28 | Hakkai Shiba

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TW: contenido sexual, no debes leer esto si te parece incómodo. Gracias

-¿A dónde vamos? Tengo mucho sueño- solté un bostezo y dejé caer mi cabeza hacia atrás, dejando que el frío viento desórdene mi cabello.

-Quiero que vayas a la reunión de Toman de hoy- Mikey giró su cabeza lo suficiente para dejarme ver sus grandes ojos negros -a ver si así te convences de formar parte de ella- me sonrió.

Tomé su cabeza y la giré para que fijara su vista en la carretera -¿sigues con eso, Mikey? Ya tenemos casi 22 años, no creo que sea material para una pandilla de motociclistas, además ni siquiera tengo una moto- volví a apoyar mis manos a los costados de su moto.

-Sabes que es más que solo una pandilla de motociclistas, es mi familia, y quiero que seas oficialmente parte de mi familia, y no tienes que preocuparte por las motos, puedes prestar la mía cuando quieras, o la de Draken- hizo una pequeña pausa -y tus habilidades médicas nos serían de gran ayuda, solo ve a la reunión y luego conversamos- aparcó la moto y me ayudó a bajar de ella.

Me permitió estar a su lado arriba de las escaleras junto a Draken y Baji, pero alguien en particular llamó mi atención. Un chico alto de cabello azul, ojos grandes y una cicatriz adornaba sus labios, apenas lo vi y juré que mi corazón casi se da vuelta. Nunca había visto a un chico tan guapo en mi vida, tenía el semblante serio y los ojos fijos en Mikey, quien hablaba sobre la pandilla y cómo se unían para cuidarse los unos a los otros y a quienes aman, que daría una nueva era a las pandilla y honraría los deseos de su difunto hermano, Shinichiro. El chico misterioso no sacó las manos de los bolsillos en ningún momento hasta el final de la reunión para despedir a Mikey.

-Ey, Baji- el pelinegro volteó hacia mi -¿quién es ese de cabello azul? Al lado de Mitsuya- hablé despacito para que solo mi amigo pueda escucharme.

-Ah, ese es Hakkai, es muy bueno peleando, es el subcapitan de la segunda división, es un buen chico- Baji pasó unos de sus brazos sobre mis hombros -buena elección, enana- y despeinó mi cabello.

-Voy a hablarle, si lo pienso mucho no creo que pueda hacerlo- inspiré hondo y me alejé de él rumbo al chico que se robó mi atención la última hora.

-No, t/n espera- esciché la voz de Draken tras mi espalda pero la ignoré, sabía que si me detenía a pensar lo que estaba a punto de hacer, no le hablaría jamás y ya estaba harta de esperar a que alguien más tome la iniciativa por mi.

Me acerqué a él por su derecha y toqué su hombro un par de veces suavemente con mis dedos, él se volteó y pude ver como su pálido rostro se fue tornando de todos los tonos de rojo que haya visto. Lo tomé como una señal para presentarme, seguro que yo también le gustaba.

-Hola, me llamo t/n Sato, soy amiga de la infancia de Mikey y Baji, solo venia a presentarme y tal vez... ¿Conversar contigo un rato?- jugué con los anillos en mis dedos esperando su respuesta, pero él solo se quedó parado frente a mí, ni siquiera me miró a los ojos, solo se quedó inmóvil.

-Disculpalo, t/n, Hakkai es un poco... Tímido con las chicas- Mitsuya habló por él -estoy seguro que está encantado de conocerte, ¿verdad Hakkai?- el chico alto solo asintió muy rápido -y estoy más que seguro que le encantaría llevarte a casa hoy, ¿cierto Hakkai?- volvió a asentir.

No podía mentir, obviamente me sentí muy avergonzada, no pensé que aquel chico tan imponente sería tan tímido, al punto de no poder presentarse, al terminar de conversar, Hakkai me esperó al lado de su moto, me tendió el casco luego de indicarle la dirección de mi casa y el trayecto fue muy silencioso.

No pude dejar de pensar en él las próximas semanas, me uní a Toman por pedido de Mikey y en parte aprovechaba para admirar al joven de cabellos azules que se robaba mis sueños, a pesar de haber sido designada a otra división, aprovechaba cada momento posible para verlo. Pero mis esperanzas se iban desvaneciendo con el paso de las semanas, cada vez que trataba de acercarme a él, simplemente se iba o se convertía en un tronco con piernas, nunca me había dirigido la palabra y muy rara vez me miraba a los ojos. Sabía que era tímido, pero si ni siquiera podía verme a la cara, seguro no tiene ni la más mínima intención de acercarse a mi y entablar una conversación.

Tokyo Revengers OneShots | Headcanons Donde viven las historias. Descúbrelo ahora