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MinGi era un chico con problemas económicos, no tenía celular propio como sus otros compañeros y mucho menos disfrutaba de salidas con amigos.
No podía darse lujos, ni disfrutar de diversión.
Su prioridad era su mamá.
Siempre sería ella su mejor amiga.

No necesitaba amigos, necesitaba a su mamá con fuerzas.

Nunca tuvo sentimientos por alguien, nunca se enamoró de alguien.
Realmente nunca tuvo prioridad por alguien que no fuera su propia madre.

Hasta que se encontró con él.

Nunca tuvo el sentimiento de estar hipnotizado.
Nunca despegó la mirada de él.

MinGi iba despistado mientras caminaba. Había olvidado hacer la tarea de matemáticas.
Realmente se sentía estresado y molesto por haberse quedado dormido.

Pero no podía culparse, había llegado cansado del trabajo.

Su trabajo consistía en descargar muebles y montarlos en la casa del cliente.

MinGi no contaba con seguro de vida en ese trabajo, era menor de edad y únicamente lo contrataron al saber la situación de su madre.

Pero MinGi se exigía más de lo necesario.
Todo por un par de monedas.
Aunque el cansancio desaparecía cuando veía a su madre comer del delicioso pan con relleno cremoso.


MinGi caminaba con la cabeza agachada mientras discutía mentalmente.

Salió del sus pensamientos al sentir un duro golpe contra su hombro.

Levantó la vista y volteó hacia atrás.
Iban pasando dos chicos, uno de ellos tomando por los hombros al más bajo.
Éste último hizo una reverencia en signo de disculpa.
Aunque era obvio que él no fue quien lo golpeó, sino el contrario.

MinGi vió su rostro.
Esas cejas bien portadas, los labios perfectos.
Sus ojos...

Era perfecto.
Su cabello era color negro, tan profundo.
Hacía resaltar su piel lisa.

MinGi no podía dejar de mirarlo.
Todo hasta que sintió otro golpe en el hombro.

Olvidó que estaba en medio del pasillo.

Se dió la vuelta y siguió el camino hasta su salón.

No dejó de pensar en el chico.
Definitivamente quería ser su amigo.



Todo los recuerdos regresaron a su mente.

Estaba en su cama mientras analizaba más el documento.

MinGi estaba emocionado.
Quería saber si aún tenía pendientes en su oreja, si aún su piel destacaba con esas cejas profundas, si aún tenía esa linda sonrisa.

Definitivamente quería volver a verlo.

Y mañana sería ese día.

I Feel It Coming. |Minjoong|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora