Final

6.1K 311 2
                                    

Jane

La noche de bodas fue la noche más maravillosa, espectacular y apasionada que he tenido con mi esposo desde que nos casamos. Ese lado bestial explota de una manera que me pone a temblar con tan solo una caricia o un beso. Sabe de mis puntos más sensibles y se aprovecha de ello llevándome a la locura. Cada día que lo veo despertar a mi lado, me pregunto por qué ha decidido casarse conmigo y la respuesta automática llega a mi mente. Las tantas veces que me susurra, me grita, me enfrenta diciéndome que ama hasta los dedos de mis tiernos pies, me derrito de amor y vergüenza a la vez. Siempre he sido acomplejada en cuanto a mi aspecto; por más que la mona se vista de seda, mona se queda. A veces suelo olvidar de ponerme "hermosa" para mostrarme verdaderamente como soy, y de algún modo temo a que me rechace o vuelva aquel repudio de un comienzo. No obstante, cuando dejo de usar un vestido y maquillaje, me ama con mayor intensidad, pues no se está fijando en mi atuendo exterior, si no en el interior. Además, recorre cada centímetro de mi piel con sus manos y sus labios, diciéndome que mi piel es el diseño que lo cautiva y lo sigue deslumbrando desde la primera vez en que me vio desnuda. Me da vergüenza cuando me encara de aquella manera, y bueno, pierdo el juicio con el hombre que amo con todas las fuerzas de mi alma.

Nuestra noche de bodas vino acompañada con un hermoso regalo de navidad de su parte para Dante y para mí. Me dio una hermosa cadena de oro, con las iniciales de los tres y un corazón de fondo en las letras; a Dante, una delgada pulsera, la cual ajustamos a su piecito izquierdo. El lleva una cadena similar a la mía, pero de hombre. Dereck vive y muere por nosotros, eso nos lo demuestra cada mañana desde hace seis meses ya. El tiempo vuela, y aun se me hace estar viviendo en un sueño, un cuento mágico. No somos el matrimonio perfecto, pues Dereck y yo somos las personas más opuestas que puedan estar tan de acuerdo en el amor. Chocamos todo el tiempo, es por ello que encajamos como piezas de rompecabezas. De a poco vamos armando el camino de nuestra vida juntos.

Sus ojos detienen los laditos de mi corazón y sus labios me regresan a esa desbordante palpitación inquietante, feroz y única capaz de enredarme más entre su alma y su cuerpo. No hallo una vida sin ese hombre tan tremendamente adictivo para mi piel. Somos uno solo desde hace mucho tiempo, nuestras almas están mezcladas por esa misma pasión y fuego que él mismo encargó en encender.

Dereck Cooper, como bien lo dice, sedúceme el alma, el cuerpo y el corazón muy lentamente con tu querer, con tus besos y con cada caricia que me recorras con la yema de tus dedos, mi mapuchita. Aun después de tanto tiempo, sigue llamándome de aquella manera. En sus labios se oye tan tierno, suave y perverso a la vez. Me estremece los huesos cuando me susurra en el oído de aquella manera tan jodidamente sensual mientras me hace el amor cada noche y cada amanecer. Me tiene volando bien por alto, pero estoy segura, que si caigo; caeré entre sus brazos para seguir hundiéndome en el abismo de su querer adictivo. El ama con locura desenfrenada, con posesividad ególatra y con mucha pasión y perversión. Es el hombre perfecto que complementa un desastre de mujer, creada para vivir para él.

—¿Qué tanto haces ahí, princesa? — abrazándome desde atrás, dejó un beso húmedo en mi hombro —. Sabes que no me gusta despertar y no tenerte a mi lado. Me vuelvo un poco loco si no te veo dándome tu calorcito.

Metió ambas manos por debajo de la fina tela que cubre mi cuerpo al tiempo que besó mi cuello suavemente. ¿Cómo no dejar todos los miedos al saber que el amor de tu vida te ama tal y como eres sin importar qué? Su aliento en mi piel directamente me pone la piel de gallina.

—Solo veo la puesta de sol, es muy hermosa — suspiré engulléndome más entre sus brazos grandes y cómodos. Se han vuelto mi lugar favorito de estar —. Valió la pena esperar por tantos meses para tener estas pequeñas vacaciones.

—Es nuestra luna de miel, mi amor — afirmó —. El mal tiempo y la colección no me dio tiempo, pero ahora soy todo tuyo mi reina. Ya sabes que puedes hacer conmigo; el atardecer está muy lindo, sí, pero se ve mucho mejor golpeando tu piel desnuda. Esto estorba.

Dereck Cooper(EN FÍSICO) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora