La tensión en la habitación era tan palpable qué incluso podría cortarse, si el proceso de herencia era algo complicado en sí mismo dentro del aspecto de una familia normal, era aún más complicado cuando lo que se jugaba era el destino de toda una organización dedicada al crimen organizado. Después de lo ocurrido en la capilla ardiente durante el día anterior, el ánimo entre todos los integrantes de las tres familias era delicada, más aún cuando cada uno tenía diferentes socios velando por sus intereses personales detrás.
Rose estaba junto a la ventana, su mirada fija en los rosales del jardín al tiempo que su mente se encontraba en los recuerdos de su infancia.
— Rosie, ten cuidado — su padre tomó su mano antes de que pudiera pincharse con las espinas – no debes jugar con las rosas de esa forma.
— Pero quiero una — el gesto inocente de la pequeña instalo ternura en el corazón de su padre – son hermosas.
— Lo son, pero debes aprender que incluso la belleza guarda peligro en ella — con suavidad el mayor tomo el dedo índice de su hija, acercando este a la espina del rosal, causo un leve piquete que saca una gota de sangre — las rosas son hermosas, pero si no tienes cuidado pueden lastimarte.
— ¿Puedo evitar que me haga daño? — la pequeña preguntó aquello para proceder a llevar su dedo hasta su boca y succionar la gota de sangre.
— Claro que puedes — demostrando la veracidad de sus palabras, el mayor acercó su mano al rosal, tomando el tallo, procede a cortarlo para entregar la rosa a su pequeña — si tienes paciencia y cuidado, puede obtener toda la belleza sin conocer el dolor, pero en ocasiones es el dolor quien nos enseña el verdadero valor detrás de aquello que queremos ¿lo entiendes?
— Lo entiendo, Padre — su propio susurro fue quien la trajo de vuelta a la realidad, dejando atrás aquel breve recuerdo paseó su mirada en la habitación. Hoy se cumplían tres días sin hablar con su madre, su progenitora había dejado claro su rechazo y descontento referente a lo ocurrido. Si bien apoyaba el castigo hacia aquellos que se atrevieron a traicionarlos, no estaba de acuerdo con la forma en la cual había sido abordada la situación, la astucia es más eficaz que la imprudencia, habían sido sus palabras.
— Lamento haberlos hecho esperar – al entrar en la sala el abogado rápidamente ofreció sus disculpas a todos los presentes, tras dejar el maletín sobre el escritorio, sus pasos lo llevaron hasta el ventanal captando la mirada de Rose — permítame darle mis más sentidas condolencias señorita Rose, si la muerte de nuestro líder pesa lapidariamente sobre el corazón de algún integrante de La Tríada, ese sin duda es sobre el suyo.
Un simple asentimiento de cabeza y un leve rastro de sonrisa fueron su única respuesta.
— Imagino que no ha olvidado que La Tríada está conformada por más persona y no solo por Rose ¿verdad? — la grave voz del líder de la segunda familia fue cortante — ahora, si es tan amable abogado, mi hermano falleció, pero el resto de nosotros tenemos más obligaciones con las cuales cumplir.
— No lo olvido, puedo asegurarle que jamás olvidaría algo tan delicado e hiriente de egos — el abogado se mantuvo en total tranquilidad al dar su respuesta, aun cuando esta causo un mal gesto en su interlocutor — pero también puedo asegurarle que, si usted tiene responsabilidades, yo igualmente las tengo y todas inherentes a la familia.
— Caballeros, es más que claro, todos los que estamos aquí presente, tenemos diferentes responsabilidades — no se necesitaba más tensión, por esa razón Angela corto las futuras réplicas que pudiera dar su cuñado — Licenciado Schneider, agradecería acelerara toda esta situación y los tragos amargos que vendrán con ella.
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Juego de Poder
AçãoRosaline Ackerman nació, vivió y creció dentro de un mundo donde la lucha por el control es permanente. Desde pequeña se le enseñó que estaba destinada a ser la reina en el tablero, pero tras la muerte de su padre y la llegada de una persona de su p...