Su vista se nubló por inercia en cuanto vio esa sonrisa burlona en la expresión del otro chico, Jungwon le decía algo que no lograba entender pero lo único que más quería era sacarlo de allí pero se sentía fatal porque estaba comenzando a pensar que el único que creía que Ni-ki podía llegar a sentir algo por él... Solo era él.
De un momento a otro, Yunseok se acercó hasta él para susurrarle algo en su oído, empujando lejos al azabache e ignorando las quejas de Jay para decir en un tono bajo:
— No me digas que te ilusionaste por las palabras que te decía mientras te la metía.. Sabes que todos hablamos de más en esa situaciones pero eso no me lo esperaba de tí, zo..— antes de que pudiera terminar, Sunghoon tiró de su brazo.
Se quedó cabizbajo, mordiéndose su labio inferior para intentar apartar la lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos. Clavó sus uñas en su brazo, alzó su mirada una vez más porque sin importar que tan dolido este, no iba a dejar que esa cucaracha de metiera con él.
— Escúchame bien, maldito maricon escondido de mierda.— se acercó hasta él para empujarlo— He estado haciendo lo posible desde hace más de un puto año para no ir por una granada y enterrarla en tu asqueroso culo pero si te hicieras el favor de no ser ¡Tan jodidamente irritante, te ahorrarías una vergüenza! ¡¿Porque no aprovechas para decir aquí mismo lo mucho que te gusta que te la metan?! ¡Ah, ya se! Porque eres un puto cobarde que prefiere ser un jodido mantenido por su mami, alías "la mejor de todas las jodidas perras regaladas" y tu papi de setecientos años..— le dió una fuerte cachetada— ¡¿A tí que huevo te importa mi vida?!— gritó exhausto, mirándolo con los ojos inyectados en sangre a lo que las personas alrededor soltaron un bullicio— Mejor deja de ser un maldito infeliz y anda a follar con tus putos amiguitos en la super casa de playa de tu abuelito el homofóbico machista.— bramó entre dientes.
Sus amigos contuvieron las carcajadas que querían soltar en ese preciso momento ante la expresión de furia del otro chico, quien empujó a Sunoo hasta hacerlo caer en el suelo, entonces ellos reaccionaron pero otros chicos se encargaron de detenerlos en ese momento, por lo que tiró del cabello del chico con brusquedad hasta sacarle un quejido, intentando defenderse.
— Ojalá te hubieras muerto a causa de una sobredosis esa noche.. ¿No te cansas de..— antes de que pudiera continuar, alguien lo apartó lejos del pelirosa pero antes dándole un fuerte golpe en su mano para que lo soltará.
El bullicio de asombro en los demás era evidente, habían quizás un poco más de ocho personas y uno que otro profesor ahí chismoseando pero de igual forma, a Ni-ki poco le importó si se ganaba una suspensión y le dió un golpe en su mandíbula, haciendo que le sangra la nariz.
Alzó al mayor del suelo y le dió una mirada fulminante al castaño claro que los miraba con gracia desde su lugar aún estando lastimado.
— Vámonos, debes volver a casa..— le susurró al oído, tomándolo por uno de sus hombros para irse en dirección contraria.
Jay se encargó de mandar a los chismosos a otra parte porque estorbaban a ese punto en que nada más veían y eso en nada ayudaba.
Sunghoon se ofreció en dejarlos en la casa del menor, cosa que ambos agradecieron en silencio. En cuanto llegaron a pasar la puerta de la casa, Sunoo dejó que lágrimas silenciosas escaparan por su rostro, seguidas por un sollozo lastimero que solamente fluyó sin ningún problema.
Ni-ki maldijo por lo bajo el nombre de ese entrometido castaño para caminar a la sala junto al pelirosa que se veía deprimido, lo sentó enfrente de él en el sofá luego de dejar sus mochilas a un lado.
— Sun, no creas en nada de lo que te dijo.— acunó su rostro entre sus manos, para dejar un pequeño beso en su nariz rojiza— Por favor, no me gusta verte así.
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𝐇𝐞 『ˢᵘⁿᵏⁱ』
Подростковая литература══════ •『 ✒️ 』• ══════ ░ 𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐚 𝐜𝐥𝐚𝐫𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐮𝐬 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐬𝐞 𝐜𝐫𝐮𝐳𝐚𝐫𝐨𝐧, 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐢𝐧𝐭𝐢𝐨 𝐟𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐮𝐧𝐚 𝐚𝐭𝐫𝐚𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧 𝐢𝐧𝐦𝐞𝐝𝐢𝐚𝐭𝐚. 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐟�...