Recuerdos de la infancia

♤un recuerdo fugaz♤

Llegó cansado a casa, hoy fue un día de arduo trabajo en el bar atendiendo a varias personas, sin mencionar que su turno era el nocturno, el cual terminaba casi al amanecer, que agotador, pensó. Ahora lo que más queria era acostarse y dormir, " Y, al menos que la casa se queme, no me despierten", era una frase que usaba cuando en verdad quería ser un oso invernador. Edd y Matt se reían de él por eso.

Llegó a la sala de la casa, y saludo a Edd con una sonrisa media hecha, pues había bostezado antes de completar su palabra. Se dirigía a su habitación y cumplir su sueño de descansar. Pero fue detenido por Edd quien lo llamó con su celular en manos para tomar una foto.

- ¡Tom, voltea!.

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ᴠᴏʟᴜᴍᴇ : ▮▮▮▮▮▮▮▮▮▮

-¡Tom, voltea!. - Gritó un niño castaño y con peculiares cuernos en su cabello. El nombrado volteó a verlo segundos después.

- ¿Eh?. - Observó al mayor con una pelota roja en manos, mientras lo miraba traviesamente, para proceder a lanzarselo.

- ¡Piensa rápido!.- Tom lo observó unos segundos para esquivar la pelota que paso rozando su brazo. Riendo tomó de vuelta la pelota y la lanzó.

- ¡Toma esto!.- Gritó, pero por desgracia el mayor si la pudo esquivar con mayor facilidad y soltó una risa burlona.

- for sakte - Rió, para girarse a tomar la pelota que estaba a unos metros de distancia, corrió a tomarlo, pero cuando iba a girarse, vio al ojinegro llamándolo, corriendo a su dirección a toda velocidad.

- ¡Tord, piensa rápido!. - Saltó hacia el, haciéndolos caer en una montaña de hojas, que amortiguaron un poco su caída. Rieron bastante, ninguno se lo esperaba, y cuando al fin pudieron regularizar sus respiraciones, observaron un cielo teñido de rosa y azul, un hermoso atardecer se mostraba ante sus ojos. Ninguno dijo nada, solo siguieron observando, mirando discretamente al otro para observar sus reacciones. Esta era uno de los tantos recuerdos felices que mantendrían en sus corazones por siempre.

Ahora las brillantes estrellas adornaban el cielo nocturno, acompañado de los sonidos de la naturaleza. Seguían como estaban e incluso se habían juntado un poco más, compartiendo calor y disfrutando del momento. Hasta que una brillante luz en el cielo llamó su atención, era una estrella fugaz.

- Mira, ¡una estrella fugaz!, ¡rápido pide un deseo!.- Habló entusiasmado el ojinegro al mayor, este lo miró unos segundos y cerró sus ojos.

- Listo. - Soltó tranquilo. - ¿Quieres saber que pedí?- Preguntó al menor, que asintió alegre y curioso, pero su expresión cambió a una de duda.

- Espera, ¿No así, tú deseo no se cumplirá?. - Tord lo miró unos segundos y sonrió.

- No, descuida, aun así se cumplirá.

- Bien. -Miró atentamente al mayor. Él observó una vez más el cielo antes de hablar.

- Deseé que siempre estemos juntos, y que podamos cumplir nuestros sueños, como también, si llegamos a separarnos, podamos encontrar el camino a casa. Por que tu eres mi hogar y mi mejor amigo. A si que te prometo que siempre voy a cuidarte y amarte.- Habló tan suave y sinceramente. El menor solo estaba sorprendio y feliz, jamás escucho palabras tan bonitas.

- También te prometo cuidarte y amarte, eres muy especial para mí, eres mi hogar. Puedes contar conmigo siempre, y tambien cuando no sepas como seguir adelante, yo te ayudaré a avanzar, jamás estaras solo, lo prometo. - Se dedicaron unas sonrisas para después unirse en un abrazo, quedaron así unos momentos hasta que se separaron. Había una deuda que pagar, Tord empujó a Tom de nuevo a las hojas riendo.

- ¡Hey!.- Gritó el ojinegro al repentino movimiento, solo ganandose más carcajadas. - Ya verás.

- No si puedes alcanzarme.- Corrió y detrás de él Tom, quien iba con chancla en manos, listo para usar. El de cabello con cuernos corrió como si la misma muerte lo llamará, todos le temen al poder de la chancla.

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-¡Oye! no hagas eso, sabes que lo odio.- Rió dandole un leve golpe en el hombro del castaño.- Solo no subas la foto.

- Bien, aunque no te salvas de que sea usado como material de chantaje.- Dijo traviesamente el de verde mientras señalaba su teléfono, recibiendo un "¡Ni si quiera lo pienses Edd!".
Dejaría esto pasar por ahora, a si que el menor avanzó a las escaleras y mientras subía tenia una sonrisa nostálgica. Una vez en su cuarto paso a su ventana y miró al cielo con la misma sonrisa.

- Espero puedas encontrar el camino a casa conmigo Tord, no me importaría esperar mil años, Jeg lar deg et lys på.