My Sweet Baby |❦︎| Binwoo

❦ 𝟎𝟔 ❦

✶⊶⊷⊶⊷❍ - ❍⊶⊷⊶⊷✶

Could you give me a moment to think?
I feel confused.

✶⊶⊷⊶⊷❍ - ❍⊶⊷⊶⊷✶

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-Mami... No, por favor... ¡Mami!- un hombre grande lo jalaba para llevárselo, pero él no quería, se estaba oponiendo a aquello.

Logró liberarse de aquel fuerte agarre y corrió a los brazos de su madre.

-¡Mami, no dejes que me lleve!- El pequeño lloraba y rogaba a la castaña.

-¡Cállate, Bin. No me digas mamá!

El pequeño e indefenso niño fue golpeado por la alfa que lo había traído a este mundo cruel. La mujer sin corazón, entregó a su hijo al desconocido y lo llevaron a un cuarto.

Lo último que vio antes de cerrar la puerta, fue a su progenitora con billetes en la mano y una mirada que conecto con sus ojos sin pizca de arrepentimiento...

El día tan esperado para Dong Min había llegado, se despertó muy temprano, se metió al baño, lavó sus dientes y en su closet buscó algo para arreglarse un poco para el alfa, pero... Desde su perspectiva, no había nada que hacer, se sentía muy gordo, inflamado y feo.

Cuando Bin le dijo que era lindo, lo dejó sorprendido, no creyó aquello y seguía sin creerlo.

Nadie nunca se lo había dicho.

Desde muy chico recibió malos apodos y abusos por parte de sus compañeros, veía a los otros omegas ser cortejados, recibir flores, cartas y en cambio él, solo recibía insultos y golpes por parte de todos.

Había pasado más de una década recibiendo aquel trato, su autoestima estaba por el suelo, era pesimista, siempre esperando lo peor de todo, sus esperanzas por que algo mejorara en su vida estaban perdidas, ya estaba psicológicamente listo para lo peor.

Todos parecían tener un problema con él porque siempre buscaban la forma de joderle la vida, no lograba encajar por más que lo intentaba, era inútil seguir intentándolo. Hubieron momentos en los que ya no lo soportaba y corría a esconderse en los baños de la escuela para que nadie lo molestara, ahí lloraba a mares, harto de la vida que estaba viviendo.

"¿Realmente merezco esto?"

"¿Qué hice mal?"

"¿Por qué no puedo ser un niño como los demás?"

"¿Por qué no puedo salir a jugar, divertirme y tener muchos amigos?"

"¿Por qué siempre me toca estar solo y lleno de moretones?"

Se hacía tantas preguntas y no tenía respuesta ante estas.

Su vida se resumía en llegar a casa, cambiarse de ropa y acostarse en su cama a llorar, dándose consuelo él mismo.

La vida le parecía demasiada injusta, sufría mucho a causa de eso, sus moretones los escondía de sus padres para evitar problemas por los que ellos nunca se dieron cuenta que su hijo sufría de violencia por parte de sus compañeros. Después de un tiempo, cuando ya tenía 14 años, varios chicos lo seguían golpeando por su apariencia, pero luego de un día, sintió que los golpes que recibía su cuerpo ya no dolían.