—Maxi, sentate porque te caes de culo con mi idea.
—¡Enserio, amigo! Soy un genio. Va, creo. — opinó sentándose en la cama a su vez que prendía la luz para que se vean entre sí. —Yo quiero conocer a mamá y vos a papá. Entonces, cuando termine el campamento, vos venís a Buenos Aires, y yo voy a Italia.
—¡Giovanni, estás en pedo!
—Somos gemelos, boludo. Con unos retoques hacemos que físicamente nos parezcamos. Ahora, con la personalidad.... Bueno, me enseñas a ser como vos, y yo hago lo mismo. Escuchate esta que ya te tengo imitado. — sonrió burlesco en cuánto desarmó sus hebras para parecerse un poco al rebelde cabello castaño del más bajo. —La diferencia entre nosotros, es que yo tengo clase, y vos no.
El proveniente de Europa no podía negarse, era un anhelo demasiado grande ver a sus progenitores, y apenas se den cuenta que son el otro, claramente los tenían que cambiar.
Con eso, se iban a ver de nuevo después de catorce años, y a Maximiliano le parecía tan romántico cómo las películas que su abuela se acostumbraba a ver.Al otro día, en medio del desayuno, decidieron aprovechar para conocer a la familia del otro.
Primero comenzó el joven Dybala, mostrando con fotografías a los miembros de su familia. Al inicio, se vio a una mujer mayor y de cabello oscuro; la abuela Alicia. Maxi únicamente le aclaró que él la llamaba nona, nada más. Después, mostró a Joaquín, el mayordomo que también era el mejor amigo de su familiar cordobés. Aún así, no aguantó a reírse por la expresión que tenía Giovanni al mencionar cuántas personas trabajaban en su casa.Luego, siguió el alfa mayor. Él le hizo un dibujo del interior de su casa en Buenos Aires; señaló los lugares importantes y también le recordaba pequeños detalles que eran importantes, cómo que nunca comían en el comedor a no ser que fuese navidad o el cumpleaños de Leandro y él. Tiempo después que dejaron todo en claro, fue hora de que el cordobés le enseñará el saludo que hacía con Tucu. Pasaron horas, pero era completamente necesario que saliese natural.
—Llegó el momento de que me tiñas el pelo. — suspiró Max al decirlo, pues no estaba tan decidido a quedar en manos de él.
¿Era duro para el chico? Sí. Toda su vida le habían permitido hacer aquello, pero también recordaba cómo le explicaban que el cabello dejaba de estar sano, con las puntas quemadas y que podía hacerle daño el uso de las tinturas. Asique no, simplemente no.
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JUEGO DE GEMELOS.
Fanfic• Mɑximiliɑno γ Giovɑnni son dos gemelos que ɑl nɑceɾ, fueɾon sepɑɾɑdos poɾ sus pɑdɾes. Mientɾɑs que uno vive con su pɑdɾe en Aɾgentinɑ, el otɾo pɑsɑ su vidɑ en Itɑliɑ. Poɾ eso, con miles de kilómetɾos sepɑɾɑ́ndolos, eɾɑ imposible que coincidieɾɑn...