Desde que era pequeña aprendió a controlar sus expresiones, era un paso fundamental para poder fluir con destreza en los círculos sociales según las palabras de su madre.
Gracias a sus enseñanzas pudo adelantarse un poco a la ética que aprendió en el templo Theïkós.
Pero, en esos momentos sentía que no podía controlarse.
-majestad, es un honor servirle.
Las pocas mujeres y hombres de vestimenta majestuosa y de notoria riqueza hicieron una reverencia ante ella pero aún con esas sonrisas brillantes no podía dejar de mirar el escenario tras esas personas.
Miles de vestuarios y prendas de vestir cómodas, incluyendo de países extranjeros.
El vizconde que estaba cerca de la santa se apresuró a rodear su cuerpo para sostener sus antebrazos en donde estaba apoyada la pequeña oji azul quien se aferró a la ropa de su madre al sentir que se resbalaba.
-majestad -el susurro del oji ónix la trajo a la realidad parpadeando hasta que sintió sus fuerzas recuperarse y suspiro levemente.
-tienen algún mensaje del emperador? -eso era una locura, porqué hizo eso.
-si majestad -la dama con al parecer más rango que las demás se acercó a ella dejando una pequeña rama de lavanda en su mano.
Ante eso se mostró curiosa y extrañada hasta que reaccionó y soltó una carcajada haciendo que el peli azabache y la peli marrón menor la miren confusos.
'-si vamos a salir al pueblo, las vestimentas no deben ser notorias'.
Su propia voz se escuchó en su mente recordando la charla que tuvo con el rubio imperial antes de irse del palacio.
Tendría que empezar a cuidar sus palabras.
-gracias por sus servicios pero no es necesario que permanezcan aquí, pueden regresar a sus labores, voy a recompensar el tiempo que utilizaron para elegir los vestuarios -les sonrió amable recordando claramente que aquellos rostros y características eran propias de los grandes personajes de la moda en la ciudad imperial según palabras de sus allegadas.
-por favor majestad, es nuestro trabajo y es un gran honor servirle, el sol del imperio personalmente nos contrató para servirle por este día -la mujer le hizo saber que ya habían recibido grandes cantidades de "recompensas" -además, el emperador ordenó que todas estas prendas fueran un obsequio para usted, oh y dijo que puede hacer lo que guste con ellas.
Las sonrisas de los nobles volvieron a sus rostros mientras Ariana sentía un hilo de sangre imaginaria escapar por el borde de sus labios.
Para alguien que, aún si creció entre el oro y los lujos, era bastante humilde sentía que todo era sumamente exagerado.
-por qué no elije uno? -el vizconde hizo que lo mire notando que aún estaba sosteniendo sus brazos.
Ante el sorpresivo e inesperado escenario se había distraído, y se olvidó que hace minutos había estado junto al Patterson recorriendo los jardines prontamente cubiertos de blanco.
-hace días dijo que le gustaría ver las prendas extranjeras y volver a utilizar la vestimenta del templo -su hablar hizo entusiasmar a los nobles que estaban ansiosos por servirle a la oji verde.
-"es cierto pero...hoy quería pasar el día tranquila y descansando" -por ese día había decidido dejar un poco su trabajo para descansar junto a su hija -...supongo que puedo ver algunos -sonrió ligeramente tragando saliva nerviosa ante la mirada brillante de los nobles.
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𝐋𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐢𝐦𝐩𝐞𝐫𝐢𝐚𝐥.² ⁽ᴾᵃᵘˢᵃᵈᵃ⁾.
Fanfiction𝐄𝐧 𝐬𝐮 𝐢𝐧𝐟𝐚𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐬𝐮 𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚 𝐬𝐞 𝐝𝐞𝐬𝐡𝐢𝐳𝐨 𝐝𝐞 𝐞𝐥𝐥𝐚, 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐚𝐜𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥𝐥𝐨𝐬, 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐩𝐚𝐬𝐚 𝐞𝐥 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨 𝐲 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐭𝐞𝐫𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐮 𝐭𝐞𝐫𝐜𝐞𝐫 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐚 𝐦𝐚𝐲...