Estado: 🟢No Cannon🟢
"El sticker se está saliendo" Fue la última frase coherente que escuché antes de que el infierno fuera desatado dentro de mi casa.
—Wow que lindo espejo
Liz y yo estábamos en mi casa, diría que estaba ayudándome a desempacar, pero eso realmente no tenía sentido en la situación ya que ella estaba revisando mis cosas mientras yo estaba cocinando. Nathan aún estaba trabajando, Sol estaba retirando a nuestras hijas del jardín, y Lucy estaba comprando un par de cosas por lo que solo éramos nosotros.
—Ah sí —dije después de darme la vuelta y notar a qué espejo se refería— tené mucho cuidado Liz, no quiero que se rompa —dije ocultando mi nerviosismo.
—¿De donde lo sacaste?
—Cuando fuimos a Plaza Huincul lo traje como recuerdo —respondí evitando la mayoría de detalles.
—Me encanta —dijo Liz con emoción— lo limpiaste y todo
—Si, me tomó mucho tiempo —dije volteando otra vez, viendo como ella se veía fascinada con el espejo, lo que me ponía demasiado nervioso— ¿Podés creerlo? Ahora soltálo
—Oh, mirá
—¿Qué? —pregunté esta vez sin darme vuelta, sintiéndome un poco molesto ya.
—El sticker se está saliendo
Cuando iba a responderle, fuí interrumpido por una especie de fuerza que me empujó contra la cocina lo que hizo que casi cortara mi mano. Esa fuerza que me empujó era magia, sé que era magia porque solo había una posibilidad de que una fuerza como esa pudiera empujarme y mover las cosas a mi alrededor. Me tuve que preparar mentalmente unos segundos antes de voltear y enfrentar las consecuencias de mis actos.
—Al fin —dijo él.
Toda la preparación mental no me sirvió de nada ya que a penas escuché su voz me lancé hacía él usando los pocos hechizos que conocía para retenerlo, voltee a ver a Liz y noté lo confundida y asustada que estaba.
—¿Continúas con la magia? —dijo Mercury con una sonrisa burlona— Wow ¿Hace cuanto no me hablas?
—¿Hablar? —dijo Liz asustada.
—Ay hola Liz —dijo Mercury con una sonrisa, moviendo su mano para saludarla.
—Puedo explicarlo
Mercury se veía con esa extraña y pegajosa apariencia, al tocarlo supe que si era pegajoso y muy asqueroso. Parecía que había envejecido poco a diferencia de Liz y yo, también seguía usando su disfraz se mago de cuando lo encerré, me sentía culpable por lo que hice.
—Me muero de hambre —dijo Mercury, sentí como se achicaba y así se escapó.
Antes de que pudiera saltar a su cuello él usó magia y me empujó contra Liz para que no pudiera detenerlo.
—Tranquilo hermanito —dijo Mercury— no voy a hacerles nada, solo tengo hambre
Luego caminó hasta la heladera y comenzó a buscar comida, también sacó una sartén del fuego lo cual aprecié.
—Dylan, explicá —dijo Liz empujándome ya que estaba encima suyo— ya —exigió.
—Si... —murmuré viendo a Mercury sentarse a comer papas fritas y cereales en la mesa.
—¡Dylan!
—Ah si, si —dije por fin viendo a Liz— cuando enfrentamos a Mercury y el cielo se iluminó, Mercury no escapó —expliqué ojeando a Mercury a cada rato por si se le ocurría hacer algo, notando como ya había vuelto a su apariencia falsa.