Frustración

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Autor.

Y aquí un nuevo capítulo, el último del patrocinio del dios maker de esta ocasión, agradezcanle y ayudenle, jaja.

Disfruten mucho, lindos.

Tan molesto, pero de algún pero de algún modo, me estaba acostumbrando.

Rin y yo bebíamos el té, como siempre después de nuestras reuniones, me tocó vestir un traje de muñeca, de color azul y lleno de bordados, nuevamente perdí su desafío, aunque para ser justa, lo hice mejor y era más difícil.

Aún así, me sorprendía el gran y apretado escote que tenía esta cosa, mis pechos parecían querer salirse en cualquier momento. En cuanto al maquillaje, bueno... esa fue la parte que perdí.

¿Cómo se ponen delineador las mujeres? me piqué los ojos varias veces.

Fue con ello que me rendí y Rin terminó poniéndome delineador, rimel, rubor, lápiz labial rosa y una discreta sombra de ojos.

—¿Más té, señorita Rika?

Gruñí.

—Sólo sirveme.

Me miró con molestia y resoplé.

—Por favor, señorita Rin.

—Aunque trates de burlarte, ese tono infantil te hace lucir más adorable.

—Sólo matame.

Me sirvió el té mientras reía.

—Vamos, no es tan malo.

—No, el té es delicioso y me gustan las galletas, pero detesto tener que vestirme como muñeca —respondí antes de tomar un trago.

—¿Qué vestirías tú?

—No sé, algo más amenazante.

—¿Y por qué amenazarías a alguien en una fiesta de té?

—No sé, costumbre.

—Rika —dejó su tasa en la mesa—. Hay algo que todavía no pareces entender y es que debes vestir acorde a la ocasión.

No importa lo bien que te combines, si no vistes de forma adecuada, no te tomarán en serio —.

—Jazmín dijo algo similar una vez —recordé—. Fue la primera vez que dejé que me maquillara.

—Esa chica sabía vestirse, y vestirte también, pero si me preguntas, debió enseñarte a hacerlo por tu cuenta, no tratar de dominarte.

—También tuve la culpa.

—No lo dudo —bebió nuevamente, con un gesto super femenino y me sonrió—. Pero ahora estás intentando mejorar y yo te voy a ayudar, eso hacen las amigas.

Bajé la mirada y sonreí para mí, es raro escucharlo.

—Entonces, ¿siempre que vaya a una fiesta, tengo que vestir así?

—Sólo a mis fiestas de té, cariño.

Pensé un momento antes de tomar otro sorbo.

—Supongo que no es tan malo si es sólo de vez en cuando.

—Esa es la actitud, señorita Rika.

—Muchas gracias, señorita Rin, ¿por qué no me cuenta más sobre el maquillaje?

Charlamos otro rato, la realidad es que incluso el enseñarme a vestirme y a maquillarme, junto con su fiesta de té, eran una excusa para recibir algo de información que pedí; sin embargo, no significaba que no pudiera disfrutarlo.

Emisaria De La Diosa Del Mal 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora