CAPITULO Ⅰ: El Cumpleaños

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Era de mañana, las primeras luces del sol se empezaban a filtrar por las ventanas de la casa de la familia Jun, cuando un pequeño niño abrió la puerta de la habitación de sus padres, muy emocionado

— Mamá, Papá, ¡es hoy, es hoy! — gritaba el niño con mucha euforia.

—Mhhh veo que alguien amaneció muy alegre hoy no, cariño— dijo el señor Jun con su voz un poco rasposa por estar recién levantado

— Eso es verdad amor, pero, ¿Porque tan feliz, pequeño kookie? —Dijo la mamá del pequeño siguiéndole el juego a su esposo

— ¡Mamá, Papá! Que no se acuerdan que día es hoy, intenten adivinar

—¿Halloween?

—No, papá

— ¿Fin de Año?

— No

—¿Dia de Reyes...?

—NO!, hoy es mi cumpleaños, o acaso lo olvidaron— Pregunto el pequeño Jungkook a sus padres con un puchero en sus labios y sus ojos brillando más de lo normal.

Jungkook no podía creer como sus padres se hubieran olvidado de un día tan importante, como lo era su cumpleaños número 10, eso hacía que el pequeño corazoncito de este se destrozase en miles de pedazos.

—Cariño, como crees que tus papás se van a olvidar del cumpleaños del niño más lindo de todo el mundo y universo

—Si amor, aparte solo estábamos haciéndote una bromita, no queríamos hacerte llorar

—¿Quieres perdonar a papá y a mí por está bromita que te hicimos por tu cumpleaños?

—Mhhh... Está bien, pero quiero un abrazo de recompensa porque fueron muy malos —Dijo el pequeño con un lindo puchero en sus labios.

—Ahh bebé, eres tan bello, ven aca y dales un abrazo a tus padres

El pequeño se abalanzó para darles un gran abrazo de oso a sus padres que aún se encontraban acostados en la cama y cubiertos por la manta.

—Pero también me tendrán que comprar una porción extra de pastel de chocolate.

Los señores Lee solo rieron ante el capricho de su único hijo.

Después de ese pequeño momento en familia, los padres de Jungkook lo mandaron de nuevo a su habitación para que se arreglase y bajara a tomar el desayuno especial que le iban a preparar a su hijo.

Cuando los padres de Jungkook ya estaban sirviendo el desayuno, vieron a su hijo bajar por las escaleras vestido con una camisa blanca un poco grande para su edad, unos pantalones cortos y sus zapatos favoritas, los cuales les había sido regalados por la abuela del menor, se veía tan lindo y grande que, los señores Jun no pudieron evitar morir de la ternura.

—Kookie, ven siéntate para comer el desayuno

Ya cuando Jungkook estuvo sentado en la silla, la mamá de este le sirvió su desayuno favorito.

—Mami, es huevo con tocino y tostada, ¡mi favorito! —Dijo el niño mientras le brillaban los ojos y su pancita rugía de hambre

—Si cariño, hice tu desayuno favorito por tu cumpleaños, anda disfruta

—Wow que consentido—Hablo el señor Jun, dejando a un lado el periódico para concentrase en su familia— hijo, cambiemos de lugar para que, a si tu mamá también me consienta a mí con mi desayuno favorita para mi cumpleaños, ¿Qué dices?

—Ok papá

—Muy bien hijo, el día de mi cumpleaños tú serás Lee Ha-Si y yo Lee Jungkook

—Me convertí en mi papi, ahora mami me va a dar más besos

—No eso no se vale, Jungkook, los besos de mamá hay que compartilos.

—Pero es que los besos de mamá son muy especiales, como su comida y toda ella.

—Eso si es verdad...

—Oigan, ya dejen su discusión de los besos de mamá y pónganse a desayunar o se les va a enfriar

Padre e hijo escucharon a la mujer regañarlos y se miraron cómplices, para luego ponerse a degustar el desayuno que habia preparado con tanto cariño la señora Lee. Ya después ellos retomarían su platica de quien se quedaría con los besos de mamá.

Después del rico desayuno, los Señores Lee junto al pequeño Jungkook salieron de la casa para festejar el resto del día el cumpleaños del menor.

Fueron al centro comercial, compraron ropa, libros y juguetes que el menor deseare, por el simple hecho de que querían consentirlo en su día especial.

Por la tarde, fueron a una feria en donde el señor Lee después de tantos intentos pudo conseguir 2 peluches, una para su esposa y el otro para su hijo.

El tiempo paso volando mientras se subían a diferentes juegues y comían todo lo que se les atravesara por el frente.

Pasado de las cinco y media, los señores Jun decidieron subirse a la Noria con su hijo para ver el atardecer desde lo alto, sería el momento más bonito que podría apreciar el cumpleañero, pero pasado unos minutos de que el juego comenzase, el pequeño Jungkook cometido el gran error de mirar para abajo.

—Mamá, podemos ya bajarnos de aquí

—Porque Jungkook, no te gusta la vista

—Si, pero... Tengo mucho miedo, está muy alto mami, demasiado alto

—Ah Jungkook, ¿le tienes miedo a las alturas?

—Un poco papi, pensé que podía porque no se veía tan alto, pero estando aquí.... solo me quiero bajar ya.

—Pequeño, escucha te voy a dar un consejo en este tipo de situaciones, asi que presta atención— El señor Jun le dijo a su hijo y le agarro la mano a Jungkook para darle más confianza— Cuando sientas miedo haz esto, respira hondo hasta tres y bota el aire, cierra los ojos y canaliza esa emoción de miedo que tengas en tu mente, eso hazlo bolita, y sostenlo en tu mano, luego imagina a las personas que te hagan más feliz en este planeta y una vez que esa imagen este, junto a esas personas, bota ese miedo lo más lejos que puedas con tooooda tu fuerza.

Jungkook asintió cuando su papa termino de hablar e hizo junto con él lo que le había explicado

Cerro los ojos e inhalo hasta tres y boto ese aire, cerro sus ojos e hizo su miedo bolita y, cuando se imaginó a las personas que tanto quería, vio a sus padres junto a él protegiéndolo de todo y de todos, entonces ya no tuvo miedo y esa bolita que aun sostenía en su puño la arrojo con todas sus fuerzas hacia adelanta y desapareció, el miedo había desaparecido por completo, pero lo malo es que, ese miedo solo desaparecería por un tiempo.


Lo bueno es que en esos momentos puede agradecer a su padre el consejo que le dio, porqué, aunque un poco infantil, seguirá siendo la forma en la que le ayude a superar sus miedos y el obstáculo más grande que está por venir en su vida, o bueno, ese era el presentimiento de Jeon Jungkook mientras recordaba esos bonitos tiempos con sus padres.


Velleitie: El nombre del fuego | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora