Capítulo 1

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Técnicamente todo empezó con una llamada telefónica de su mamá.

"Por cierto mijo, me llegó al correo este cuarto, esta baratísimo y super centrado!". Roier se acomodó mejor el teléfono en el hombro mientras lavaba los trastes. "¿A que te suscribiste esta vez ma?, después te empiezan a llover estafas en el correo" Dijo el en un tono cansado. "No me quieras pintar de pendeja a ver. Esta habitación se ve mil veces mejor que el rancho en el que vives, además ya confirmé una visita, espero que no tengas que hacer nada mañana a las 3:30pm"

Roier cerró la llave del grifo y  se se secó las manos con un trapo. Con un tono cansado le dijo "Ma, cuantas veces te dije que estoy bien aquí, no quiero ir a perder mi tiempo para nada, que pereza" Del otro lado de la línea pudo escuchar a su mamá hacer un gruñido de desaprobación "mira Sebastián, ya pedí esa cita y no te cuesta nada ir, ¿Quién quita y es una ofertón y por flojo y pendejo no quieres verlo, ¿eh? Sin rechistar usted va mañana a ver ese apartamento y me avisa como le fue. Okay? "

Roier soltó un suspiro de mera frustración "okay ma" dijo de manera lenta y monótona mientras sacaba una bebida energética del mini fridge. Pensándolo dos veces, no era tan mala idea darle un vistazo a la oferta. Vivir cerca del centro de la ciudad le sería útil tomando en cuenta el giro de 180 grados que dio su vida hace tan solo seis meses. Solo sus dos mejores amigos saben sobre su identidad secreta. Mudarse a un lugar más estratégico es la clase de decisiones responsables que vienen de la mano con haber asumido tal poder.

"Bueno mijo te tengo que dejar, acaba de llegar la ambulancia y ya me toca ver como está la situación. Accidente automovilístico, pero aparentemente solo es una fractura de clavícula." dijo su madre mientras se escuchaban sus pasos en el pasillo de la clínica.

"Uy, esas siempre duelen machín" dijo Roier con una mueca mientras abría la bebida en lata y se disponía a tomarla. Estaba bastante acostumbrado a escuchar y ver esta clase de accidentes. Siendo su mamá medico de emergencias, desde la primaria directamente al salir de la escuela él iba al hospital para acompañarla. Con el tiempo aprendió a hacerle estómago a la sangre, huesos rotos y heridas grotescas. Roier no lo iba a negar, le gustaba la medicina. Gracias a su madre él podía orgullosamente decir que estaba capacitado para dar primeros auxilios cuando fuera requerido, sabe cómo tratar contusiones, aplicar RCP o como armar torniquetes de emergencia.

"Ay lo útil que serias por acá Sebastián, pero te fuiste a estudiar cine para morirte de hambre como pendejo" dijo su madre con un tono de reproche. "Ay ma ya vas a empezar otra vez, chingue y chingue con ese temita, estoy feliz con mi decisión y ya" dijo Roier con un tono cansado. La verdad era que, aunque a Roier le gustara la medicina, el cine era su verdadera pasión. Desde pequeño le encantaba ver películas y hacer las suyas propias junto a sus amigos. Siempre ha tenido madera de director como decía su profesor de arte en la preparatoria. Después de muchos intentos, fue aceptado en una facultad de arte bastante reconocida. Lo único malo es que tuvo que mudarse al norte y estudiar como foráneo. Pero no le importó mucho ya que finalmente podría dedicarse de lleno a su pasión, además sus mejores amigos de internet eran ambos del norte, así que podrían por fin reunirse.

"Tú sabes muy bien que solo te lo digo porque me preocupo Sebastián. Soy tu mamá y no quiero verte pasando trabajo" dijo ella con un ligero tono de angustia. Su mamá siempre se opuso un poco a su decisión. Ella quería que el estudiara medicina, ya que era algo que corría en la familia y le iba a dar un suelo mas seguro a la hora de las chiquitas. Pero al final se dio cuenta de que no lograría nada prohibiéndole hacer algo que le gustaba.

"Pero bueno, tienes razón, pasado pisado. Tu eres feliz así. Igual eso no significa que tengas que vivir en ese rancho que llamas casa, por favor ve mañana a la cita que te conseguí y que con el favor de Dios todo se de, ¿sí?" Mientras decía esto se empezaban a escuchar más voces de fondo en la llamada. "Uy, ya ahora si me tengo que ir. Chao mi amor, dios te bendiga y hazme caso por favor, te amo cuídate, y que no se te olvide comer comida de verdad, por favor"

Can I kiss your forehead | Sproier  Spiderman AU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora