Dereck Cooper(EN FÍSICO) [✓]

Amistad

Los siguientes días me enfoque en ayudar a Dereck y a Karina con la colección, sin importarme tener que hacer trabajo doble. Se ha sentido el cambio en el rostro de mi jefecito rico y eso lo ha tenido de buen humor. Dentro de una semana se lanzará la segunda colección del año y antes de meternos de lleno a ella, hemos decidido ir a ver a Fiorella. Al fin de cuentas, sabía que sucedería tarde que temprano. No me agrada la idea de ir, pero por nada del mundo lo voy a dejar solo con esa mujer.

Según llegamos a la clínica, el doctor quien se encarga de tratar a Fiorella, nos dio una breve descripción de su caso y el tratamiento con la que le están ayudando. No me esperaba que la cosa fuera tan seria.

—Sr. Cooper, nos alegra mucho que haya decidido venir a ver a Fiorella. Su presencia nos dará alguna que otra respuesta ante su caso — el doctor se quedó un momento callado mientras sacaba una carpeta blanca de su escritorio —. Fiorella sufre de esquizofrenia, lo que no sabemos aún, es de que tipo. Su caso nos ha generado dudas. Ella tiende a actuar muy normal en algunas ocasiones, otras simplemente se altera con facilidad. Hemos hablado con su anterior psicólogo en Italia, y nos ayudó a comprender un poco más sobre su diagnóstico.

—Se me hace extraño, doctor. Conozco a Fiorella desde pequeño, cómo es que no me di de cuenta antes de salud mental.

—Entiendo. Fiorella lo ve a usted como más que un amigo, es lo que siempre dice. Tiene un apego muy fuerte hacia usted. ¿Alguna vez tuvieron algo más que una amistrad?.

—Sí, salimos por varios años como pareja. Cuando terminamos la relación nunca se mostró que le hubiese afectado el rompimiento, es más, según ella; ya tenia otro hombre a su lado. Desde ese entonces, duró varios meses en Italia, y siempre que hablábamos actuaba normal.

—¿Otro hombre? — Dereck asintió —. ¿Cómo se llama ese otro hombre?.

—Luca, es un modelo el cual conoció durante su tiempo en Italia. Supongo que es de él, el bebé que tuvo — el doctor se le quedó viendo unos segundos antes de quitarse las gafas y dar un largo suspiro —. Yo me haré las pruebas y veré que ese bebé no es mío.

—Sr. Cooper, Luca no existe. Luca es producto de la imaginación de Fiorella — abrí los ojos de par en par ante las palabras del doctor —. Su medico tratante en Italia, nos ha confirmado que su amigo imaginario la hacia hacer cosas que no debía; volviéndola una niña agresiva. En un tiempo, creyeron que usted también era producto de su imaginación, pero sus padres descartaron esa posibilidad. Fiorella actúa según lo que Luca le ordene hacer. Por eso nos atrevemos a decir que la pequeña que tuvo hace unos meses atrás es completamente suya; a no ser, que haya estado con otro hombre.

—Es imposible... Él es real — el doctor negó con la cabeza —. ¿Esta seguro, doctor?.

—Muy seguro. Vengan conmigo, les mostrare algo.

El balde de agua fría aún sigue corriendo por mi cuerpo con cada paso que doy tras el doctor. Dereck está muy sorprendido al igual que yo. Si el doctor tiene razón en lo que dice; pues no le creo capaz inventarse algo como eso, quiere decir que la niña si es hija de Dereck. Llegamos a un cuarto con varias pantallas y, el doctor señalo un monitor, donde Fiorella hablaba con alguien aun estando sola.

—Mantiene todo el día así; hablando con Luca, contándole que su hijo lo tiene una mujer y que Dereck la ha dejado para siempre. Ella reconoce las cosas, en cierto modo, pero no se sujeta completamente de la realidad. Hable con ella Sr. Cooper. De pronto al ver una cara conocida, si este de acuerdo en realizarse el tratamiento que continua. Sus padres, como bien sabe, ellos están en la cárcel. Sea amable con ella, por favor.

Fiorella seguía hablando, se veía muy afectada y más al ver como limpiaba sus lágrimas. No le compadezco, pero si se me aprieta el corazón al ver a una mujer que no tiene culpa alguna de la enfermedad con la que nació. No me di cuenta de nada si no hasta que Dereck cruzó por esa puerta, y mentiría si no me dio una punzada de dolor al ver como se abalanzó sobre él a besarlo. No sé qué pensar con todo esto que está pasando. Aun siguen estando las dudas y las inquietudes. Dereck la sostuvo en sus brazos y le sonrió como si nada hubiera pasado antes.

