la información, era muy bueno captando información, habilidad que me servía incluso para estudiar en mi anterior vida. Así me entere sobre la Historia de la sociedad moderna y de Japón, fue muy interesante estudiar sobre los Tiempos Oscuros, donde un ser llamado All For One dominaba en Japón, además de como se habían tomado la sociedad los quirk al principio, haciéndolos marginados y después estos se habían vuelto la mayoría. Dato tras dato fue memorizado por mi buena capacidad. Simplemente me sentí nostálgico, pude recordar mi pasado el cual estaba dejando ir, era un borrón y cuenta nueva después de todo. Algo que si me fastidiaba era que tuve algunas pesadillas sobre lo ocurrido en la gasolinera, varias veces me levantaba a media noche sudando frio y tenia que ir a respirar aire fresco y calmar mi ansiedad, el pensamiento de que había matado a alguien seguía fresco en mi cabeza, aun cuando lo justificara y me hiciera el fuerte sobre que era en defensa propia, siempre me carcomía la cabeza la idea de que había matado a alguien con mis manos. Fue algo con lo que tuve que vivir y empezar a acostumbrarme para que pasara, aunque parecía que nunca pudiera acostumbrarme al hecho de que me había vuelto un asesino.

Solté un suspiro cansado estando echado relajándome un rato en mi dormitorio. Simplemente decidí pensar en otra cosa, entonces una figura apareció en mi cabeza.

—Izumi... —Murmure para nadie, desde mi posición. Recordaba a la chica de cabello verde como los arboles y gran timidez. Era una buena chica, habíamos hablado bastante desde esa vez en la que fue a tocar como loca mi puerta, aunque bueno, había sido mi culpa por gritar de esa manera. Me hablo sobre ella en la primera y única visita que tuve después del incidente, resulto que estaba yendo a la Secundaria Orudera y tenia mi misma edad, lo cual implicaba que seriamos compañeros de clases. Cuando se lo hice saber se sintió contenta y algo avergonzada, al parecer le era difícil hacer amigos en la escuela. Tenia una madre llamada Inko Midoriya y un hermano llamado Izuku Midoriya. Fue entonces que había preguntado sobre su quirk, después de todo tenia curiosidad sobre su habilidad, ella con las fuerzas que tuvo para frenar su timidez me conto sobre su quirk el cual era Telequinesis, una habilidad que su madre tenia pero en un nivel muy inferior, me sorprendí por eso y fue cuando había preguntado por el quirk de su hermano y el silencio había inundado en ese momento. La mire esperando una respuesta y ella con mucha tristeza, casi como si hubiera dicho algo trágico que casi la pone a llorar me conto que su hermano no tenia ningún quirk y me quede en blanco, si, al parecer Izuku seria la primero persona sin quirk que vería en ese mundo, en ese momento solo le di el pésame a ella, aunque después me puse a pensar que incluso sin quirk, dudaba mucho que la tecnología no haya avanzado lo suficiente como incluso para crear algunos trajes que le dieran algunas habilidades interesantes a los sin quirk. Me imagine en lo que debí de haber vivido Izuku, encima mas cuando Izumi me conto que su hermano gemelo siempre había querido ser un héroe y se sentía tan mal porque si bien ella tenia un quirk, ella no sabia usarlo bien además no se sentía con la capacidad de poder ser una heroína poderosa. Solo atine a decirle que mínimo lo sea para cumplirle a su hermano.

Sin lugar a dudas estas dos semanas habían sido agotadoras, con visitas de Sasaki que me sacaba a comer y a pasear, aunque sea servía para desestresar la cabeza. Bueno en ese momento estaba parado frente una gran escuela. Si, estaba frente a la Secundaria Orudera, después de todo ese seria mi primer día. Daba pasos tranquilos, hacia la reja que daba acceso a la Secundaria.

¿Por qué esto me pasa a mi? / (Yo en BNHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora