Inmortal [Jasper Hale]

Capítulo 8.

Cálido como la primavera y frío como el invierno.

La habitación estaba oscura no había ruido alguno en el lugar, la lluvia era de esa noche era extraña que se diera por aquellos lugares,  aquel silencio fue roto por el ruido de un cristal rompiéndose, nadie lo veía y nadie diría nada.

Los sentimientos que estaba experimentando en ese momento eran simplemente confusos, recordar su pasodo y lo que hizo le afectaba más, pero la conversación que tuvo con Caesar lo empeoró todo aún más de lo que ya estaba.

«Recuerdas ese chico humana Iván, el se parecía tanto a él salvó por sus ojos de color azul, recuerdo que en ocasiones lo llamabas de diferente manera a su nombre.»

No lo negaba estuvo con varios humanos quienes llegaron a tener rasgos parecidos a Jasper, pero ninguno se había comparado con aquel chico quien en su momento pensó que se trataba de su alma, pero no fue así.

Se sentó en uno de los sofás tomando nuevamente aquella copa dónde volvió a servir aquel líquido amargo que solo empeoraba su humor. Pero en realidad quien podía culparlo por sentirse así, a verlo dejado sin ninguna explicación fue lo peor que pudo a ver hecho y después ver aquel reporte de su muerte lo empeoró todo pero...

¿Quién lo había convertido?.

¿Quién había tocado su piel, quién se atrevió?.

Lo habían condenado a una vida inmortal.

No lo sabía pero su irá no sería controlada cundo lo supiera.

«No sabes nada de lo que me ha pasado»

Tenía razón no lo sabía pero quería hacerlo.

—Jasper... no debí a verte dejado nunca.

La copa que sostenía pronto explotó entre su mano exparsiendose por el lugar.

Ahora lo entendía, en su momento no presto atención pero ahora todo tenía sentido.

Aquel día que fue a ver a la familia omitió un detalle que lo hubiera llevado hacia el desde un inicio.