Dereck

Me armé de fuerza y valentía para hablar con Fiorella. No quiero saber nada de ella, tampoco me importa de lo que sea que sufre. Solo quiero arreglar todo este inconveniente y continuar adelante con mi vida. Aunque Jane no diga nada, su silencio me mata y me hace pensar muchas cosas, pues no es normal en ella que se mantenga en silencio por tanto tiempo.

—¡Dereck! — se lanzó Fiorella a mis brazos —. Has venido a verme, mi amor.

—Fiorella — sonreí apartándola suavemente —. ¿Cómo has estado?.

—Algo triste, pero ahora que estas aquí me siento mucho mejor — sonrió, luce tan normal que hasta dudo de lo que me ha dicho el doctor de ella —. ¿Cómo van las cosas en la empresa? En cuanto me dejen salir de este lugar volveré a retomar la carrera, espero que me des campito — sonrió tierna —. ¿Encontraste a nuestro hijo, mi amor? Dime que esa mujer por fin se ha ido de nuestras vidas.

No tengo palabras que decirle. De hecho, no quiero estar aquí frente suyo sonriéndole falsamente mientras mi mujer me ve atreves de una pantalla.

—Vine porque tu me mandaste a llamar, Fiorella — rió nerviosa y descansó su cabeza en mi pecho —. Fiorella...

—Déjame estar así un poco más, ¿sí? — guardó silencio por largos segundos. Me es tan incomodo todo esto —. Sé que sigues estando con ella y tengo muy claro que te he perdido para siempre, pero, eres mi amigo y no me gustaría que ella arruinara nuestra amistad.

—Fiorella — la separé lentamente, y sonrió —, entre nosotros no hay amistad, ya no. ¿Sabes? Me has dicho muchas mentiras durante mucho tiempo e incluso me dijiste que te habías enamorado de alguien más. ¿Quién es el padre de la niña que has tenido? Puedes contarme, créeme que nunca te juzgaría. Solo estoy tratando de ayudarte a ti y una pequeña que no tiene culpa de nada.

Frunció el ceño y se quedó ida en sus pensamientos. Una expresión de miedo y pánico invadió su rostro en una fracción de segundo. Su cuerpo empezó a temblar al tiempo que sus lagrimas cayeron fuerte de sus ojos. Apretándose a mí, empezó a soltar una a una las palabras.

—No dejes que ese hombre me siga haciendo daño, Dereck — susurró —. No me gusta que haga todo lo que hace. ¿Él está aquí? Si viene que no lo dejen entrar, estoy cansada de suplicarle que no me toque — fruncí el ceño, ¿de quien esta hablando? —. ¿Me prometes que me vas a cuidar de Doménico?.

—¿Tu padre te ha hecho algo, Fiorella?.

—Me tocó de la misma manera en la que tú lo hacías antes que tu asistente se apareciera. Me mira con ojos muy diferentes. Me da besos en la boca, ¿es normal que un padre haga eso? — me encaró y quedé de hielo tras oírla —. Ese hombre se ha aprovechado de mi desde que tengo uso de razón, Dereck. Eras mi amigo y juraste cuidarme en aquel árbol que trepábamos juntos, ¿recuerdas? ¿Por qué no hiciste nada cuando te necesité? ¡Dímelo! ¡Dime dónde carajo estaban todos cuando él me quitó lo que debía de ser tuyo! ¡Me violó y mi madre solo lo dejó pasar como si nada! ¡Yo te necesitaba, Dereck! ¡No estoy loca como muchos lo tratan de hacer ver! — traté de ahogar sus fuertes gritos en mis brazos, no me esperaba que fuera a explotar de esa manera —. Mi padre armó todo este maldito circo para que nunca pudiese irme en su contra. ¿Crees que le creerían a una mujer que sufre de esquizofrenia desde niña, que su padre la violaba y su madre lo permitía? Seguí con el maldito juego, porque ya no tengo nada que perder. Mi vida es una mierda, Dereck. Vete y déjame aquí; sé feliz, lo mereces. Ya no tiene ningún sentido seguir fingiendo más. Supongo que las clases de actuación que tomé desde niña, me sirvieron de algo — se soltó de mi agarre dándome la espalda —. Te deseo lo mejor con Jane y tu hijo, Dereck.