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Capitulo 7

-¿Y como sabes que yo no te sirvo? -increíblemente esas palabras salieron de mi boca, tan firmes, tan seguras que hasta yo me sorprendí-

-¿Tu? Así que eres tú el interesado -me mira, de una forma desafiante y despectiva- entonces es un doble no, no necesito un cachorrito sediento de amor detrás de mí, necesito a alguien que obedezca lo que le digo y cuando lo digo, que cuando necesito que sea mi chófer lo sea, que cuando necesito que sea mi novio falso, lo sea, que cuando necesito simplemente desestresarme, haga que me olvide de todos mis problemas en un solo orgasmo, ¿Y tu?, Mierda Rengoku, con tan solo verte me di cuenta que tienes un corazón tan iluso que jamás podrías lograrlo. Involucrarias tus sentimientos en la primera semana y no estoy para lloriqueos, para escenas de celos, y unos te quieros, tu eres la mujer que amo, mi corazón es tuyo y bla bla bla…

Su voz era tan venenosa como una serpiente, sus ojos se clavaron en mí como dos dagas directo a mi corazón, pero no reaccioné cómo ella quería, me di cuenta que mi amigo iba a hablar para defenderme pero hablé primero, fuerte, alto -mierda t/n -puse mis manos en los bolsillos, me erguí lo más que pude para hacer notar la diferencia de altura y la miré hacia abajo- ahora yo te digo que no, no quiero tener detrás de mí una loca que se cree la mejor mujer del mundo cuando hay mejores que tú, con el ego tan grande que no la deja ver lo que se está perdiendo y que piensa que es el centro del mundo, no sabes lo capaz de lo que es un hombre que no le queda ninguna pizca de romanticismo por las mujeres que han pasado por su vida y que ahora solo busca a alguien con quién desahogarse de la manera más instintiva que puede -bajé a la altura de su rostro y dije en voz baja- yo no te haría olvidar tus problemas, haría que olvidarás hasta tu propio nombre por varios días… -sonreí de lado mientras veía un pequeño color rosa aparecer en sus mejillas- pero tú te lo pierdes

Abrí la puerta y entré a la galería caminando hacia la salida, miré hacia atrás y ambos me estaban mirando, ella me estaba matando en su cabeza, lo sabía por cómo sus ojos ardían de la rabia y tenía sus labios apretados, mi amigo que aún no salía de su lado me miraba con las cejas levantadas y la boca abierta de la impresión, salí de la galería y me senté en mi vehículo tratando de asimilar lo que recién había hecho y esperando a que llegara Uzui.

Mi amigo llegó unos minutos después y se sienta a mi lado con una gran sonrisa

-ok -dijo entusiasmado- cuando firmes el contrato con ella debes dejar las cosas claras, ella no manda

-¿Que? -dije impresionado y un poco asustado- ¿Ella te dijo algo?

-por supuesto que no, pero la dejaste de malas, osea, más enojada que de costumbre jajaja si causaste esa reacción en ella vas por buen camino, y mierda amigo "haría que olvidaras tu nombre" -lo dijo imitandome- sacaste tu Uzui interior jajaja

-ya, no molestes, vámonos a la academia -encendí el vehículo y mi amigo siguió hablando durante el camino- no menciones nada de lo que pasó aquí por favor

-ok, pero volviendo al tema, por lo poco que sabemos, ella pide que sean sus sirvientes mientras le paga con sexo y cosas materiales -me quedé en silencio, necesitaba escuchar esto- son unos idiotas, ella gana las dos veces por qué con el sexo se benefician los dos y las cosas materiales como prestar sus vehículos de lujo no son gran sacrificio para ella, debe ganar mucho dinero con la galería, además de las comisiones por ventas y las clases de diplomado, tu tienes que ser más inteligente y pedirle otra cosa -cuando mi amigo se lo proponía, podía ser mejor analítico que Sherlock Holmes-

-¿Otra cosa?

-si, verás, la vas a acompañar a todo lo que tenga que hacer, mientras ella hace algo por ti y estar en la cama es algo aparte

en esta, y en nuestra próxima vida (Rengoku x t/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora