Capítulo 2

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Eliot

Estire mis brazos hacia arriba mientras caminaba como si quisiera tocar el cielo. Este se veía celeste claro y la luz del sol brillaba a un lado. Un hermoso día. De ninguna manera pasaría un día tan precioso como este encerrado en la casa vacía. Estar solo no es algo que me moleste sino el hecho de estar encerrado, ¿Qué caso tiene estar adentro haciendo lo mismo de siempre, (quizás, nada) cuando se puede estar afuera buscando algo nuevo que hacer? Conocer lugares, personas, actividades nuevas. Aunque hoy me siento un poco perezoso como para cualquier tipo de actividad. Me limitare a ir a lo de Joy para que desayunemos juntos como casi todos los días.

Ella se había vuelto mi única compañía desde que mi mejor amigo, Travis, se fue de viaje con la bonita Alice. No me molestaba en absoluto que me dejara solo, estaba muy feliz por él. Ya han pasado seis meses desde que se fueron. Realmente los echo de menos.

Una brisa fresca soplo y me aferre fuertemente a mi abrigo azul, que era lo único realmente abrigado que llevaba. Si me lo preguntan, el frio es lo mío. Nunca he sufrido por frio o enfermado por pasarme la tarde fuera en las nevadas. Eso es estupendo, lo sé.

Observe las tiendas y casas delante de mí, sin darme cuenta ya había recorrido el bosque y llegado al pueblo. Las personas hablaban entre ellos en los caminos, otros movían de un lado a otro cajas con mercadería e incluso algunos simplemente esperaban por clientes matutinos. Algunos me saludaron agitando una mano en el aire mientras iba pasado, le sonreí en respuesta.

Me detuve un segundo delante de la puerta de la cantina antes de entrar, el padre de Joy estaba del otro lado de la barra, él me saludo amablemente y señalo las escaleras que llevan al primer piso, donde está la casa de Joy. Estaba a punto de subir cuando Joy apareció en la cima de las escaleras, una sonrisa se formó en sus labios cuando me vio.

- Buenos días, Joy. - Dije medio cantando mientras ella bajaba y le ofrecía mi mano para equilibrarse. Ella se rio de mi caballerosidad y tomo mi mano.

- Buenos días, Eliot. ¿Cómo haces para despertar todos los días con ese humor? - Pregunto con una sonrisa burlona.

- Práctica. - Respondí.

- Yo y algunas personas por aquí deberíamos practicar más. - Joy le dedico una mirada a su padre y este se encogió de hombros. Volvió a mirarme. - ¿Qué te parece desayunar café y donas? Sinceramente no tengo ganas de cocinar esta mañana.

- Café y donas suena muy bien. - Cualquier cosa que fuera comestible sería muy bienvenida, a las once de la mañana ya estaba oyendo los rugidos de mi estómago vacío.

- ¿Quieres subir o esperaras aquí? - Pregunto pisando el primer escalón.

- Te esperare en la entrada. Es un bonito día para desayunar afuera. - Ella asintió antes de darse la vuelta y subir las escaleras mientras que yo salía a las afueras de la cantina. Me senté en los escalones de madera, cerré los ojos y respire hondo dejando que el aire frio llegue a mis pulmones. Fácilmente podría quedarme dormido ahí mismo pero no era adecuado y ya había dormido pesadamente toda la noche. Intente no pensar en las pesadillas que me habían despertado dos o tres veces durante la madrugada, a pesar de que lidio con malos sueños desde que tengo memoria aun no puedo acostumbrarme a despertar asustado durante la noche. Es frustrante no poder detenerlo. Pero que va, eso no es algo que me hace daño, en absoluto. Solo son sueños.

Pasaron al menos quince minutos hasta que Joy llego a mí con una bandeja donde llevaba dos tazas de café y un plato con donas bañadas con chocolate. Mis favoritas.

- Lamento el retraso. - Se sentó dejando la bandeja entre nosotros.

Tome una de las donas y le di un mordisco.

[3] I Hate You, Don't Leave Me (Saga: Out Of The Woods)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora