Sonreí orgullosa. Acomodé la humita de su cuello y no me privé de robarle un beso al galán que estaba frente a mí. Pedro captó mis labios y se dio el lujo de saborearlos a su antojo. Reí entre besos y me alejé unos centímetros de él.
Lucía maravilloso. Un hermoso terno negro era su vestimenta de la noche de los Oscar. Para Pedro, una noche especial pues, lo habían invitado como presentador junto a Elizabeth Olsen. El mundo clamaba por Pedro. Después de iniciar su proyecto en la serie The Last Of Us, internet explotó con comentarios, imágenes y rumores sobre el actor y todo lo que le rodeaba. De haber pasado a ser Javier Peña, en Narco y Oberyn Martell en Juego de tronos, ahora era el antipático, conservador pero muy guapo, Joel Miller.
—Que guapo te ves, Pascal. —Le dije, mordiéndome el labio inferior. —¿Sabes qué le sucederá a este hermoso atuendo cuando vuelvas a casa?
Pedro carcajeo.
—______________, me gustaría conservarlo, si es posible. Un recuerdo de que fui presentador en los Oscar. —Me atrapó entre sus brazos y me acercó a él. —¿Crees que tenga energías para lo que tienes planeado hacerme en la noche?
—Deberías. —Dije, tajante. —Pedro es que...tú sabes que este vestuario, precisamente este vestuario, me enloquece. Lo elegiste porque lo sabías. —Le acusé. Pedro rio. —Ahora tendré que contemplarte desde la televisión.
—______________, si hubieses aceptado ir conmigo, me habrías tenido toda la noche.
—No, Pedro. Tu hermana debe ir contigo. Fue la primera en saber sobre tu proyecto y te apoyó. Estás ahí gracias a ella. —Dije y volví a acomodar el corbatín. Peiné un poco su cabello y volví a depositar un tierno beso en sus labios.
—¿Irás conmigo para la próxima? ¿O te quedaras maquinado qué hacerme en la noche?
—Se me da más pensar en cómo recibirte. —Le guiñé un ojo — Además, quiero mantener el anonimato, aunque ya hayan fotos de nosotros dando vueltas por internet. No quiero que nuestra tranquilidad se vea truncada por rumores y fotos. Detesto verme en internet.
—Sabías que esto iba a suceder. —Me recordó. Asentí, recordando las condiciones en las que había aceptado ser la novia de Pedro. Una vida entre rumores, paparazzi y fans que nos detenían en la calle para obtener una foto de su ídolo. Era todo un mundo vivir en el mundo de Pedro Pascal. Desde que fue Javier Peña, comenzaba a tener un sinfín de mensajes y cartas de sus fans. También entrevistas donde le preguntaban sobre su vida personal, a lo que él, en ese entonces, comentaba que estaba bastante feliz con su vida en ese momento. Claro que no contaba con expandir su fama a todo el mundo. Y yo, no pensaba compartir aquellos triunfos con él.
Javiera Balmaceda llegó a la habitación en donde nos estábamos hospedando. Ella lucía un hermoso vestido negro, bastante simple y un maquillaje bastante natural. Miró a su hermano y se acercó a él.
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Pedro Pascal - Joel Miller || One Shots
FanfictionPedro Pascal || Joel Miller here One Shots