Fate: Renacer en llamas

Capítulo 5: Remanentes - Esa fatídica noche

Notas del autor:

¡AH HAA! Pensaste que iba a ser el nuevo capítulo, pero soy YO, las Notas. De todos modos, solo quería explicar rápidamente los cambios que estoy haciendo en este fic. De aquí en adelante, habrá dos tipos de capítulos. Capítulos que se centran en la vida después de la guerra, como la que teníamos hasta ahora. Y el nuevo tipo, comenzando con este, capítulos que muestran fragmentos de la guerra. No, no escribiré la guerra en su totalidad, solo pequeñas cosas centradas en nuestros dos farsantes. Estos capítulos se ordenarán a través de los nombres. Los capítulos posteriores a la guerra se denominan "Nueva llama" y los capítulos durante la misma se denominan "Remanentes".

Eso es todo, espero que disfruten el nuevo capítulo.

Tener una buena.

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"Uf..." Emiya Shirou se despertó en los pasillos oscuros de la Academia Homurahara. Siseó en un respiro mientras trataba de ponerse de pie. Duele, todo duele. Pero su pecho dolía en particular. '¿Qué diablos pasó?' Se preguntó a sí mismo antes de que los recuerdos comenzaran a inundarlo. Se quedó hasta tarde en la escuela cuando escuchó ruidos extraños provenientes del patio de la escuela. Lo revisó para investigar y fue recibido por la vista de un hombre de rojo en duelo con un hombre de azul. Incluso a primera vista, era obvio que los dos hombres no eran humanos.

Sus movimientos tenían tal poder y velocidad que el mismo suelo bajo sus pies se resquebrajó. Incluso con la creciente sensación de horror en el ser de Shirou, todavía notó que la chica observaba la pelea. Tohsaka Rin, un compañero de escuela suyo. Para ser más exactos, ella era la ídolo de la escuela. '¿Que está haciendo ella aquí?' Pensó para sí mismo. La pregunta se olvidaría en el momento en que accidentalmente se subiera a una ramita y alertara a los guerreros de su presencia. No tenía idea de cómo era posible que los dos hombres notaran un sonido tan pequeño desde tan lejos, pero no estaba exactamente interesado en averiguarlo.

Salió corriendo cuando el hombre de azul lo llamó. Corrió lo más rápido que pudo, y justo cuando pensó que tal vez estaba a salvo, el hombre azul apareció de la nada y lo apuñaló en el corazón. Después de eso... él... ¿murió?

A medida que se procesaban los recuerdos, Shirou se dio cuenta de una contradicción obvia. Fue apuñalado en el corazón, así que ¿por qué no está muerto? Rápidamente se revisó en busca de heridas, encontrando un agujero en su camisa sobre donde está el corazón. Así como algunas manchas de sangre en dicha camisa. Pero a pesar de la evidencia de una puñalada, no encontró ninguna herida real en su piel, solo una cicatriz. Podía recordar vagamente haber escuchado la voz de alguien mientras se estaba desangrando, ¿lo salvaron? Antes de proceder a irse a casa para resolver las cosas, se da cuenta de un colgante en el suelo, que sostiene un rubí en forma de corazón. Suponiendo que sea de su salvador, se lo lleva consigo.

Llegó a casa en la oscuridad de la noche. Desafortunadamente, rápidamente se daría cuenta de que todavía no estaba fuera de peligro. Su cuerpo prácticamente se movió por sí solo, rodando fuera del camino cuando el hombre de azul apareció como antes. La lanza terminó incrustada en el suelo, y su portador se volvió hacia Shirou mientras buscaba un cartel enrollado. El hombre habló, con una leve sonrisa en sus labios. "Y aquí estaba tratando de ser considerado. Pensé que dolería menos si nunca lo vieras venir", Shirou finalmente encontró su equilibrio. "Nunca antes me encontré matando a la misma persona dos veces en un día. Supongo que el mundo está tan loco como siempre".

Shirou no respondió a nada de lo que dijo su atacante, sino que se concentró en crear sus circuitos mágicos para poder reforzar el cartel. Ver al pelirrojo realizar hechicería despertó el interés del hombre, a pesar de la falta de talento mágico. "¿Hoooh? Así que eres un mago, supongo que así es como sobreviviste a un golpe de mi lanza en el corazón". Dio la vuelta a su lanza mientras se ponía en una posición de combate. "Bueno, eso hará que esto sea un poco más divertido, al menos". Llamar a lo que siguió una batalla sería generoso. Cada golpe lanzado por el hombre casi le había quitado la vida a Shirou. Y estaba claro que se estaba conteniendo. Muy pronto, Shirou se encontró golpeado a través de la ventana que conducía a su patio. Mientras intenta levantarse, el hombre de azul ya está sobre él y lo patea en el costado, enviándolo por los aires unos metros.